VEREDA DEL LLANO DE LOS MESONEROS-SENDERO PR-A 211-EL LAGAR DE LOS
PRADOS-VALDEJETAS-SAN JOSÉ DEL PUERTO ARTAFI-CINCO DUCADOS-CARRETERA CO-3402-SENDERO PR-A-342
SANTA MARÍA DE TRASSIERRA-PASOS 32.262.
SENDERISTAS.-Avrelivs-J. Ruiz-Antº. Espejo-Agustín
López.
En el Bus con salida prevista de la Plaza de las Tres Culturas a las 7,20
h. nos desplazamos hasta el conocido Bar llamado Los Almendros en la carretera de Santa María de Trassierra para hacer una marcha casi
circular senderista cuyo interés era subir al conocido Puerto Artafi.
A los 7,40 nos apeamos frente del Bar Los Almendros, cruzamos la calzada, dimos un rodeo hasta localizar el lugar donde
se encuentra la vereda y da comienzo nuestra marcha andariega a través del Sendero SL-A 94/211 llamado Vereda
del Llano de Los Mesoneros-Puerto Artafi, esta vereda discurre entre
grandes dehesas de alcornocales, lugares estos donde normalmente abundan los
toros y vacas para la cría del ganado, solamente pudimos ver a los ternerillos en su lugar de apacentamiento y a distancia, posiblemente
sea más tarde cuando saquen a pastar a los adultos, eso no lo sabemos, lo cierto que no los llegamos a ver.
A lo largo de esta marcha bastantes fueran las cancelas y pasos
llamados canadienses que tendríamos que pasar además de abrir y cerrar al paso las cancelas, esta vez nos extrañó mucho la ausencia de los toros y vacas
En nuestro caminar llegó el momento que nos apareció en la distancia como
telón de fondo el monumental castillo de
la población de Almodóvar del Río, sin duda este pone la nota de belleza en el paisaje.
Según tenemos entendido los orígenes más remotos de este castillo proceden de un antiguo castro romano; pasados los siglos y durante la edad media fue sometido a distintas reformas y entre los años 1901 y 1936 fue restaurado a costa de su propietario el XII Conde de Torralba, ahora presume y luce majestuoso como si por el no pasarán los siglos, allí se celebran bodas, actos culturales, conferencias, siendo un bonito lugar para visitar
Los paisajes en este tiempo del estiaje no vienen a ser lugares precisamente de mucha belleza, los
que van apareciendo una y otra vez están totalmente secos y amarillentos, ahí dejo algunas fotos que así lo demuestran, incluyendo los secos
lechos de los arroyos, donde bien se
aprecia la sequia que tenemos encima, allí ya no crecen ni las malas hierbas.
En torno a las 8,50 nos detuvimos en uno de aquellos solitarios parajes para tomar el refrigerio, lugar este donde otras veces hemos oído el bramido de los toros pero esta vez nada.
No mucho tiempo permanecimos aquí, ni tampoco es cuestión de estar con el reloj en mano para ver los minutos empleados en tomar el refrigerio, estamos acostumbrados a ser breves en estos menesteres, yo diría que somos bastante rápidos - más que nada por tener que tomar el Bus para el regreso a las 12,45 en el destino.
Llegó el momento de reanudar el camino a través de continuas y onduladas
veredas que se alternan con subidas y bajadas que no precisan
de mucho esfuerzo,
hasta tomar aquella que sube al Puerto Artafi, esta ya es otra cosa y merece cierto respeto.
Nos detuvimos con brevedad en el cruce de caminos cuya señalización indica
a la izquierda hacía Almodóvar del Río y
a la derecha hacía el sendero PR-A 211, tomamos este último y a partir de este
momento nos cambió la vegetación del terreno ya iba comenzando la presencia de verdes
castañares y olivos, asimismo una huerta de buen aspecto, bien preparada y mejor trabajada donde abundaban las plantaciones de tomates y otras hortalizas así como diversos árboles frutales destacando entre ellos los bonitos y hermosos perales.
A partir de aquellas huertas la vereda discurre a través de una
empinada cuesta bien cubierta en ambos lados por un bosque de verdes castaños que llegan a formar un
tupido y verdadero arco en su cúspide, luego nos aparecería a la izquierda el
Cortijo de Valdejetas,este se encontraba en estado de mantenimiento y conservación, se trata de un coto privado de caza mayor.
Seguimos
subiendo la cuesta que prosigue envuelta entre los verdes ramas pudiendo ver que ya contienen esa especie de erizos donde se encuentran encerrados sus frutos, sus altas ramas dan sombra al camino también existe algún que otro acceso metálico que al parecer pertenece al
Cortijo “Cinco Ducados”, apreciando que por
allí bajaba un grupete de ciclistas; ya no éramos nosotros los únicos que por allí andaban.
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Luego vendría la subida hacía el Puerto Artafi en iguales condiciones respecto a la arboleda y al paisaje, lo cierto que el nombre de este lugar incita a pensar tratarse de algún puerto de alta montaña en carretera pero no es así ni mucho menos, se trata de una dura subida a través de un sendero terrizo que culmina en un llano en las inmediaciones
de la finca llamada Artafi.
De un tiempo a esta parte hemos ido apreciando
que ya no existe el cartelito con el nombre de la finca en la puerta, no es que tenga importancia, pero en este lugar y junto
a este rótulo era preceptivo detenerse para restituir las pulsaciones por el
esfuerzo realizado durante la subida, es lugar de hacerse la foto ante la portada de la finca de tan sonoro nombre de Artafi, tiempo atrás llegó a ser algo así como un trofeo no al
alcance de cualquiera, para luego decir ech. mucho cuidado que yo he subido al Puerto Artafi, llegó a tener mucha fama en el mundillo senderista en otros años, ya suena bastante menos.
Posiblemente se deduce que a los dueños de aquella finca algo les
llegó a molestar al proceder a la retirada del bonito cartelito que tenía - desdeluego es el lugar adecuado para tomarse un respiro y de espera para el reagrupamiento entre los de paso ligero y los más lentos.
Ahora todo aquello que hubimos subido había que bajarlo, más adelante y
hacía lado izquierdo dimos vista a un desvío cuya señalización indica llamarse
Castripicon, este lugar no estaba dentro de nuestras pretensiones, ni
tampoco teníamos conocimiento de aquello, circunstancia por la que proseguimos
bajando por aquel terrizo camino hasta
llegar a enlazar con la carretera CO-3402, por allí proseguimos adelante con el
cielo amenazante de tormenta, sonaron truenos y relámpagos, no tardó mucho en caer una ligera y tímida llovizna que
nos vino a refrescar el cuerpo pero fue de tal brevedad que no dio tiempo a disfrutar de ella.
Luego encontramos el sitio donde se
inicia el sendero PR-A- 211, con sus
baches y sus piedras decidiendo tres senderistas caminar por aquel lugar, otro del grupo de nombre romano prefirió seguir
el camino a través de la carretera de escaso tráfico y andando a toda marcha salió en busca de los Llanos de Arjona, primero y de
Santa María de Trassierra después para llegar a las 11,50 h.
A través del sendero los tres caminantes llegaron a Santa María de Trassierra a las 12, h. tras la reagrupación quedaron los cuatro caminantes a la espera del Bus con salida prevista a las 12,45 h.
En el supermercado de aquel lugar compramos las bebidas refrescantes (cervecita fresquita) y un paquete de patatas fritas, Agustín sacó del zurrón envueltos en papel albal unos triangulitos de queso que hicieron las delicias de los caminantes.
Luego Agustín tuvo el deseo y capricho de retratarse en la fuente del pueblo, teniendo como telón de fondo a la réplica del elefante asiático cuyo original se encuentra en el Museo Diocesano de la ciudad, el chico se subió en el pedestal y dijo ¡¡¡Aurelio hazme una foto!!! aquí, y ahí quedó el hombre inmortalizado por un poco de tiempo.
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