Córdoba, martes día 09 de Octubre de 2018
CAZORLA (JAÉN)-ERMITA
VIRGEN DE LA CABEZA-LA IRUELA-PRADO REDONDO-CERRO DE LA LAGUNA-
NAVAHONDO-PUERTO DEL TEJO-LA LAGUNILLA-REFUGIO DE LA ZARZA-EL SACEJO- -REGRESO
POR RIOGAZAS- ERMITA DE SAN
SEBASTIAN-CASTILLO DE LA YEDRA- CARRETERA VIRGEN DE LA CABEZA. KM. 23
Rutero.- Juan Pastor Ayllón.
Senderistas.- Avrelivs- Pepe Fernández-Antº. Moreno Palos y
Rafael Ábalos.
Desplazamiento a la población de
Cazorla en la provincia de Jaén reserva de la Biosfera, siendo el mayor espacio
protegido de España, estas sierras forman parte del
sistema Prebético- donde realizamos una marcha senderista a través
de uno de los senderos del GR- 247 hacía el punto
Geodésico del Gilillo con una altura de 1.173 mts.
Después
de aparcar el vehículo iniciamos la marcha a las 9 h. a través de la
ascendente pista que conduce a la Ermita Virgen de la
Cabeza, lugar este donde hicimos una breve visita y desde donde conectamos con
la pista que parte del Centro de la Iruela en las faldas de la sierra.
En nuestro caminar pronto
estaríamos contemplando las vistas que nos ofrece uno de los diversos Miradores
y varias de las múltiples panorámicas de esta Sierra de
Cazorla, desde donde pudimos observar el
esplendido valle formado por la Loma del Castillo y los
farallones de la Peña de Los Halcones, al fondo resalta la belleza de la
población donde a un lado aparece el Castillo de las Cinco
Esquinas sobre una meseta rocosa y el de la Yedra.
Pronto reanudamos el camino ya
que la marcha iba a ser larga y de dificultad alta en subida continua, llegó el momento de
desviarnos del sendero hacía una pedrera
montañosa ante la curiosidad de ver de cerca a una colonia de buitres leonados, estos pronto
se dejarían ver surcando el cielo y dando
vueltas y más vueltas sobre
nuestras cabezas, algo nos amedrantamos ante su cercana
presencia y dijimos vayámonos de aquí cuanto antes, entre otras cosas porque allí
corría un gélido y tremendo ventarrón y un
cielo grisáceo que nos hacía presagiar que pronto iba a dar comienzo una tormenta
ante los truenos y relámpagos que por allí
se escuchaban retumbando y haciendo ecos en la montaña algo extraordinario a lo que no estamos acostumbrados.
Rectificamos el rumbo hasta situarnos nuevamente en el GR 247, dejamos en paz a los buitres ya que su
visión no era muy agradable a la vista, y
en marcha nuevamente en busca del Puerto
del Tejo, en este lugar hicimos breve parada
para tomar el refrigerio, al poco rato
comenzó a llover con cierta
intensidad y arreciando, la tormenta llegó con
sonoros truenos, alguno iba sin chubasquero y se puso de agua hasta las trancas, menos mal que el amigo Ábalos llevaba uno de reserva que hizo el apaño, a medida que íbamos
ascendiendo de altitud iba arreciando la
lluvia y también la niebla,
circunstancia por la que hubimos de
refugiarnos en una especie de vieja cabaña casi hundida siendo el
refugio del Puerto Gilillo.
.
.
A la vista de los
acontecimientos atmosféricos que acontecían y dados a los negros nubarrones que rodeaban al punto geodésico que ya lo teníamos a la vista optamos
determinar que en cuanto escampara tan solo un poco hacer el camino de regreso
dejando para mejor ocasión la escalada al Pico del Gilillo.
Nos faltó poder subir por la senda integrada en el GR-247, (sic) diseñada por el ingeniero de montes Enrique Mackay, construida con la intención de conectar las casas forestales de todo el parque natural, distribuyéndose a modo de arterias vitales dentro de este.
En este sendero hay una senda que se dirige a los cortados del Chorro debiendo estar atentos a la señalización que poco a poco se va remontando entre pinos hasta llegar al Collado del Gilillo, donde es posible dar vista a Quesada, Peal de Becerro y Jódar; la lluvia y la niebla no permitió hacer mejor cosa que la que hicimos.
El regreso se hizo a través de
los Castellones, el Collado de Cagahierro apreciando las formas caprichosas de las
enormes rocas dando la sensación óptica de
estar colgadas unas sobre otras guardando equilibrio y sostenidas en virtud de la propia naturaleza, luego vendría
la Caseta del antiguo Control de Riogazas,
Fuente de Nacelrío para
finalizar en la carretera Virgen de la Cabeza, lugar este donde se
encontraba el coche aparcado y en marcha hacía el casco urbano de Cazorla,
dando por finalizada la marcha a las 15,30 h. un tanto pasada por
agua.
En el restaurante del Hotel Limas había sido
previamente encargada la comida
para cinco personas, desde por la mañana que allí estuvimos desayunando, si bien dada las
especiales circunstancias que concurrían respecto a la hora que se nos había hecho un tanto atípica por parte nuestra y el horario del restaurante, siendo necesario
que el amigo Juan Pastor hiciese una llamada telefónica para recordar nuestra ya cercana
presencia.
Tras la comida y un cafetito para despejar los efluvios, a las 17 el
amigo Rafael Ábalos puso el coche en marcha y a las 19 h. estábamos nuevamente en
la capital del Califato cordobés, pasamos un maravilloso día de excursión, sobre todo caminando por bonitos parajes entre montañas, valles, crestones y
desfiladeros desconocidos por parte de alguno, también incluyendo las buitreras, según tenemos entendido los vientos que por algunos lugares soplan suelen ser sempiternos pero deliciosos para los amantes de la naturaleza, al paso casi por Torreperojil , Rus y Canena trajeron a la memoria de alguno otros tiempos de juventud lozana y sus andanzas por aquellas poblaciones y por la vieja Castulo que en sus mejores tiempos fue capital de la Oretania donde el general cartaginés Anibal contrajo matrimonio con Himilce la princesa de aquella extensa zona.
¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!!
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