martes, 17 de julio de 2018

DESPLAZAMIENTO EN EL BUS DE LAS 7,15 H. A TRASSIERRA PARA HACER UNA MARCHA SENDERISTA POR AQUELLOS ENTORNOS ASÍ COMO AL CERRO DEL POZO DE LA NIEVE


                     Córdoba, martes día 17 de Julio de 2018

URBANIZACIÓN DE TORREHORIA - CORTIJO DEL CAÑO-PRIMER VENERO DEL BEJARANO-SENDERO ARROYO DEL BEJARANO-RINCÓN DEL DUENDE-ANTIGUAS MINAS ROMANAS-DESEMBOCADURA ARROYO BEJARANO EN EL RÍO GUADIATO-SENDERO DEL RÍO GUADIATO-BAÑOS DE POPEA-VEREDA PASADA DEL PINO-LA VIRGENCITA DE TRASSIERRA-SENDERO POZO DE LA NIEVE-CENTRO DE MAYORES DE TRASSIERRA-REGRESO EN EL BUS DE LAS 12,45 H.   PASOS 21.159.

SENDERISTAS.-Avrelivs-J. Gañán -Félix-M. Molina-A. Espejo-M. Gómez-R. Valencia.


                                                            




                                                               







En el Bus son salida prevista a las 7,15 h. de las Plaza de las Tres Culturas frente a la estación de Renfe,  nos desplazamos hasta las cercanías Gasolinera Cruce de Trassierra desde donde iniciamos una marcha senderista a las 7,45 h. a través del muy tupido  Sendero PR-A 343.



Este Sendero discurre entre quejigos y brezos donde difícilmente penetran los rayos solares, es magnífico para este tiempo con tanto calor como tenemos encima son constantes  las subidas y bajadas en unos quinientos metros donde pronto  llegaríamos a cruzar un puente de madera sobre un arroyo cuyo nombre desconocemos  seguidamente se hizo ver un extenso bosque de pinos.


El  descenso finaliza algo antes de llegar a la entrada Urbanización Pinar de Torrehoria, lugar este desde donde  decidimos buscar veredas que nos fuesen desconocidas y lo conseguimos, pero  por escaso tiempo, nos llamó mucho la atención una alcubilla que nunca antes habíamos visto en las cercanías Cortijo del Caño de Escarabita, de análoga o parecida factura a la existente en La Conejera pero  igualmente sin una gota de agua.



Llegó el momento  de enderezar el rumbo con dirección al arroyo Bejarano pudiendo apreciar la nueva y muy  moderna  señalización existente, hay que felicitarse por ello, no obstante ya iba siendo hora.




En el primer venero nos detuvimos para contemplar el paisaje, lástima  que el caudal del acuífero en la actualidad sea tan reducido,  la cascada hoy no formaba la cola de caballo de otras veces y las pozas de agua aunque escasas  invitaban a darse un baño con estos calores. 

                                                               

Al parecer es aquí donde comenzaba el célebre acueducto de Valdepuentes de origen romano del siglo I con más de 18 km. de longitud, en época islámica nos cuenta la historia que fue  aprovechada toda su estructura para conducir el agua a la ciudad palatina de Medina Azahara.

                                                            
Ya se van notando las plantaciones de nuevos árboles de las especies adecuadas a los bosques de galería y de ribera en estos sotos del Bejarano,  la  enfermedad de la grafiosis de hace algunos años afectó  notablemente  a toda esta zona.

Llegó el momento de penetrar hacia la ribera del arroyo Bejarano y el sugerente Rincón del Duende, todo ello configura una verdadera   jungla tropical de singular belleza.  

Calcopirita

Ahí está Juan Gañán.

Junto a las antiguas bocaminas de calcopirita, (mineral natural compuesto de cobre y hierro), allí nos detuvimos no solo para tomar la pieza de fruta (PARADA Y FRUTA), sino también  para curiosear y echarle  un  vistazo desde fuera a los  oscuros pasadizos de estas minas que tantos cientos de años estuvieron en explotación.



Seguimos por el descenso sendero del Arroyo Bejarano siendo una auténtica maravilla de vegetación hasta llegar a su desembocadura  en el Río Guadiato, poco antes cruzamos de una a otra orilla a través de unas piedras y unos palos que nos hicieron recordar al bueno de Manuel Díaz Cardador que en P.D.   


Ahora caminamos por la margen izquierda del río Guadiato salvando aquellos  escollos pedregosos que   van apareciendo al paso  entre un autentica selva, es aquí donde el río aparece ancho y hermoso, en esta zona es donde las personas aprovechan para darse un baño estival,  no obstante todavía se ven cosas inadmisibles tales como  restos de desperdicios y latas vacías tratando de ocultarlas en los rincones; no nos vamos a enterar  nunca  que  jamás deben dejarse desperdicios  tirados en el monte, ni en el campo cuando se va de excursión, ni nunca.



Llegó el momento de detenernos un ratito para  visitar las ruinas del Molino  del Martinete casi escondidas entre la fragosidad  de la intensa vegetación  y el agua del río; este molino tenemos entendido que se remonta a  época árabe (Siglo X),  donde fueron famosos  los antiguos batanes cordobeses de aquellos tiempos que conocieron de primerísima mano la manufactura de paños,  en aquel lugar todavía se mantienen enormes  paredones de mucha antigüedad  en lamentable  estado ruinoso que dan al lugar a un interesante aspecto que evoca al pasado. 


 Córdoba entre los siglos X y XII se había convertido en una de las mayores productoras de paños para Al Andalus, el molino ha sido reestructurado con el paso de los siglos y todavía se pueden apreciar los arcos ojivales y de herradura así como fuertes muros de grandes sillares que sujetaban la noria que accionaba las piedras de la molienda para batir el cobre.


Siguiendo la senda del camino adelante llegamos a lo que se conoce como Baños de Popea,como es consiguiente hubimos  de ir   salvando las dificultades existentes  relacionadas con las diferencias de altura y otras, el lugar es precioso pero no hay agua y la cascada no está activa, algunas fotos nos hicimos en aquel lugar donde pronto hubimos que continuar adelante. 









A la salida de aquellos entornos pasamos junto a una finca cuyo rótulo en la puerta indicaba llamarse Don Quijote de la Mancha. 


Pozo de la Nieve

Una vez en la Vereda Pasada del Pino nos dirigimos a la Barriada de Santa María de Trassierra optando hacerle una visita al Pozo de la Nieve, este al menos tiene tres direcciones de entrada bien señalizadas, la más cercana parte de Centro de la Barriada,  nosotros  tomamos la que se bifurca a orillas del sendero paralelo a la Carretera que va a Córdoba, bastante más alejada, una vez Cerro arriba pronto aparecería aquello  que íbamos buscando protegido por una verja de hierro que impide bajar al interior.

Internet nos facilita la siguiente información en  relación a este Pozo de la Nieve y su historia al máximo detalle: SIC.

El comercio de nieve y hielo fue un lucrativo comercio que existió hasta el siglo XIX
cuando comenzaron a aparecer las hieleras.


La inexistencia de maquinaria industrial no permitía que se pudiera almacenar hielo por parte del pueblo, lo que permitía que floreciera una industria por aquellos que pudieran almacenar y posteriormente distribuir el                                               hielo o la nieve almacenada.


En la ciudad de Córdoba, y gracias a la proximidad de la Sierra, se construyeron pozos que gracias a la técnica depurada, permiten la acumulación de nieve prensada durante largos periodos  de tiempo.

Fue en 1823 cuando un empresario cordobés, Juan Rubio, que prácticamente monopolizaba el comercio de nieve en Córdoba, comenzó a construir allí su actividad y obtener un mayor margen de beneficio al disponer de género en abundancia de cara a su venta en verano.


Este pozo aparece a la vista como una estructura en forma de cúpula que no levanta más de unos tres o cuatro metros  del suelo, hasta que el visitante se aproxima a la entrada y comprueba el gigantesco volumen de hielo que podía acumular la estructura subterránea  de unos diez metros de profundidad, que se iba llenando con el producto de las nevadas invernales hasta que estaba completa,   momento en el cual se procedía a su cierre y aislamiento con cámaras de aire, porcelana en las cubiertas y otros sistemas que, junto a su localización en umbría  y bajo el suelo contribuían a que las pérdidas por fusión del hielo resultaran aceptables para el negocio.

Posteriormente el hielo se vendía en diferentes establecimientos de la ciudad como en el Barrio de San Miguel, calle del Reloj o el Barrio de San Lorenzo.
    
                                                                    

















A las 12 h. ya estábamos bajando del Cerro  Pozo de la Nieve y al Centro de Mayores nos fuimos parar, de momento cuatro de los siete que íbamos cogieron la caja que contenían las fichas de Dominó y comenzaron a echar la partida, refrescamos los gaznates y uno de los que no le gusta el juego y sí la lectura  encontró distracción con un libro de la pequeña biblioteca de aquel Centro que desde hace mucho tiempo lo venía buscando, se trata de una novela de Julio Verne que versa sobre los viajes en  el mar y de la Marinería 


Cuando se aproximó la hora del Bus nos desplazamos a la cercana parada hasta que pronto apareció la mole verde  de la empres Aucorsa que nos llevaría a Córdoba donde dimos por finalizada la marcha de hoy a las 13,25. H.


                             
                                                        ¡¡¡HASTA OTRA!!!

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