A PARTIR DE HOY DÍA 30 DE JULIO
SE
CIERRA EL BLOG LLAMADO RECORTES Y
REBUSCOS POR VACACIONES HASTA FINALES
DEL MES DE AGOSTO
Enrique IV de Castilla el rey impotente.
Madrid,
1456. Enrique IV instala su corte en la villa, donde prosigue con sus
costumbres licenciosas, signo de su reinado y del ambiente social que le rodea.
Si Juan II arruina el reino, su sucesor supera su labor conduciendo Castilla a
una verdadera anarquía, tanto en el aspecto económico como en el social. A
Enrique IV han llegado a definirlo, no como a un pervertido, ni un tirano, sino
como <<un benigno imbécil que se dejaba maltratar y robar su hacienda.
El reinado
de Enrique IV resulta totalmente nefasto para la economía. Para evitar
conflictos dada su debilidad, agota el tesoro de la corona y comienza a
enajenar la hacienda real. Cuando ya no le quedan castillos que regalar a los
recién ascendidos a hidalgos con los que desea sustituir a la antigua nobleza,
comienza a conceder licencias para la apertura de cecas.
De este
modo se pasa rápidamente de la existencia de cinco cecas en Castilla a la de
180. Incluso los plateros y los artesanos llegan a fabricar monedas en su casa;
los calderos de cobre desaparecen del mercado ya que se aprovechan para fundir
monedas, lo que conduce a que el maravedí pierda vertiginosamente su valor.
El
sistema trueque vuelve a imponerse en Castilla ante la grave crisis monetaria.
En el campo militar, Enrique IV aparece más juicioso, sus campañas contra el
moro granadino se dirigen más contra sus viñedos y campos que contra enemigos
de origen árabe ya que considera que la vida de un hombre es demasiado valiosa
para ponerla a prueba en batallas.
Esta
actitud provoca la incomprensión y la insubordinación de sus tropas, que toman
Castilla como campo de actuación para sus desmanes. Finalmente, la moral de la
corte acaba imponiéndose a las demás capas sociales. Enrique IV es más tarde
acusado de impotencia, lo que se atribuye a los excesos sexuales que cometió en
su juventud, pero ello no frena su conducta.
Por el
contrario presenta públicamente a sus amantes, a las que luego coloca
adecuadamente como a una tal Guiomar, que nombra priora de una orden religiosa.
Incluso se le hace sospechoso de homosexualidad relacionándolo con Juan
Pacheco, pero esto fue una acción no probada,
DESPLAZAMIENTO
A CERRO MURIANO EN EL BUS DE LAS 7,45 H. A SU LLEGADA EN TORNO A LOS 8,20 H. FUIMOS
EN BUS DEL BAR LLAMADO EL CASINITO PARA TOMAR EL DESAYUNO A SU FINALIZACIÓN
COMMENZAMOS LA MARCHA ANDARIEGA A TRAVÉS CALLE DE LOS OLIVOS VILLA SAN ANTONIO-NUESTRA
SEÑORA DE LOS DOLORES- LA SOLERA-VEREDA DE LA JARA PRINGOSA-ARROLLO PAPELILLOS
Y REGRESO POR SIMILARES ITINERARIOS PARA TOMAR EL BUS DESTINO CORDOBA DE LAS 11,05
H.
SENDERISTAS.-Avrelivs-Manuel Borrego-Antonio Corpas.
FOTOS.
BEN HUD REY DE LA MURCIA MUSULMANA
Almería,
12 de enero de 1238, el gobernador de Almería asesina a traición a su amigo Ben
Hud, rey de Murcia, tan trágico y sangriento episodio pone fin a la vida de uno
de los más brillantes caudillos hispano árabes el cual tras proclamarse rey de
Murcia en 1228 de el que confía en Dios, encabezó una victoriosa rebelión
contra los almohades.
Harto de
soportar las nefastas consecuencias de la crisis económica y cultural que asolaba
al-Andalus por causa de la desidia y la corrupción almohade. Este miembro
ilustre de la familia de los Banu-Hud consiguió que el califa de Bagdad le
reconociera como rey e Murcia y una vez investido legítimamente de la autoridad
real, procedió sin demora a la conquista de al-Ándalus con la ayuda de sus
compañeros hispanomusulmanes.
En una
campaña tan rápida como brillante se apoderó de Málaga, Almería, Jaén, Granada,
Denia, Játiva y Alcira, entre otras plazas.
Pero la gloria de este caudillo de sangre militar y espíritu aventurero fue
efímera a causa de los enfrentamientos entre las clases urbanas y la nobleza
por el control del poder.
De hecho
fueron los nobles terratenientes quienes urdieron el asesinato de Ben Hud, pues
este se apoyaba en la burguesía urbana.
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La Alhambra de Granada.
Granada 1227 Reino Nazarí. Mohammed ben Yusuf ben Nasir es proclamado sultán en 1232 por los habitantes de la pequeña ciudad jienense de Arjona, elige Granada como capital de su recién fundado emirato nazarí. Un año después, tras el asesinato de Ibn Hud en Almería, Mohammed I ocupa dicha ciudad, y algo más tarde consigue someter Málaga.
Alcazaba de Málaga
De esta
manera queda constituido el reino nazarí de Granada, llamado a ser el último
reducto musulmán. Lo integran aproximadamente las actuales provincias de
Granada, Málaga y Almería; o sea que los dominios de Mohammed I, se extienden desde Gibraltar hasta Almería y
desde las orillas del Mediterráneo hasta las serranías de Ronda y Elvira, que
le sirven de protección y defensa.
El sultán
nazarí establece su residencia en la Alhambra, la antigua fortaleza zirí. A el
se le debe la construcción del nuevo
barrio del Albaicín, destinado a acoger a los numerosos refugiados a raíz del
avance de la Reconquista.
Pese a
su poderío militar, Mohammed I se verá
obligado a reconocer la supremacía de Fernando III, quien le exigirá el pago de
un elevado tributo. Como medida cautelar frente al rey de Castilla, el emir nazarí,
mantiene relaciones de amistad con los sultanes árabes del norte de África.
Valencia,
28 de septiembre de 1238, esta ciudad tras haber sido sitiada durante un periodo de tiempo de cinco continuos
meses por las tropas de Jaime I rey de Cataluña y Aragón, se rinde a este; la
conquista de este reino se lleva a cabo en dos etapas, la primera desde 1229
hasta 1235 que se ocupa la zona norte y en el periodo de 1236-1238 se conquista
la parte central del reino.
A
principios de 1238, Jaime I reúne a sus caballeros en Puig de Santa María y les
promete solemnemente la conquista de la
ciudad valenciana, Nos prometemos aquí a Dios y en este altar que el día de su Madre,
que no nos pasaremos Teruel, ni el río de Tortosa hasta que hayamos tomado
Valencia.
En abril
de 1238 Jaime I pone sitio a Valencia con 140 caballeros de paraje, 150 almogávares
y unos mil infantes, posteriormente se incorporan caballeros procedentes de
Cataluña, Aragón y Occitania y algunos de Hungría, Italia e Inglaterra.
El
ejército sitiador es todavía insuficiente para tomar la ciudad tan bien
amurallada y pertrechada, además en agosto llega una escuadra formada por doce
naves del sultán Abu Zakariyya de Túnez para ayudar a los valencianos, pero los
sitiadores impiden desembarcar a los tunecinos.
El 17 de
agosto un grupo de caballeros aragoneses, encabezados por Pedro Ferrandiz de
Asagra y Eximentes de Urrea, se apoderan de la localidad de Silla, torre que domina la zona meridional de la Huerta, y cinco días más tarde, la
ciudad capitula. De esta manera se salva de ser saqueada, lo que molesta a los
caballeros cruzados.
Tratado
de Almizra, 23 de marzo de 1264. El príncipe castellano Alfonso (futuro Alfonso
X) y Jaime II de Aragón, por min llegan
al acuerdo para reparto de tierras conquistadas e incorporación a ambas coronas
de las zonas de conquista efectiva.
Este
tratado se enmarca en un momento importante, puesto que tanto Aragón como
Castilla se hallan en pleno auge reconquistador. Persigue además solventar los
problemas suscitados tras la ocupación del reino de Murcia, cuando Jaime I
inicia la reconquista del territorio sin que le corresponda según los tratados
firmados con Castilla.
Sierra Aitana
En el acuerdo de Almizra se mantienen plenamente los planteamientos generales de la
conquista, tal como se habían pactado en los tratados de Tudilen (1151) y
Cazorla (1179)y se establecen los límites entre las diferentes áreas de
conquista perteneciendo a Castilla, Alicante, Almansa, Algues, Bugarra, Busot, Villena,
Xarafull y el río Cabriol y para la corona de Aragón fue Almizra, Altea, Biar,
Castalla, Finestrat, Jijona Polop, Relleu, además de las tierras entre Denia y
Játiva. También se determina en este tratado la obligación de ambas coronas de
devolver poblaciones que se han ocupado indebidamente.
Castillo de Santapola.
El Tratado de Almizra,
firmado el 26 de marzo de 1244, fue un acuerdo entre la Corona de Aragón y
la Corona de Castilla para establecer los límites del Reino de
Valencia. Específicamente, delimitó las fronteras entre ambos reinos,
dejando las tierras al sur de la línea Biar-Busot-El Campello a Castilla. Este
tratado buscaba resolver conflictos territoriales derivados de incumplimientos
de tratados anteriores como los de Tudilén y Cazorla.
La primera constancia que se tiene del
Tratado de Almizra aparece en el segundo capítulo de la crónica de Jaime I,
el Libro de los Hechos, aunque el texto del
tratado no se publicó hasta 1905. Varios medievalistas intentaron atribuirse el
hecho, pero fue el presbítero Roque Chabás el descubridor de un legajo sin
catalogar buscando en el Archivo de la Corona de Aragón, que resultó
ser una copia del Tratado de Almizra.
Castillo de Almansa
El tratado se firmó en el actual
municipio de Campo de Mizra (Alicante) donde desde 1977 hay un monumento
que lo conmemora y donde, todos los años, el 25 de agosto durante las fiestas
de Moros y Cristianos se hace una
representación teatral de su firma.
El lugar quedó definitivamente aclarado
en un informe de fecha 8 de julio de 1926 de la Real Academia de la Historia en el
cual confirma textualmente:
Excmo. Sr.: El actual ayuntamiento de
Campo de Mirra, corresponde en parte por sus términos jurisdiccionales, con la
antigua población de Almiçra (...) La sucinta relación que de la historia de
este pueblo queda hecha, demuestra ser el acontecimiento más importante
ocurrido en el mismo la paz firmada entre Jaime I de Aragón y su yerno el Infante
Don Alfonso de Castilla, tratado que fue suscrito y
concertado en el castillo de Almizra.
Si se observa la ubicación de los castillos pertenecientes a ambas coronas, se verá que los correspondientes a Castilla se encuentran en elevaciones en llano, mientras que los de Aragón están todos emplazados en zona montañosa: el paso a la entrada desde Alicante por la hoya de Jijona hacia la Carrasqueta Castalla domina toda su hoya al pie del puerto de Biar y hasta Sax, Biar defiende el acceso por su puerto; Almizra (actual Campo de Mirra) domina hasta Bocairent, el valle por el que discurre el curso alto del Vinalopó y Villajoyosa, separada de Alicante por una extensión de montañas áridas.
Con esto, la Corona de Aragón consigue controlar los accesos naturales hacia el interior de sus territorios, mientras que Alfonso X consigue evitar que le sean conquistadas sus tierras alicantinas y murcianas y frenar el avance aragonés. Este resultado explicaría la extraña pretensión del castellano por Játiva que ya se había asegurado para Aragón, forzando así Alfonso que se cumplieran las fronteras pactadas en Cazorla.
Revisión posterior del tratado
En 1296 estalló una nueva guerra entre Castilla y Aragón ya que Jaime II de invadió el Reino de Murcia, que ya era reino vasallo de Castilla por el Tratado de Alcaraz de 1243 violando las fronteras del tratado de Almizra. Posteriormente, con la firma de los tratados de Torrellas, (1304) y Elche (1305) se dividió el reino en dos partes.
Las comarcas del Medio y Bajo Vinalopó . el Campo de Alicante, y la Vega Baja del Segura, quedaron incorporadas al Reino de Valencia, como Gobernación de Orihuela, lo que más tarde sería la provincia de Alicante el resto del territorio, con Murcia a la cabeza, seguiría en manos castellanas como Reino de Murcia, las futuras provincias de Murcia y Albacete.
Damasco,
1240. Muere el místico hispanoárabe Mohammed - ben Arabi, que había nacido en
Murcia en 1164 y al que se le conocía también con el título de
<<Vivificador de la religión y Príncipe de la Humildad >>.
Desde su
primera juventud estuvo relacionado con el importante grupo MÍSTICO del Islam
formado por los Sufíes.
En un
primer momento recorrió diversas poblaciones del Al-Ándalus y más tarde del
norte de África para recoger conocimientos abstrusa materia,
A
continuación se dirigió a Oriente, auténtica sede del movimiento sufí, residió
al principio en la ciudad santa de la Meca, hasta que más tarde se instaló de
una manera definitiva en Damasco.
Se le ha atribuido
una vasta obra, tal vez de más de 400 títulos, pero por desgracia se han
conservado muy pocos.
De todos
modos, si podemos admirar dos de estas obras, tal vez sean las más importantes;
se trata de las llamadas REVELACIONES y de LA SABIDURIA DE LOS PROFETAS, respecto
a esta última cabe decir que ha sido la más comentada y leída de Ben Arabi,
siendo además la más conocida y famosa.
En ella
se contiene una auténtica exposición de la cosmología y además ha sido
considerada por diversos estudiosos como si se tratara de su verdadero
testamento espiritual para la posteridad, que ha sido reconocido
universalmente.
También
se le debe alguna biografías de santones andalusíes, que son importantes desde
el punto de vista del papel que la religión islámica concede, según diferentes teólogos,
a la vida y obras de santones o testigos de Dios, que influyeron en cada época
en alguna de las tendencias del Islam.