Talavera
año 918.-La gran derrota sufrida por los musulmanes en San Esteban de Gormaz el
4 de septiembre de 917 provocó en Abderramán III el deseo de vengarse, asestando
un duro golpe al rey leonés Ordoño II.
Consciente
de los sentimientos de Emir, este se preocupó de fortalecerse, con este objetivo,
se alió con el rey de Navarra, Sancho I Garcés, que se había apoderado de la
región de Estella o Degio y empujaba a los moros hacía el Ebro.
A
continuación y no contento con permanecer a la ofensiva, Ordoño II marchó en la
primera hacía el sur, para apoderarse de Talavera situada a orillas del río
Tajo. Mientras Sancho Garcés atacaba los dominios de los Banu Qasi y asolaba
las comarcas de Nájera y Tudela.
Las
tropas navarras asaltaron Valdetierra y
después de saquear el castillo y hacer acopio de botín quemaron la mezquita del
arrabal de la fortaleza.
La réplica de Abderramán III no se hizo esperar ya que en los primeros días de julio partió el hachib Bdr ben Ahmed, rumbo al territorio leonés en el que a mediados de agosto hizo sufrir a Ordoño II una grave derrota, no lejos de una localidad llamada Mitonia o Mudonia, cuyo emplazamiento hoy es desconocido.
Valdejunquera
26 de julio de 920.-Ante la llamada de auxilio de los musulmanes de Tudela, que eran acosados por las tropas de Sancho I
Garcés. Abderramán se dirigió rápidamente aprestarles ayuda, desde Clunia. Las
tropas musulmanas tardaron cinco días en atravesar el desierto del Duero,
mientras el rey de Navarra aguardaba al ejército omeya en la fortaleza de
Arnedo, pero el emir, después de tomar Calahorra, se dirigió a Pamplona,
entonces Sancho Garcés se encaminó a su vez, hacía el norte y tras una
escaramuza con la vanguardia musulmana, se reunió con las tropas del rey de León
Ordoño II, que venían en su ayuda.
Los dos
ejércitos cristianos presentaron batalla el 26 de julio a las tropas del emir
en el valle de Junquera entre Muez y Salinas de Oro, a unos veinticinco
kilómetros de Pamplona, sufriendo una terrible derrota.
No
contento con haber vencido a sus enemigos en el campo de batalla, Abderramán se
apoderó del castillo de Muez, donde murieron quinientos nobles y caballeros
cristianos, según la crónica del árabe al-Nasir, además el emir se llevó
numerosos cautivos a Córdoba, entre ellos los obispos Dulcidio y Hermogio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario