domingo, 2 de febrero de 2025

AVENTURAS DE DON MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA.

                 MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA (1547-1616).



Un joven poeta de veintiún años, discípulo de López de Hoyos, tuvo un duelo a espada con el maestro de obras Antonio Sigura, y lo hirió. 


Para escapar de la justicia del Rey se introdujo en el séquito del Cardenal Acquaviva que salía de Madrid para Nápoles 



Así dieron comienzo las aventuras de Miguel de Cervantes, que lo llevaron a la cabeza de las letras hispanas, pero que también, y menos conocido, hicieron de él un héroe ejemplar tanto en la victoria como en el infortunio. Si lo que cuenta el cautivo de Argel en el Quijote es autobiográfico, como parece ser que,  Cervantes escribió de sí mismo.



Alcancé a ser alférez de un famoso capitán de Guadalajara llamado Diego de Urbina, y al cabo de algún tiempo que llegué a Flandes, se tuvo nuevas de la liga que la Santidad del Papa Pio Quinto, de feliz recordación, había hecho con Venecia y con España, contra el enemigo común, que es el famoso turco. El cual en aquel mismo tiempo había ganado con su armada la famosa isla de Chipre, que estaba del dominio de venecianos.




Supuse ser cierto que venía para general de esta liga el serenísimo don Juan de Austria, hermano natural de nuestro rey don Felipe II, se divulgó el grandísimo aparato de guerra que se hacía,  todo lo cual me incitó y conmovió el ánimo y el deseo de verme en la jornada que se esperaba.

Digo en fin, que yo me hallé en aquella felicísima jornada… y aquel día, que fue para la cristiandad tan dichoso, porque en él se desengañó el mundo y todas las naciones del error en que estaban creyendo que los turcos eran invencibles por el mar,  aquel día, digo, donde quedó el orgullo y soberbia otomana quebrantada, entre tantos venturosos como allí hubo (porque más ventura tuvieron los cristianos que allí murieron que los vivos y vencedores quedaron), yo solo fui el desdichado,  en cambio de lo que pudiera esperar, si fuera en los romanos siglos, alguna naval corona, me vi aquella noche que siguió atan famosa día con cadenas a los pies y esposas a las manos (Quijote,  39).




Cervantes estuvo en Lepanto con la compañía de Urbina en la galera La  Marquesa y aunque enfermo y con fiebres insistió en pelear y estuvo en primera línea constantemente , En las galeras combatía desde la proa , con los pies sobre un tabladillo  cada vez más estrecho llamado arrumbada, para abrirse camino con la espada a la proa de la galera  enemiga .

No es extraño que el día de Lepanto recibiera tres disparos de arcabuz, dos en el pecho y uno en la mano izquierda  que se la dejó inútil para toda la vida, pero Cervantes no se retiró del ejército a causa de los heridas, sino que siguió en activo como soldado aventajado, es decir hombre que tenía un complemento de sueldo por haberse distinguido en la batalla.  Cervantes dejó la compañía de Urbina y pasó a la Ponce de León, con quien estuvo en las conquistas de la Isla de Navarino (Navarin), Túnez, La Goleta,  y Corfú.  Durante  los inviernos de estos años, el Tercio  de Cervantes estuvo de guarnición en Sicilia, Cerdeña y Nápoles.



En 1575 pidió y obtuvo licencia, que le concedió don Juan de Austria con palabras elogiosas. Salió para España llevando entre sus papeles de servicios las cartas de Don Juan de Austria  y  del Duque de Sessa, descendiente directo del Gran Capitán Fernando Fernández de Córdoba,  probablemente acudía a la Corte con la esperanza de obtener patente  de capitán y conducta para levantar una compañía.




Una tormenta dispersó las naves de la flotilla  cerca de la costa catalana, y el barco que venía Cervantes  fue apresado por los piratas de Argel.



Los papeles elogiosos que llevaba hicieron  subir el rescate de Cervantes, los piratas pusieron un alto precio a aquel valiente soldado, nada menos que quinientos ducados, más de dos kilos de oro. Era una suma imposible de reunir pero que tuvo la virtud  de proteger a Miguel de Cervantes, y convertido en posesión valiosa  que había que guardar con esmero.

Cervantes fue durante cinco años adalid de los miles de cristianos presos  en Argel, treinta mil solo en aquella ciudad, se escapó en 1576 a la cabeza de un puñado de españoles para llegar a Orán, que era plaza española, pero los argelinos los capturaron, les pusieron hierros y empalaron al guía.

Al año siguiente se escapó nuevamente y estuvo escondido cinco meses en una cueva hasta que un renegado le traicionó.


En 1578 organizó una sublevación de cautivos y escribió al general español de la fortaleza de Orán  animándolo a que atacara Argel, que ellos se sublevarían, no obstante la carta fue interceptada y a él lo castigaron a dos mil azotes, pero que no se los llegaron a dar al ser un prisionero de mucha valía.




En 1579 organizó una nueva fuga de sesenta españoles en una fragata; de nuevo los traicionó un renegado. Esta vez el Bajá decidió enviarlo a Constantinopla, donde se encarcelaban los cautivos principales y de donde no había escapado ninguno, pero antes de embarcar llegó el rescate de manos de los sacerdotes trinitarios,  que llegaron a reunir los quinientos ducados.


El 27 de octubre de 1580 el soldado Cervantes llegó a España y se presentó al Rey  que lo envió a Orán como agente secreto, siendo la última misión  que tuvo como soldado, tenía treinta y tres años.

A partir de entonces su vida, siempre agitada y con poca suerte se desarrolló en España, entre la república de las letras y la búsqueda de un empleo para poder sobrevivir. El año 1584 fue grande para Cervantes, pues ese año tuvo a su hija Isabel, consuelo de su vejez, se casó en Esquivias con otra mujer distinta  de la madre de su hija.

A mediados de septiembre de 1584, Catalina, soltera, de edad de 18 años, conoció a Miguel de Cervantes cuando este acudió a la residencia de Juana Gaitán, viuda de Pedro Laínez, amigo de Cervantes, con la intención de recoger un poemario, "el Cancionero", del que era autor su amigo difunto, y publicarlo. Para ello, el día 22 de septiembre de dicho año, sábado, Juana Gaitán firmó un poder en favor de Miguel de Cervantes, en presencia del procurador Ortega Rosa, llegado de Madrid expresamente para este acto.

Durante este periodo, Juana Gaitán presentó a Catalina, al futuro autor de Don Quijote. Tres meses más tarde, Cervantes y Catalina se desposaron en la Parroquia de Santa María de la Asunción del lugar de Esquivias, aunque no se celebraron sus velaciones, de conformidad a lo contemplado en el Concilio de Trento.

En lo sucesivo la vida de Cervantes estuvo relacionada  entre Esquivias pueblo de su mujer  Toledo, Sevilla y Madrid.

Trabajó para el comisario encargado  de copiar los abastecimientos para la Armada Invencible, lo que le costó dos excomuniones por requisar el trigo de unos eclesiásticos, en Castro del Río (Córdoba) fueron las autoridades locales las que lo encerraron, el que requisaba el trigo no caída bien a nadie.

Más adelante se ocupó como recaudador de impuestos  de cobrar tributos atrasados, cuando la quiebra del banquero que le guardaba los ingresos lo llevó a la cárcel hasta que se aclaró su inocencia..

En total Cervantes estuvo encerrado cinco años en Argel y otra media docena de veces en cárceles españolas. Fruto de estos viajes  y de sus forzosas estancias en la cárcel fue el Quijote, que publicó en 1605 y que enseguida se convirtió en acontecimiento mundial. Se trasladó a vivir cerca de su  impresor Tenía cerca de sesenta años.

Hizo como Lope de Vega  con quien tan duras palabras se había cruzado, e ingresó en la Cofradía  del Santísimo Sacramento y en la Orden Tercera  de San Francisco, dos asociaciones  de laicos que querían mejorar su vida espiritual.



No dejó de escribir, tenía sesenta y seis años cumplidos cuando publicó el Teatro y Las Novelas Ejemplares.

En 1605, el año antes de su muerte, publicó la segunda parte del Quijote.

Cuatro días antes de morir el diecinueve de abril de 1616 escribió la sobrecogedora dedicatoria de Persales y Segismundo.

Murió el veintidós de abril; Shakespeare había muerto diez días antes, pero como los ingleses aún el viejo calendario, suele leerse  que murieron el mismo día. No es verdad, pero casi cierto

 

 


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