PASAJES
HISTORICOS DEL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA-VISTO POR DON LUIS
MIRANDA PODADERA EN SU LIBRO NOCIONES DE PALEOGRAFÍA.
Cuando
era Cervantes un humilde alcabalero (recaudador de impuestos), que erraba por esos
pueblos exigiendo la exacción de
diversos tributos y gabelas, osó dirigir
un honesto requiebro a cierta joven, extraordinariamente bonita, al tiempo que salía
de la iglesia de Argamasilla de Alba. La dama era nada menos que la hermana del
señor feudal de la Villa, D. Rodrigo de Pacheco, por lo que Cervantes fue preso en una cueva de la casa del alcaide
Medrano.
En
aquella inmunda zahúrda sin más luz que
la de un pequeño intersticio o claraboya, escribió Cervantes los primeros
capítulos del Don Quijote de la Mancha, cuya edición príncipe fue impresa en
Madrid en la imprenta de Juan de la Cuesta. Se puso a la venta en enero de
1.605. Contaba entonces Cervantes cincuenta y ocho años.
Esta
novela española es quizá la obra literaria más grande que ha engendrado el entendimiento
humano, porque es la única en que se unieron
en grado sumo, la más fecunda imaginación, la razón más equilibrada y el
estilo más acabado. Es el libro que originó mayor número de traducciones, sin
que alguno le aventaje. Los ejemplares fueron leídos siempre con fruición,
divulgándose las hazañas de sus antagónicos personajes
.
Echad un vistazo al libro y veréis la originalidad de Cervantes, que pone de relieve los humanos vicios y virtudes personificando la incesante pugna del idealismo con el realismo en sus dos héroes simbólicos, Don Quijote y Sancho.
Don Quijote es un enfermo visionario que se esfuerza en idear un mundo inexistente, y Sancho, un bonachón y babuno palurdo, cuyas materiales inclinaciones le llevan solamente a satisfacer sus apetitos.
Don Quijote corrige a su escudero la bajeza del modo de pensar, mientras el ignorante Sancho se ríe de la ridiculez que supone la romántica y caballeresca exaltación de su amo.
Don Quijote discute embebido en la doctrina y erudición de una constante lectura. Sancho basa sus argumentos en la experiencia de la vida, y los expresa en refranes que son la filosofía del pueblo.
De la
manera expuesta reseña Cervantes cuán lejos de la perfección están ambos
extremos.
Sus áureas
páginas son como un inagotable venero en que se saborea
abundante filosofía, lecciones de política, sana moral, fábulas
ingeniosas, interesantes aventuras y motivos de alegría y de tristeza; todo
sahumado por la prestancia de un mágico lenguaje, de rancio y vigoroso corte
castellano.
En bellas
descripciones, desfilan ante nuestros ojos, en abigarrado torbellino, todas las clases de la sociedad.
Es en suma,
la empírica novela de un Genio que vino a dar al traste con las enrevesadas
extravagancias de los Libros de Caballerías.
Nota.- En la madrileña calle Atocha, 87 se imprimió la edición príncipe de la primera parte de Don Quijote de la Mancha en el año 1604 y el día 12 de
abril de 1605 vendió Cervantes el privilegio del Quijote a Francisco de Robles,
librero del Rey.
La
segunda parte de esta novela se publicó en 1615.
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