martes, 24 de junio de 2025

BENJAMIN DE TUDELA UN VIAJERO DE EXCEPCIÓN

 

                         

 


TUDELA AÑO 1.173. Pocos meses después  de su regreso a España muere el hispano-hebreo Benjamín de Tudela, un hombre inquieto y aventurero que ha dedicado la mayor parte de su vida a recorrer los países del Mediterráneo y el Próximo Oriente en un momento en que viajar resulta arriesgado, incómodo e infrecuente.

Pese a todo, este tudelano nacido en 1.125 se sabe que partió de Zaragoza rumbo a Cataluña y Marsella, en cuyo puerto se embarcó con destino a Italia, luego tras recorrer buena parte de la península itálica se dirigió a Chipre, Grecia, las islas  del Egeo y Constantinopla.

Prosiguió su periplo hasta Palestina y después, remontando el Jordán llegó a Siria, desde donde llegó a Iraq. Más tarde  se dirigió a Egipto y por  Sicilia e Italia regresó a España.



Muchas de las cosas que vio y oyó en su peregrinaje las relata en hebreo en  su libro de viajes  llamado SEFER MASSOAT, en él narra acontecimientos históricos contemporáneos, detalla los monumentos y ciudades que visitó, describe paisajes, cultivos y técnicas agrícolas, aporta datos económicos, reseña usos y costumbres y comenta determinadas características lingüísticas o dialectales.

Por ello, todos los viajes  de Benjamín de Tudela poseen un incalculable valor documental. Y si bien los comentarios referidos a Persia, la India, Ceilán y China, a menudo son exagerados e incluso legendarios, los relativos a los países que visitó personalmente resultan por lo general precisos y verdaderos.

Las referencias a las ruinas de Babilonia, la escritura jeroglífica y la lengua y costumbres de los samaritanos son algunas de las más interesantes.





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