domingo, 20 de julio de 2025

FERNANDO III HEREDA LEÓN

 

BENAVENTE (Zamora), 11 DE DICIEMBRE DE 1230


 

Con dinero obtenido de los hispano-musulmanes a cambio de ayuda militar contra los almohades, el rey de Castilla Fernando III, compra el trono leonés a sus hermanastras, las infantas Sancha y Dulce, que habían heredado el reino de León el 1 de octubre de 1230 por disposición testamentaria de su padre Alfonso IX

Tras la renuncia oficial de las infantas a sus derechos sucesorios, Fernando III tiene el camino expedito para unificar definitivamente en su persona los reinos de Castilla y León, separados por Alfonso VIII setenta años atrás.

A primeros de octubre al recibir la noticia de la muerte de su padre,  Fernando III había decidido levantar el sitio de Jaén, porque no estaba dispuesto a desperdiciar la ocasión  histórica que se le presentaba.

En un fuero interno daba el firme propósito de arrebatar a cualquier precio los derechos sucesorios a sus hermanastras nacidas del matrimonio de Alfonso IX con Teresa de Portugal, matrimonio  que había sido anulado por el papa cuatro años después de su celebración.

Fernando en cambio era fruto del segundo matrimonio de Alfonso IX mediante el cual el monarca leonés se había desposado con Berenguela de Castilla, una de las hijas de Alfonso VIII.  Y aunque este matrimonio había sido anulado también por el papa, a Fernando III no le cabía menor duda sobre la legitimidad de sus aspiraciones a la corona del reino de León.

Por su parte Doña Berenguela compartía el sentir de su hijo Fernando, de ahí que decidiera reunirse en Valencia de Don Juan con la madre de las Infantas Sancha y Dulce para negociar la renuncia de estas al trono.

El 1 de noviembre de 1230 ambas reinas anunciaron su reconocimiento de Fernando III de Castilla como rey de León.

En un fuero interno daba el firme propósito de arrebatar a cualquier precio los derechos sucesorios a sus hermanastras nacidas del matrimonio de Alfonso IX con Teresa de Portugal, matrimonio  que había sido anulado por el papa cuatro años después de su celebración.



Fernando en cambio era fruto del segundo matrimonio de Alfonso IX mediante el cual el monarca leonés se había desposado con Berenguela de Castilla, una de las hijas de Alfonso VIII.  Y aunque este matrimonio había sido anulado también por el papa, a Fernando III no le cabía menor duda sobre la legitimidad de sus aspiraciones a la corona del reino de León.

Por su parte Doña Berenguela compartía el sentir de su hijo Fernando, de ahí que decidiera reunirse en Valencia de Don Juan con la madre de las Infantas Sancha y Dulce para negociar la renuncia de estas al trono.

El 1 de noviembre de 1230 ambas reinas anunciaron su reconocimiento de Fernando III de Castilla como rey de León.

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