Las Ordenanzas del Rey Carlos III aquellas que estuvieron en vigor hasta los años setenta del pasado siglo XX y cuyo exacto nombre eran “Ordenanzas de S.M. para el régimen de Disciplina. Subordinación y Servicio de los Ejércitos”.
Estas fueron publicados en 1768, con un numeroso articulado que algunos de ellos nos vimos en la obligación y necesidad de aprenderlos memorialmente.
En el Tratado II, Título II y en su artículo V que era el más pegadizo para su memorización, todavía permanece en la retina como si fuera una canción bien aprendida, éste decía lo siguiente:
“El Cabo como jefe más inmediato del soldado se hará querer y respetar de él, no le disimulara jamás las faltas de subordinación, infundirá en los de su escuadra amor al oficio y mucha exactitud en el cumplimiento de sus obligaciones.
Será firme en el mando, agraciado en lo que pueda, castigará sin cólera y será comedido en sus palabras aun cuando reprenda”.
DISCIPLINA, FIRMEZA Y RESPETO
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