jueves, 15 de febrero de 2018

ENTRE MOROS Y CRISTIANOS JUEVES DÍA 15 D FEBRERO DE 2018


                   
                                       


Pasó el tiempo ya estábamos en el año 779 cuando Abderramán I apodado el  Emigrado tomara una tremenda verraquera con el príncipe visigodo llamado Ardabastro del reino de Tudmir en tierras orcelitanas del levante español. 

Abderramán rompió el pacto y capitulación establecido por el hijo de Muza llamado Abdalaziz y  el príncipe Teodomiro; años antes  fueron  ocupadas bastantes fortalezas y castillos y abolido casi todo aquel territorio del condado visigodo de Tudmir, como consecuencia se produjo el destierro del príncipe godo Ardabastro y  la invasión prosiguió avanzando  hacia Alacant y  toda la franja levantina   que configura el litoral mediterráneo hasta llegar a Valentia.

  

Transcurrido el tiempo Ardabastro marchó a Córdoba capital del emirato  a entrevistarse con                                                              el emir - según                                                              cuentan algunas historias y leyendas  le habló con rabia pero respetuosamente respecto a la invasión, tras dura dialéctica convenció a Abderramán I para restituir su condado.


Aquella  situación duraría  más de 50 años pero  pasado el tiempo  tras  las incompatibilidades     y distintas              creencias                                                                       religiosas  entre árabes y cristianos llegaron a enrarecerse  las convivencias  de tal modo que no pasaría  ni un solo día sin haberse producido alguna que otra reyerta y diaria matanza en aquel Condado.



 Ya estábamos en tiempos  de Abderramán II cuando este le comentaba    al general Gadir ibn Malik de las tropas califales no fiarse  de los rebeldes de la Orihuela del Ravenate, decía esos son descendientes de Tudmir y de los godos así como del  yemení Abusamaj Arráez, ya  han tratado de engañarme otra vez; disponga   lo conveniente y necesario para hacer una ciudad nueva de carácter militar próximo al río Segura y aproveche la altura del cerro de  Monteagudo que dista de Orihuela solo nueve leguas, allí  construirá dos castillos y dos alcazabas aproveche las ruinas del castro romano que este es  un lugar privilegiado  y estratégico donde  mantendremos la tropa donde se podrá  observar los movimientos del enemigo, esa será la forma más eficaz de rendir de una vez por todas  a esos cristianos visigodos de la  Ariola  del Ravenate y así  fue como comenzó a  gestanse la construcción de la  Medina Mursiya  en el año 825 actual ciudad de  Murcia.
 No se entretenga en construir la nueva ciudad,  no será difícil,  son  llanos  espartarios  cerca del río Segura  donde se podrá obtener la materia prima para la confección de toda suerte de aparejos y de objetos manuales y agua, la sierra igualmente cercana con grandes montañas para la extracción de piedra;  aquí en este lugar  señalándole en un mapa topográfico será el lugar idóneo para la construcción de la  nueva ciudadela.
                                                         


Lleve a todo el personal necesario y  eche mano  para la construcción a gentes de Cieza, Ricote, Caravaca, Mula y Cehegín, no lleve gente de Jumilla, estos son muy aficionados al caldo del vino y su consumo, en nuestra religión es mortal pecado, además  enturbia el entendimiento y enaltece los ánimos, a pesar de ser una impopular medida pero  no es mi  deseo que  contaminen a nuestras  tropas y adquieran esa afición a tan nocivos bebedizos que tanto gustan en  los reinos cristianos; ya tengo las experiencias con la  gente de Montilla que bastantes siglos antes causara a Pompeyo y a Julio Cesar con los enfrentamientos  guerreros cerca de  Montilla  por aquellos lejanos siglos se llamaba Munda;estas dos  ciudades de Montilla y Jumilla riman en sus nombres, por algo será, además las dos poblaciones son cultivadoras de  generosos y buenos caldos vinícolas.

  

En caso de  urgente necesidad puede echar mano a gentes de Eliocroca (Lorca),  escuche bien, no  olvide decir a los alarifes y de más gente del ramo de la albañilería  que quiero una ciudad a la moderna, nada de chapucerías pueriles, ahí  hay buena tierra, el sol calienta pero no achicharra, mande hacer  buena captación y mejor distribución de las aguas del río,  haced una gran red de acequias, azudes,  azarbes y aceñas de tal  modo que permita el riego de todas esas zonas desérticas y espartarías; nosotros haremos de estos inhóspitos lugares y páramos desérticos  verdaderos vergeles que darán mucha riqueza; después se repartirá el terreno en régimen de tahúllas (1) para su explotación entre los licenciados y enfermos  de esta guerra. 



En nombre de Alá cambiaremos la faz de esa  blancuzca tierra que solo produce esparto, habrá riqueza y trabajo y obtendremos los mejores árboles frutales de todo el orbe, cosecharemos  verduras en cantidades exorbitantes, eliminaremos  esa insana costumbre de consumir carnaza de cerdo, construiremos un murallón y malecón para la contención del agua e impedir que  las crecidas del río alcancen a la ciudad, esta se rodeará con fuertes y altas murallas y  torreones vigías, en el castillo de Monteagudo tendremos la retaguardia de la soldadesca.




Nota.- En la crónica del moro Rasis, dice “tratando Abdeléciz ben Catán, se lee”: <<En esto vino al rey con pieca de su gente para Cartagena que aun entonces era de Cristianos, et ganóla, et después de ganada, fue en ella entregado>>. Es verdad que el nombre de Cartagena no suena entre las ciudades o capitales mencionadas en el famoso tratado; más es indudable que se hallaba dentro de aquel territorio y comprendida en el condado o jurisdicción de Orihuela. (Historia de los árabes en España.
(1). En Almería, Granada y Murcia, medida agraria usada principalmente para definir tierras de regadío, equivalente cada una a 1.118 m2. 
                                           HISTORIAS Y LEYENDAS DEL  PASADO

                                                            
                                                                               



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