Madrid 11 de diciembre de 1474, muere en esta ciudad el rey de Castilla Enrique IV el Impotente. La figura de este rey castellano ha sido objeto de muchas controversias tanto en lo que se refiere a sus habilidades como monarca en el ejercicio del cargo como sus bondades progenitoras.
Casó en primeras nupcias con Blanca de Navarra, como un peón
más para colaborar en la alianza que proporcionaba Navarra n las luchas contra
Álvaro de Luna, al que se oponía Enrique. Al parecer este matrimonio no llegó a
consumarse por impotencia de Enrique. Se proclamó la disolución del enlace,
tras un clamoroso proceso dirigido por el obispo de Segovia y que confirmó más
tarde el Arzobispo de Toledo, en el que figuraron en las atas los exámenes periciales, según los cuales la infanta seguí
en estado de doncellez.
Enrique IV
contrajo segundo matrimonio, en Córdoba con Juana de Portugal hermana de
Alfonso V.
Aquí se
alegraría también la presunta impotencia del monarca, lo que, junto con la vida
licenciosa de la reina, llevó a tachar de bastarda a su única hija Juana, endilgando
la paternidad al noble Beltran de la Cueva.
A este
respecto los historiadores se enzarzaron en disputas sobre la acusación. Para
Sitges, no cabe poner en tela de juicio la virilidad de un rey bondadoso y
desgraciado, mientras Ossorio y Gallardo siempre defendió los derechos de
Isabel.



