jueves, 11 de octubre de 2018

MARTES DÍA 09 DE OCTUBRE DESPLAZAMIENTO A JIENENSE POBLACIÓN DE CAZORLA PARA HACER UNA MARCHA SENDERISTA A TRAVÉS DEL SENDERO GR 247 CON ÁNIMO DE SUBIR A LA CUMBRE DEL GILILLO PUNTO GEODÉSICO.


                         
                         Córdoba, martes día 09 de Octubre de 2018

CAZORLA (JAÉN)-ERMITA VIRGEN DE LA CABEZA-LA IRUELA-PRADO REDONDO-CERRO DE LA LAGUNA- NAVAHONDO-PUERTO DEL TEJO-LA LAGUNILLA-REFUGIO DE LA ZARZA-EL SACEJO- -REGRESO POR  RIOGAZAS- ERMITA DE SAN SEBASTIAN-CASTILLO DE LA YEDRA- CARRETERA VIRGEN DE LA CABEZA. KM. 23


                                                              



Rutero.-  Juan Pastor Ayllón.

Senderistas.- Avrelivs- Pepe Fernández-Antº. Moreno Palos y Rafael Ábalos.

Desplazamiento a la población  de Cazorla en la provincia de Jaén reserva de la Biosfera, siendo el mayor espacio protegido de  España, estas  sierras forman parte del sistema Prebético- donde  realizamos una marcha senderista a través de uno de los senderos del GR- 247  hacía  el punto Geodésico del Gilillo  con una altura de 1.173  mts.

Después de aparcar el vehículo iniciamos la marcha a las 9 h.  a través de la ascendente  pista  que conduce a la Ermita Virgen de la Cabeza, lugar este donde hicimos una breve visita y desde donde conectamos con la pista que parte del Centro de la Iruela en las faldas  de la sierra.


En nuestro caminar pronto estaríamos contemplando las vistas que nos ofrece uno de los diversos Miradores y varias de las múltiples  panorámicas de esta  Sierra de Cazorla,  desde donde  pudimos observar   el esplendido  valle  formado por la Loma del Castillo y los farallones de la Peña de Los Halcones, al fondo resalta la belleza de la población  donde a  un lado aparece el Castillo de las Cinco Esquinas  sobre una meseta rocosa y el de la Yedra.  





Pronto reanudamos el camino ya que la marcha iba a ser larga y de dificultad alta en subida continua, llegó el momento de desviarnos del sendero hacía  una pedrera montañosa ante la curiosidad de ver de cerca  a una colonia de buitres leonados, estos   pronto se dejarían ver surcando el cielo y  dando vueltas y más vueltas  sobre nuestras  cabezas,  algo nos amedrantamos ante su cercana presencia y  dijimos vayámonos de aquí  cuanto antes, entre otras cosas porque   allí corría un gélido y tremendo ventarrón  y un cielo grisáceo  que nos hacía  presagiar  que pronto iba a dar comienzo una tormenta ante los truenos y relámpagos que por allí  se escuchaban retumbando y haciendo ecos en la montaña algo  extraordinario a  lo que no estamos acostumbrados.  



Rectificamos el rumbo  hasta situarnos nuevamente en el GR 247, dejamos en paz a los buitres ya que  su visión no era muy agradable a la vista, y en marcha nuevamente  en busca del Puerto del Tejo, en este lugar hicimos breve parada para tomar el refrigerio, al poco rato  comenzó  a llover con cierta intensidad   y arreciando, la tormenta llegó   con sonoros truenos, alguno iba sin chubasquero y se puso de agua hasta las trancas, menos mal que el amigo Ábalos llevaba uno de reserva que hizo el apaño,   a medida que íbamos ascendiendo de altitud iba arreciando  la lluvia y también   la niebla, circunstancia por la que  hubimos de refugiarnos  en una especie de vieja  cabaña casi  hundida siendo  el refugio del Puerto Gilillo.
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A la vista de los acontecimientos atmosféricos  que acontecían y dados a los negros nubarrones que  rodeaban  al punto geodésico que ya lo teníamos a la vista optamos determinar   que en cuanto escampara tan solo un  poco  hacer el camino de regreso dejando para mejor ocasión la escalada al Pico del Gilillo.  

                                          Nos  faltó poder subir por la senda integrada en el GR-247, (sic) diseñada  por el ingeniero de montes Enrique Mackay, construida con la intención  de conectar las casas forestales de todo el parque natural, distribuyéndose a modo de arterias vitales dentro de este.  


En este sendero hay una senda que se dirige a los cortados del Chorro  debiendo estar atentos a la señalización  que poco a poco se va remontando entre pinos hasta llegar al Collado del Gilillo, donde es posible dar vista a Quesada,  Peal de Becerro y Jódar; la lluvia  y la niebla no permitió hacer mejor cosa que la que hicimos.  
                                                              

                                                                  


El regreso se hizo a través de los Castellones, el Collado de Cagahierro apreciando las formas caprichosas de las enormes rocas dando la sensación óptica  de estar colgadas unas sobre otras  guardando equilibrio y  sostenidas en  virtud de la propia naturaleza, luego vendría la Caseta del antiguo Control de Riogazas,
Fuente de Nacelrío para finalizar en la carretera Virgen de la Cabeza, lugar este donde  se encontraba el coche aparcado y en marcha hacía el casco urbano de Cazorla, dando por finalizada la marcha a las  15,30 h. un tanto pasada por agua.
 





                                                            
                                                        



                                                           

En el restaurante  del Hotel Limas  había sido  previamente  encargada la comida para cinco personas,  desde  por la mañana que allí estuvimos  desayunando, si bien dada las especiales circunstancias que concurrían respecto a la hora que se nos había hecho  un tanto atípica por parte nuestra y el horario del restaurante, siendo necesario que el amigo  Juan Pastor hiciese  una llamada telefónica para recordar nuestra ya cercana presencia.



                                                             


Tras la comida y un cafetito para despejar los efluvios, a las 17 el amigo Rafael Ábalos puso el coche en marcha y a las 19 h. estábamos nuevamente en la capital del Califato cordobés, pasamos un maravilloso  día  de excursión, sobre todo caminando por  bonitos parajes  entre montañas,   valles, crestones  y desfiladeros desconocidos por parte de alguno,  también  incluyendo las buitreras,  según tenemos  entendido  los vientos  que por algunos lugares soplan suelen ser   sempiternos pero deliciosos para los amantes de la naturaleza, al paso casi por Torreperojil , Rus y Canena trajeron a la memoria de alguno otros tiempos de juventud lozana y sus andanzas por aquellas poblaciones y por la vieja Castulo que en sus mejores tiempos fue capital de la Oretania donde el general cartaginés Anibal contrajo matrimonio con Himilce la princesa de aquella extensa  zona. 

                        

                                              ¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!!   

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