miércoles, 18 de enero de 2023

II EL RÍO SEGURA ABANDONA CIEZA- PASA POR MURCIA Y TERMINA EN GUARDAMAR.

 

                                                  

Sigo en  mi imparable avance pasando por la población de Cieza, arriba en la zona alta del pueblo  se encuentra  el conocida collado de la Atalaya, se trata de una  ciudadela almohade del siglo XI llamada MEDINA SIYASA, al parecer  su esplendor lo obtuvo entre los siglos XII y XIII, a día de hoy se conservan sus calles y murallas, asimismo  se sabe con seguridad certera que existen enterradas y  pendientes de excavar más de 700 domus  de otros siglos.

 


Estos célebres y famosos  ciezanos siempre  fueron maestros en las artes y manufacturas del esparto, muy de moda en aquellos años de la siega, del pan y tocino y “Arriba España” con brazo en alto y saludo a la romana,  eso es lo que había, no sólo en Cieza si no en toda la España nuestra. 

El aprovechamiento del esparto históricamente fue clave para la economía local de esta población,  hasta el extremo que con el paso de los siglos vino a formar parte de la explotación industrial hasta mediados del pasado siglo XX.

 


El  ya escasamente  conocido  esparto es una planta silvestre de las herbáceas, siendo de tallo recto, de hojas largas,  duras y resistentes, no requieren ningún tipo de cuidado para su crecimiento, la recolección de estas plantas se se realiza durante el periodo de mayo a diciembre, posteriormente y para poder realizar su manufactura han de pasar por un largo periodo de cocción y posterior secado, hasta poder realizar en ellas otras fases denominadas picado, rastrillado y empacado.

 

Una vez finalizado este proceso se utilizan las atochas para la fabricación de papel cartón piedra,  en otros tiempos fue materia prima para la elaboración manual de alpargatas, cuerdas maromas, capachos, esteras, así como toda suerte de elementos para las jarcias y aparejos, cuerdas y cabos para mantener firmes los mástiles de las embarcaciones y  veleros.

Hoy en día todavía pervive el exitoso mercado  y su  comercialización de objetos caprichosos y decorativos, otros de diario uso doméstico, destacando su calidad ecológica, como producto alternativo a  otros  químicos de limpieza, vaya de ejemplo el histórico y humilde estropajo casero.       

Al paso por esta población de Cieza  y como era  fiesta dominical pude  observar que abundaban  personas luciendo  traje  nuevo,  salían de  misa dominguera, algunos hombres iban vestidos con trajes de pana a pesar de hacer intenso calor y tuvieran más años que el mismísimo Matusalén, también los había comprando  el periódico en el  kiosco de la prensa, lo extraño  que lo guardaban debajo del brazo y ni siquiera lo leían, pero esto  les daba gravedad e importancia ante sus paisanos.

 Otros se iban a echar la  partida al caliche especialmente  los de la huerta, también  los había aficionados a tomar “chatos de tinto” de tasca en tasca, donde  hablaban con pasión de fútbol en distendidas y amenas charlas.

En un lugar de Castilla-La Mancha de cuyo nombre si quiero acordarme  se encuentra  Bolarque, eso  está  en el límite de las provincias de Guadalajara y Cuenca, allí nace el famoso TRASVASE TAJO -SEGURA, se trata de un embalse que construyó la mano del hombre, sobre el hermano río Tajo, por mandato de D. Francisco Franco Bahamonde, que nadie de los vivientes con cierta edad madura pueda ignorarlo, unos  para bien y otros  para mal, en aquella época  fue el Generalísimo de España por la gracia de Dios y de las armas, seguidamente existe un complejo hidráulico que mandó hacer  llamado  Entrepeñas-Buendía, donde el agua se eleva por medio de artilugios hasta un llano conocido como Albalate de Zorita, desde allí  corre el agua por un canal a cielo abierto hasta el pantano o embalse de la Bujeda, siendo el embalse de recepción, seguidamente sigue el canal atravesando un túnel que  cruza la sierra de Altamira, situada en el límite de las comunidades autónomas de Extremadura y Castilla la Mancha, perteneciente al sistema montañoso de los montes de Toledo  donde se alcanza la máxima cota.

Trasvase Tajo-Segura

Prosigue el canal  durante unos 100 Km. con determinados tramos en acueducto y pequeños túneles hasta dejar el embalse de Alarcón próximo al río Júcar.

Sigue paralelo el curso del Júcar, hasta llegar al embalse de El Picazo allí hay otro bombeo que va elevando el agua a otro canal en la llanura, y continua más de 100 Km. hasta desembocar cerca de Los Anguijes al sur de Albacete, entrando por un túnel que se llama Talave con una longitud de más de 30 Km.



El túnel  del Talave es otro canal que  desemboca en el pantano del mismo nombre, pero para ello ya habrá recorrido cerca de 400 Km, desde que comenzó el TRASVASE TAJO- SEGURA, hasta  verter el agua en el río Mundo, este a su vez me la entrega como antes te dije; de modo querido primo, eso es el Trasvase, ignoro si habrá cambiado algo en su estructura, ahora que vengan  el Presidente   Socialista Sr. Sánchez a dar lecciones y tratar de destruir obras faraónicas.. .

En ese avance imparable están las poblaciones de  Ojós y Blanca,  pronto aparecerá el azud  del postrasvase, está ansioso  esperando  mis  aguas y las del hermano Tajo, ambas revueltas  como un zarangollo.

 


Yo  el Río,  sigo mi discurrir sin prisa, ahora bajo  más bien lento y  parsimonioso que otra cosa, no como antes que todo era velocidad ante tanta declividad de mi curso,  no me puedo entretener, están esperando la llegada de  mis aguas  los del Valle de Ricote y aquellos otros  que configuran lo que yo de forma muy particular les llamo  la Comarca de las Siete Villas configuradas por las poblaciones de: Abarán, Blanca, Ojós, La Losilla, Ulea,Villanueva y Ricote,  y alguna otra  población fuera de esta comarca  como Lorca, Totana, Alhama,  Bullas,  Caravaca,  Archena, Fortuna,  Mula,  Molina,  Lorquí, Ceutí, Alcantarilla, Cehegín   y Librilla y como no puede ser de otra manera Cartagena,   así como las vegas llamadas Alta, Baja y Media,  pero llevo  el rumbo bien definido hasta Guardamar de Segura,  (El escritor murciano Vicente Medina en su libro Aires Murcianos decía, (Entre cabezos, el río salta y corre... si encuentra anchura, se extiende, si estrechura, se recoge, y unas veces deja tierras, y otras veces se las come).

 


El geógrafo José María Gómez Espín, expresa con mucha minuciosidad y detalle las donosas  pérdidas de caudal del río Segura  a causa de las  acequias para el riego de campos y huertas,  siendo las siguientes;  por la margen izquierda dejando atrás Cieza, me sangran las de Charrara, Canal Noria-Campillo, Ojós, Villanueva, Archena, Alguazas, Mayor de Barreras, Alquibla, Molina, Noria de Moquita, Huertos, Rueda Benijófar,  Rueda de la Bernarda, y Riegos de Levante, por la izquierda la de Abarán, Mayor de Blanca, Ulea, Molinos de Segura, Caravija, Mayor de Molina, Churra la Nueva, Aljufia, Noria de Pando, Vieja de Almoradí, Formentera, Daya Vieja, Palacios, Comuna, Levante Margen izquierda Hita de los Frailes.

 


López Bermúdez, con mucha guasa y razón moteja al río Segura,  como ejemplo de río disminuido de agua, cuanto más me acerco al final de mi vida; no es de  extrañar con tanto sangrado y agrega que, en mi estado natural sin las aguas que me envía el Tajo soy una arteria fluvial, específicamente débil. A diferencia de  todo ello, a otros  colegas míos, les gano en pendiente y me derrotan en volumen. 

 


Ahora me han canalizado y tanto me han desangrado y diezmado que, llegando a la capital murciana voy echando espumarajos blancuzcos procedentes de los vertidos de la industria conservera quienes   sin piedad arrojan a mi cauce, de modo que aparezco más bien un canalillo  lleno de contaminaciones y plásticos.


Pasaron los años y algún arreglo le dieron a todo aquello, al menos para disimular un poco,  ahora   al paso por la ciudad me presento a los capitalinos bien majo y  apañado, de cara a la galería y a la de los  visitantes, de vez en cuando represan el agua para que parezca que el cauce es mayor, yo sigo avanzando casi agotado, ya estoy próximo a  la cercana  pedanía de Beniaján y Santomera,   ahora  me entra por el lado derecho un río que el jodio por culo, siempre está seco, este  baja de Lorca y se llama  Guadalentín, después se llamará Sangonera y  verterá su escaso caudal en un canal llamado  Reguerón y de aquí a mi cauce por el lado derecho, este se construyó para remediar mis   multiseculares desastres producidos por las fuertes riadas y avenidas de agua de aquel  Valle de Guadalentín, este  comprende la zona de Los Vélez, Lorca, La Hoya, Totana, Alhama, Librilla y Alcantarilla, en consecuencia  toda aquella extensa comarca lorquina. 

 


 Cuando llueve en exceso por esa zona que se  echen en oración y recen  los de Orihuela, hay quien   solía decir “nene pasa telegrama a los de Oriholica del Señor y  que preparen las barcazas  y abran las compuertas que,  por un tiempo les va a sobrar agua para regar toda la Vega Baja y se les va  acabar el mal hedor de mi cauce, que allí suele ir un tanto cenagoso en la época del estiaje.


Sigo mi imparable avance ya dejé  atrás Sangonera y Beniel, después entro en la población  Orihuela de  la que antes hablamos,  ahora y desde aquí  soy alicantino de pura chamba o de casualidad, esta tierra siempre fue murciana pero  los necios hombres de la política  hicieron  la desafortunada distribución de los límites el  día 30 de Noviembre de 1833, pasando a ser alicantino, fueron  cosas de los intereses de algunos de los muchos caciques que han existido y existen; ciento cuarenta y nueve años después  harían lo que yo de forma guasona les llamo “Las Taifas Escamoteas”, estas tuvieron lugar en el año 1.982, fecha que se crean las Comunidades Autónomas,  se perdería Albacete y su provincia, en realidad son manchegos y están donde les pertenece, no así los de Orihuela, ni tampoco a los de  Almeria y su extensa comarca.

Prosigo por Callosa de Segura que  en otros tiempos fueron grandes maestros en la industria alpargatera y  continuo mi avance, ya me espera Formentera, Benéjuzar, Rojales, Almoradí, Dolores, etc. pueblos estos eminentemente agrícolas y huertanos.


Ya un tanto cansado de tanto estrujaero me está esperando el  mar donde me entrego sin solución alguna de poder continuar pero me tengo que esperar  hasta llegar a ese pueblo llamado Guardamar del Segura, cerca  de allí  también í finaliza el “che” Vinalopó,  de los ilicitanos, dicen los alicantinos con mucho orgullo que riega huertas con las mejores uvas de la España nuestra,  en otros tiempos, entre los dos formábamos un hermoso estuario en estas desembocaduras, lo cierto que hoy en día llegamos secos y exhaustos, no obstante todavía hay  personas muy aficionadas a la pesca  y  los muy osados echan la caña y pacientemente esperan por si pica algún cenagoso barbo o alguna saltarina carpa                


De modo que aquí se acaba mi discurrir como río y os digo agur, agur,  como dicen los vascos para decir adiós, adiós y hasta otro día. 


 

   

 

     

 

   


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