Córdoba,
martes día 05 de Marzo de 2019
CELEBRACIÓN
PEROL OFRECIDO POR EL SENDERISTA AURELIO MARTÍNEZ NAVARRO CON MOTIVO DE SU
INGRESO DE LA COFRADÍA DE LOS OCTOGENARIOS Y CELEBRACIÓN NACIMIENTO NIETA DEL SENDERISTA JOSÉ PÉREZ
EGEA- CELEBRADO EN EL PARQUE DE LOS VILLARES EN EL DÍA DE LA FECHA ARRIBA
INDICADA.
ASISTENTES.- Agustín López Cobos-Antonio Espejo López- Antonio
Flores- Antonio Lorente-Antonio Rodríguez Jiménez-Aurelio Martínez
Navarro-Enrique Aguilar Salmoral-Felix García Carrasco-Gaspar Avilés
Valle-Guillermo Medina Gómez-Herminio Pérez Cabello-José Fernández
Caballero-José Obregón Rojano-José Pérez Egea-Juan Gañán Bejarano-Juan Ruiz
Lopera-Juan Serna Jiménez- Julián Leal-Manuel Borrego Centella-Miguel Gómez
Capitán-Manuel Ponferrada Navajas-Miguel Rodríguez Martín-Pedro Aranda de
Santaella-Pedro Luque Jiménez-Pedro Pareja Sánchez-Rafael Ábalos de la
Haba-Rafael Jiménez Luque y Tomás Luque Castillo, en total 30.
Con
cierto temor esperábamos recibir este día destinado a celebrar el Perol
concertado desde hace bastante tiempo,
ya que las recientes predicciones meteorológicas consultadas no estaban precisamente muy favorables como
para realizar un comida al aire libre, pero tampoco existían fuertes razones de peso como para suspenderla.
A las 7,10 h. de la mañana comenzó
una intensa lluvia que casi encendió las alarmas de los caminantes, no obstante
solo duró unos escasos veinte minutos y estos veteranos no se arredran ni se
asustan por cualquier cosa.
Llegó el momento de tomar la decisión
y todos salimos de marcha, unos en los
coches y otros andando esos 14 kilómetros que separan la ciudad de la sierra.
Algunos
teníamos todavía que comprar el pastel cordobés, el hielo para refrescar
las cervezas y el pan.
Los primeros en llegar para coger sitio adecuado y poder salvaguardarnos de
la posible lluvia fue este conocido Porche de madera que en la foto estáis viendo
Bajo su protección nos fuimos
introduciendo en él a medida que íbamos llegando, siendo el primero en arribar Juan
Gañán Bejarano en su coche acompañado por Enrique Aguilar Salmoral, Pedro Luque Jimenez y Guillermo Medina Gómez, después lo haría Félix García Carrasco con su cuñado Tomás Luque Castillo y
Aurelio Martínez Navarro.
Aquel lugar quedó estupendamente preparado y a juzgar por su
aspecto daba la sensación de tratarse de
una cocina provisional militar de
campaña cuartelera en pleno monte, alguno trajo de su casa hasta la bombona de butano y un tablero, así como las fichas de dominó para el entretenimiento colectivo ya que suelen jugar
cuatro la partida y seis miran con mucha
atención el desarrollo de esta y también después los observadores suelen comentar su desarrollo y si llega el momento hay criticas y censuras por un quitame allá ese seis doble que lo pusiste a destiempo.
Se fregaron perolas y sartenes
hasta sacarles brillo, las cervezas y refrescos se colocaron en un
recipiente revueltos con hielo para tenerlas
bien fresquitas a gusto de los consumidores que no tardarían mucho en llegar en
ayunas.
Pedro Luque cortando el queso |
Llegó
Juan Ruiz Lopera en su coche transportando la paletilla de jamón ibérico que nos tenía
prometida el amigo José Pérez Egea, la causa y motivo fue haber sido abuelo primerizo de una niña hace
ya algún tiempo.
Este posteriormente
llegaría andando conjuntamente con su primo Herminio Pérez Cabello y entre ambos prepararon una ensalada de berros que
estaba deliciosa.
En el
coche del amigo Antonio Rodríguez Jiménez vendrían las naranjas que nos tenía prometidas
procedentes de su huerto, venía acompañado tal como estaba previsto por Gaspar Avilés Valle, las naranjas resultaron estar bastante ricas.
Progresivamente fueron llegando los caminantes hasta completar el cupo previsto de treinta personas, al amigo Antonio Espejo López, le correspondió la difícil labor de cortar la paletilla de jamón ibérico, si bien anteriormente el amigo Miguel Rodríguez “Miki” para los amigos le allanó el camino hincando el cuchillo en busca del hueso como buen maestro carnicero de los tiempos de aquel local que se llamó comercialmente
MIKI ADELANTE |
Antonio Espejo López |
Félix García ya
comenzaba a asar panceta y también a
poner en la parrilla una y otra vez trozos de chorizo y de morcilla que hacían las
delicias del personal, a medida que iban saliendo se iban consumiendo,luego llegarían los refrescantes cogollos de lechuga.
Mientras
tanto Juan Gañán estuvo cocinando
enormes ensaladas que parecían haber
salido de las manos de algún gastrónomo gourmet, sobre todo por la elegancia en la presentación, sin descuidar la cocción del potaje de
garbanzos y alubias en aquella gigantesca olla y su contenido, desdeluego que de haber estado llena bien podía valer como para poder dar de comer a toda la Décimo
Séptima Gemina Pía Fidelix Legión.
Una vez
satisfecho el apetito del primer
envite salió
el personal con el decidido propósito de dar un plácido y sosegado paseo por los
entornos de aquel Parque Periurbano, el objeto fue para volver a tener apetito
y sed, ya lo dijo alguien importante del pasado histórico con aquel latinajo de “Beati hispani qubus vivere est biberi” que en nuestra
lengua madre quiere decir:
“Felices
los españoles para quienes vivir es beber y comer bien”, desluego los disgustos para
nada son buenos y para nada sirven.
Llegó también
el momento que algunos decidieron salir hacia aquella
especie de Patio de Monipodio que describiera Don Miguel en su Rinconete y Cortadillo pero esta vez al aire libre junto a los pinos para montar el
tablero y las fichas de dominó que sirvieron de entretenimiento tanto de
jugadores como de aquellos espectadores y comentaristas de tan noble y
entretenido juego.
Como
quiera que el reloj suele marcar
inexorablemente las horas, el personal
fue paulatinamente regresando de aquellos
Senderos de la Umbría y de la Tranquilidad.
Entre
charla y más charla se volvió a darle al
saque hasta dejar exhaustos y sin contenido aquellos dos envases de cartón
impermeabilizados llamados Tetabrik del Pago de Los Moriles y de Montilla pero en reserva quedaban algunas botellas Riojanas.
Ya hartos
darle al cachirulo de empinar el codo
se escucharon en aquel silencio cantos de “Queremos Comer”, miramos el reloj
cuando este marcaba poco más o menos que las 16 h. todavía era algo pronto para
dar cuenta del potaje de garbanzos, ya que de acuerdo con los preceptos horarios que
marcan las normas cordobesas correspondía hacerlo a las 18 h. pero eso era
antiguamente, ahora en tiempos modernos donde todo está permitido nos pareció estupenda la hora para dar comienzo.
Formamos
cola con plato en mano y cuchara actuando Juan Gañán una vez más como racionero repartidor,
lo hizo con largueza ya que esta vez sí
estaba previsto que sobrara hasta para
los perros del amigo Pepe Fernández Caballero.
Una vez consumido el potaje le tocó al célebre pastel cordobés preparado previamente en 35ª porciones por la confitera de la Pastelería San
Rafael, esta cuando fui a recogerlo me dijo en tono de humor y con una
sonrisa que se iba hoy a acordar de mí por un poco de tiempo, a causa del trabajo que le produjo el cálculo y el
pulso que tuvo de tener para hacer estas particiones que con mucho énfasis le encargué a fin que todas guardaran casi igual simetría, si bien en
vez de 30 cortes fueron 35 los que le salieron disculpándose la chica, ya me dijo que a
alguien no le vendría mal el sobrante sí es que lo había porque mucho lo dudaba de lo rico que estaba.
Para su
reparto se pasó lista por orden alfabético al estilo cuartel, de este modo nadie se quedó sin probarlo como
otras veces ha ocurrido, a su vez ahorrándole trabajo al racionero Sr. Gañan.
Para
despedir el evento un cafetito de pucherete
procediendo seguidamente a la recogida y limpieza de los bártulos y sartenes, posteriormente los treinta asistentes se repartieron en los
coches para el regreso a Córdoba tras haber pasado un alegre día.
Para mí
ha sido una inmensa satisfacción que hayamos podido estar todos juntos en este Perol
Campestre como os tenía prometido el día de mi homenaje en el Mesón Moriles Pata Negra con
motivo de mi ingreso en la Cofradía de los Octogenarios, yo os agradezco a todos por vuestra presencia sobre todo en un día tan frío y tan desapacible como el que
nos hizo ayer martes día 05 de Marzo, las culpas se las debéis de echar a Manuel Borrego Centella que en representación vuestra fue el que le puso fecha.
También quiero agradecer de forma muy
especial a Félix García Carrasco y a Juan Gañán Bejarano por su colaboración ya que sin ellos hubiese sido
poco más o menos que imposible haber podido hacer un perol concentrando al amplio Grupo de los Raíles, dentro de sus variantes entre Los
Parsimoniosos, Los de la Cuchara, Los Épicos y los del Grupo de Pepe Fernández, también lamentamos la ausencia del Prior Pepe Romero Poyato y la
de José Luis Cosano Polonio pero sus ausencias están sobradamente justificadas.
¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!!
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