domingo, 13 de julio de 2025

EL MIRAMAMOLIN HUYE DE CAMPO DE BATALLA PERO LA FUGA NO SALVA

 

LA FUGA NO SALVA

Sevilla, septiembre de 1212. El emir almohade al-Nasir desencadena una verdadera purga, entre los capitanes de su ejército tras la grave derrota de Las Navas de Tolosa.

El Miramamolín Mohamed al-Nasir hace degollar a todos los principales capitanes de su ejército, así como a los jefes principales de Al-Ándalus por su defección y deslealtad a la causa  en el transcurso de la batalla.

El Miramamolín al-Nasir ve en esta deslealtad la causa principal de la derrota. El hecho de que algunas partes de su ejército lucharan con desganas, a causa de las pagas o  soldadas que les eran debidas, pero de hecho  el ejército cristiano era superior en calidad y organización.

Tampoco parece pesar en el ánimo del Miramamolín el hecho de que sus capitanes tenían que enfrentarse  a duros guerreros, él se encontraba tranquilo y custodiada por una importante guardia negra. Guardia que no impide que el mismo al-Nasir tenga que poner pies en polvorosa.

Quizás  esta última circunstancia tenga su importancia. Si nadie puede contar que el Miramamolín  ha huido, su honor quedará más resguardado.

Después de cortar unas cuantas  cabezas, al-Nasir se marcha al norte de África  desde Sevilla, donde se encierra y vuelca todas s

us energías en placeres y abusos, hasta que una bebida ponzoñosa ponga fin a su vida.

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