lunes, 16 de septiembre de 2019

LAS LLUVIAS EN LA REGIÓN DE MURCIA Y SUS DESASTRES

                           EL RÍO SEGURA
Y LAS LLUVIAS EN LA REGIÓN DE MURCIA


        Córdoba, lunes día 16 de septiembre de 2019
                                       

                                        
Las lluvias en la Comunidad murciana.

                                         
El Alto del Almorchón en Cieza.


Por las sierras de Hellín, Moratalla, Tobarra, Calasparra, Cieza, Blanca y Archena,  no suele  llover  con frecuencia,   pero cuando lo hace   torrencialmente las aguas  bajan    en forma de arrolladores  turbiones hacía las ramblas, ramblones, ramblizos y rambletas,  así les llaman  los lugareños, según  sean de mayor o menor dimensión, de ahí esos nombres en términos aumentativos y diminutivos,  luego   van a parar al cauce del río Segura siendo estas incrementadas  al recibir  las   del río Mundo después de  regar los arrozales calasparreños.
Arrozal Calasparreño.
Por estas zonas y en pocos  kilómetros cambian las costumbres y los modismos del habla, es fácil oír a murcianos con giros manchegos  de finas eses en la zona del altiplano, también en  Cieza, Calasparra y  Hellín,  luego más abajo  adquiere el habla clásica murciana  y sus clásicos  diminutivos, se trata de un habla  que no es andaluza, ni tampoco manchega, la ese final  la suele omitir salvo excepciones.
                                           
                                                                             
El  Río Alto del Almorchón en Cieza siempre vigilante del Río.

 El principal caballo de batalla que ha presentado tradicionalmente el río Segura siempre fue el frecuente riesgo de inundaciones que vienen motivadas por el propio carácter hidrográfico de la cuenca, por sus características morfológicas y climáticas que le dan una escorrentía inestable e irregular, siendo capaz de provocar largos periodos de estiaje, así como fuertes y peligrosas crecidas,  estas se dejan sentir normalmente en los meses de septiembre, octubre y primavera motivadas por  las torrenciales lluvias de escaso tiempo de duración pero destructoras.
                                   
Las ruinas de la ciudadela Almohade de Medina Siyasa en Cieza.
       

 Sigue el río el avance, abandonando tierras ciezanas donde en todo el alto del Almorchón  se encuentran las ruinas de la ciudadela almohade de Medina Siyasa, estos ciezanos siempre fueron maestros en las artes  manufactureras del esparto, muy de moda en aquellos años de la siega del pan y tocino, abundaban  personas de misa dominguera con traje nuevo aunque tuviera más años que el mismísimo Matusalén, a la salida de la iglesia compraban el periódico en algún kiosco guardándolo debajo del brazo y ni siquiera lo leían, ello les daba gravedad e importancia,  otros se iban a echar la  partida al caliche sobre todo los de la huerta, también  los había aficionados a tomar “chatos de tinto” de tasca en tasca, hablaban con pasión de fútbol en distendidas y amenas charlas. 

                                 
Echando la partida al Caliche.

En este su discurrir, ahora más bien lento y  parsimonioso que otra cosa, le están esperando los del Valle de Ricote que configuran lo que yo de forma muy particular doy por llamar “La Comarca de las siete Villas”, configuradas por Abarán, Blanca, Ojós, La Losilla, Ulea, Villanueva y Ricote.

                      
Riada del río Segura.
                                        
A estas crecidas como es lógico también  ayudan en gran medida los propios afluentes del río Segura, siendo los ríos  Mula, Quipar, Argos y Guadalentín, estos dos últimos también son carácter irregular.

                                       
Rambla del Judio.

El río Mula nace de la confluencia de varias ramblas y arroyos lo que le da un marcado carácter torrencial a lo que contribuye su fuerte pendiente, todo ello hará que sus avenidas sean verdaderas avalanchas de agua.
                             
                                                               
Huertas arriadas.

También es frecuente  que el río Guadalentín en sus avenidas inunda tradicionalmente los llanos de Sangonera en la confluencia con Alcantarilla, su desembocadura forma un delta que a menudo suele estar cegado a pesar de las anuales limpiezas llamadas  mondas.

Pueblos afectados por la riada.
Estas avenidas suponían y suponen una amenaza permanente en las bajas tierras murcianas que arrasaban y siguen arrasando  las vegas con sus cultivos, incluso era motivo de grave amenaza para la seguridad de los núcleos de población.             
                                                   
Embalse del Camarillas.
  De las inundaciones más importantes que azotaron estas comarcas destaca históricamente la de 1545, muy lejos queda el año de la cual quedan noticias en los archivos bibliotecarios de los anales históricos, de ellos  me he surtido  mediante las correspondientes consultas e investigaciones las que además de instruirme me producen entretenimiento y conocimiento de aquellas cosas de mi tierra que abandoné cuando tenía dieciocho años por motivos de trabajo.
                                                             
                                                       
Inundaciones.
En la confluencia de los ríos Segura y Guadalentín hubo un año que arrasó los pueblos de Alcantarilla, La Ñora, Puebla de Soto, una vez leí un  informe detallado mencionando  los males ocasionados por la riada,  abundando  que esta   entró en la villa de Alcantarilla afectando a  ciento cuarenta casas en aquellos años cuando la población era poco más o menos que una corraleta.
                                                                 
                                                                   
El agua no tiene freno..
Estas inundaciones han sido continuas a través de  la dilatada historia de la huerta murciana, inundaciones que en la mayoría de los casos no siempre fue un verdadero peligro para la población, sino que por el contrario y exceptuando las avenidas de grandes magnitudes eran beneficiosas  ya que aportaban los fertilizantes necesarios para la tierra; de hecho los núcleos de población nacen y viven en esas tierras sensibles a ser inundadas,  tierras que cultivan, lo que también supone un evidente riesgo en los casos de avenidas importantes.                 
                                         
La Cresta del Gallo en la Sierra de Carrascoy.
                                                                              
                                                         

Dentro del amplio valle del Segura, flanqueados por las estribaciones montañosas de  la Sierra de Carrascoy,  Moratalla  y  Espuña donde progresivamente   las grandes  pendientes del terreno se van suavizando  en los últimos puntos de la vega alta (Molina de Segura, Alguazas y Torres de Cotillas), hasta que entra en la zona tradicional de huerta donde la inclinación del terreno es muy ligera,  casi llana a partir de Jabalí, Alcantarilla, Puebla de Soto, el Rincón de Soto, Murcia, BeniajánBeniel,                                      Santomera etc.                           
Montes y Bosques.

Hace ya algunos años bastantes por cierto me entretuve en mi particular libro llamado Diálogo Jocoso entre el Río Segura y el Río Guadalquivir, siendo ahora   parte de lo que aquí y  ahora inserto en este mi Blog llamado Recortes y Rebuscos con el  fin de dejar aquí constancia tras los desastres ocurridos en Murcia  y su comarca con motivo de la gota fría ocurrida durante los días 13 y 14 de Septiembre del año 2019. 
                                            
Torre de la Catedral de Murcia.
Decía yo que en esta tierra murciana de mi nacimiento y toda su comarca entera,  en época de lluvias torrenciales se solía armar una que hasta el cupulín de la torre de la catedral madre del resto de las torres de su provincia se echaba a temblar cuando el río Segura se salía de madre, es decir cuando se desbordaba  del cauce, este causaba, espanto y miedo aterrador,  todo se lo llevaba por delante,  todas las escorrentías de las ramblas y arroyos más las aguas de sus zagales tributarios iban a parar al  cauce del río y el  desastre se producía  un año  sí y al siguiente también  pareciendo las huertas y los campos a las lagunas de Ruidera o Las Tablas de Daimiel.
Parejas de Huertanos murcianicos.
                                            
Embalse del Talave.

 Pobre gente aquella que por esa época les tocó vivir en la huerta, entonces  no había radio, ni teléfono, por supuesto que todavía no se había inventao la televisión, entonces  cuando llovía torrencialmente las gentes de la huerta se echaban a temblar, miraban al cielo y pedían clemencia, no había los embalses de retención  que hay hoy en día,  ni tampoco existía el canal del                                  Reguerón.                              

                                                       
Antigua barraca de la huerta murciana.

(A partir de aquí mañana se seguirá ilustrando con fotos.)
                                                             
La Caracola para dar el aviso de riada a los vecinos.

Los huertanos para poder  comunicar a sus vecinos que venía el “zumbio” arrasador de agua  como se decía, hacían sonar  una lúgubre caracola y así se iban transmitiendo de unos a otros la lamentable noticia, poniéndose después a salvo cada cual como podía, éstos como es lógico y natural buscaban los puntos más elevados, subiéndose a los tejados de las casas cuando los había, las más de las veces eran humildes barracas hechas de cañas y barro, encaramarse en todo lo alto  de los árboles podía ser la salvación de muchos, allá subían quienes podían y desde aquel terrible mirador contemplaban horrorizados como sus familiares perecían tragados por el fuerte caudal arrasador, sin esperanza alguna de salvación, rogando al cielo que dejase de llover y que pronto llegase el socorro navegador cartagenero.

       Un escritor de la tierra apellidado García Viñolas escribía este párrafo.
                                                                             
Huertanos.
“Para ser huertano, hay que saber amar, tener fe, mucha fe, y no perder nunca la esperanza, la huerta ama, la huerta cree y espera, espera”... ¡tantas cosas!  

                                                                     
Plaza e Iglesia de Santo Domingo.


Por algún sitio leí yo alguna vez que hubo un santico valenciano llamado Vicente Ferrer que venía  a Murcia a predicar en la plaza de Santo Domingo para convencer a los judíos  que se pasaran al bando de los cristianos, este dijo una vez  eres “Un                               lobo y un Ladrón”                           
Fachada Iglesia en Muria de Santo Domingo


Uno de Orihuela dado a escribir poesías llamado Miguel Hernández Gilabert, también dijo, era un “Lobón y Ladrón al mismo tiempo”, vamos que no se cansaban decir cosas no muy                                agradables.                      
Miguel Hernández.
Alejandro Dumas.
                                                                 
Luis Fernandez Ardavin autor de la Zarzuela La Parranda
No le faltaron palabras   aquel que le puso letra a nuestra Zarzuela, La Parranda, sí fue Luis Fernández Ardavin, este dijo eres un <<monstruo hambriento, que vas engullendo tierras feraces y leguas de verdura, (coña que la cosa traspuso allende de la vecina Francia), y aquel de los Tres Mosqueteros, el Alejandro Dumas, dijo “Segura” que nombre más engañoso, este al menos fue más  benevolente,   su paisano Víctor Hugo, se puso en pluma y boca “lo que golpea a Murcia hiere a París”.

                                  
Ahí está la plana mayor y Don Francisco dando órdenes.
 ¿Qué te parece, primo cuanta injusticia?, ¿por qué no hicieron antes el canal del Reguerón y  muchos  más pantanos de retención, de esa forma habrían evitado muchas catástrofes.

Eso de gastarse las perriquias en obras hidráulicas no lo veían muy bien  algunos tíos de la política de todas las castas y épocas,  siempre veían al río apacible y sereno, pensaban que  no podía pasar nada!, ¿es que eran tontos?,  si ocurría un año si y al siguiente también.

Como se puede advertir esto de las riadas es tan antiguo en la región como la vida misma, de ello existe constancia en libros antiguos, aquí indico  las fechas de mayor relevancia dentro de lo que yo digo “antigüedades significativas,  de las que existen memorias”, 1258, 1292, 1356, 1379, 1392, 1416, 1445, 1446, 1505, 1528,  1544, 1545,  1551, 1591, 1615, 1645, 1651 la de San Calixto sólo en Murcia causó  1.500 muertos, 1653, 1672, 1694, 1701, 1710, 1733, 1776, 1802, 1879, dejemos arrinconadas las sucedidas con posterioridad en siglos posteriores hasta la fecha de lo contrario nunca se acabaría, aunque algo saldrá a la palestra.
                                
Efectos de la inundación.

                                          
Las riadas en la Huerta..

                              
En la ciudad.
                                       
La riada alcanzó a la Plaza de Santo Domingo.
A estas alturas de la vida  todavía se comenta entre personas mayores la famosa riada de Santa Teresa, que tuvo lugar el día 15 de Octubre de 1879, superando el caudal los 1.800 metros cúbicos por segundo, hubo en la región más de 1.000 muertos,  la inundación arrasó el Valle del Guadalentín, La Huerta de Murcia, La Vega Alta, Vega Media y Vega Baja, amén de todas las poblaciones y pedanías  de la ciudad murciana.

             Pasaron los años y los más humildes todavía no se habían recuperado de este desastre de 1879, circunstancia que motivó a que la monja Sor Piedad de la Cruz residente en Barcelona se desplazara  a Murcia con tres postulantes y autorización previa del obispado de Cartagena, con el ánimo de fundar una Asociación dedicada a la protección de los muchos pobres, enfermos y huérfanos que causó esta riada. 

                                                             
Embalse del Fuensanta.
Del siglo XX  algo  te contaré, pero sin duda fue el siglo de las grandes obras hidráulicas y mejora de todas las infraestructuras para poder paliar en cierta medida tanta calamidad anual, yo por mi parte cuando tenía ocho años y concretamente me refiero al año 1.946 viví una noche de intranquilidad y angustia en la ciudad sobre todo  entre las personas mayores, yo tenía como unos  ocho años y tan   solo recuerdo el  alboroto y nada más, lo cierto que el agua llegó a la mismísima Plaza del Cardenal Belluga, a mi barrio del Carmen y no digamos nada del aquel antiguo Parque de Ruiz Hidalga, aquello quedó como un hermoso lago, lo que hoy se conoce como el Barrio de Vistabella quedó totalmente hecho en una enorme laguna.

                                                                 
Casa de los Soubrier en la Plaza Zarandona de Murcia.
    
En la Plaza de Zarandona y Paseo de Corvera lugar donde vivía, a los imberbes zagales poco o nada nos contaban, en aquella época eran así las cosas, yo oía que en caso que nos llegara el agua teníamos que subirnos a la casa de los Soubrier, era y es en la actualidad una antigua casona de mucha altura en relación con las demás que había en sus aledaños, hoy  todavía mantiene su antigua y gallarda  figura de antigua  casona, la próxima vez que vaya a Murcia le sacaré una fotografía y la adjuntaré para el recuerdo, también fue lugar de buen refugio la casa de los nueves pisos, casa esta casi insólita en aquellos años cuarenta. 
                                                               
La Casa en Murcia de los nueves pisos.
                                                               
 Ventura, era un  vecino muy mayor  que vivía solo en un cuchimitril en la calle Petra, este  anduvo poniendo una pared de ladrillos junto a la puerta de su casa  a fin de evitar entrase agua, la parte opuesta de su casa lindaba con aquel huerto de los Soubrier, detrás estaba el campo de deportes llamado Zarandona, en mi época de la niñez  pertenecía a Falange Española Tradicionalista y de la JONS, el encargado o el portero se llamaba Valentín, a este le gustaba la caza con perros galgos tenía varios, el cuidaba de los enseres, balones, equipaciones etc. de aquel campo de deportes.    


 De estos desastres  poco he podido encontrar escarbando  al respecto en las bibliotecas locales cordobesas,  pero de aquí no pasaré sin antes explicarte que es una tahulla, porque ahora esta palabreja aparecerá con cierta profusión y  si yo no te lo explico tú no  sabes qué es eso, vosotros utilizais otras medidas y distintas denominaciones agrarias; esto no es otra cosa que una antigualla para expresar las hectáreas en metros cuadrados en  que  se divide cada parcela de terreno destinado al cultivo regable de la huerta.           
Tahullas sembradas de pimientos.
                                                   


Esta medida agraria solo se utiliza si es que se sigue utilizando en Almería, Granada y Murcia, para distinguir las tierras de regadío, cada tahulla tiene 40 varas de lado o 1.600 varas cuadradas, o sea 11 áreas y 18 centiáreas, de modo que con esta explicación hay que hallar la equivalencia en metros cuadrados, en consecuencia y para no marearte más, es una medida de superficie que equivale a 1.118 metros cuadrados.

Ahora yo voy a  soltar un poquico de lo que he podido averiguar respecto al siglo XX sobre las fechas de las inundaciones, también de obras hidráulicas que los hombres hicieron para poder paliar tanto desastre como causaban las  anuales riadas, arrancaré desde 1.946 y dejemos en el olvido las de años anteriores. 

A pesar de todas las mejoras hidráulicas y la construcción de tantos pantanos, las riadas  se van sucediendo un año tras otro, tiene que ocurrir algo espantoso para poner en marcha otros proyectos de mayor ambición al objeto de poner remedio a una zona históricamente desprotegida; lamentablemente se presagiaba el desastre y llega a ocurrir.

                                                         
Año 1946 y 1948 ambas riadas de mucha importancia produjeron grandes pérdidas materiales.

Año 1.950. - Día 7 de Octubre, se desborda el río Guadalentín, el Mula y Segura, las Ramblas de las Moreras, Santomera y Abanilla, igualmente hay que lamentar pérdidas irreparables.                         

En la vega Media y en la localidad de Ceutí se desbordó la rambla de Huete, provocando la anegación de muchas calles y casas, así como enormes destrozos de notable cuantificación.
                                                                 

El Segura rompió por varios puntos, inundándose centenares de tahúllas en Llano de Brujas y Santa Cruz, así como del Rincón de Seca y Rincón de Beniscornia.

                                      
La avenida que de agua  se produjo en la rambla Salada término de Santomera y Abanilla inundaron 5000 tahúllas de la Vega Baja, también se vio afectada la población de Orihuela, donde el río rebosó sobradamente el cauce alcanzando las aguas a la población.

Año 1951. -Día 24 de Abril varios desbordamientos que afectan a las zonas de Lorca, en conjunto  todo el valle del Guadalentín, igualmente las Vegas Alta, Media y Baja del Segura más la zona de Cartagena, no solo queda la cuestión limitada a la inundación sino a sus nefastas consecuencias.  

Año 1953.- Día 3 de Octubre, las ramblas de los campos de Cartagena producen fuertes inundaciones llevándose por delante todas las cosechas y plantaciones de arboledas, se repite la historia el día 20 del mismo mes en la vega media del  Segura, también se desbordaron los ríos Pliego y  Mula, así como las ramblas de Baninila y Hondón, y muchas más que se omiten en aras a no ser excesivamente prolífico en un tema tan  remoto y  reiterativo.  
Embalse del Cenajo.

La  construcción de la presa del Cenajo se debe a la riada la Bendita, las riadas tienen su apodo o  mote,  esta riada ocurrió en abril de 1946 ya te he indicado antes algo, debieron  ser terribles sus consecuencias ello motivó la construcción de los pantanos Cenajo y Camarillas, donde acoge aguas de los ríos Segura y Mundo en esos desbordamientos.
                                                                   
Pantano o presa El Camarillas empezó a embalsar agua por primera vez el día 23 de diciembre de 1.960, esta fue una gran obra hidráulica, el Cenajo se inauguró el día 06 de Junio de 1.963.

Año 1973, día  20 de Octubre.
Lorca.
                                     
                                                             
Ciudad de Lorca


Aunque dispongo de pocos datos será suficiente recordar que en Lorca 400 familias tuvieron que ser evacuadas, 13 vidas hubo que lamentar, hasta para esto ese número tiene mala uva, cuantiosos daños en todos los aspectos que se quiera, barrios urbanos anegados, huertas destrozadas, vía del tren arrasada, suspensión del tráfico ferroviario durante bastante tiempo, carreteras totalmente cortadas y poblaciones incomunicadas, por supuesto viviendas completamente damnificadas y las de las huertas y campos asolados por completo.
                                                           
                                                   
El canal derivación de la presa del Paretón iba rebosando en dirección al mar,  en el Guadalentín se estimó un caudal de más de 300 metros cúbicos por segundo que, al llegar a Murcia desembocó en el canal el llamado Reguerón que sufrió el desbordamiento del mismo y gracias a la construcción de este se pudo evitar que el desastre no fuese de mayor consideración, no obstante tuvieron que ser evacuadas centenares de personas.

Igual ocurrió en la Vega Baja donde  fueron evacuadas más de 500 personas.
                                               
La Guardia Civil siempre está en su sitio.

En el Puerto Lumbrera hubo escenas dantescas la rambla de Nogalte que atraviesa la población llevaba el día 19 de Octubre de 1.973 un caudal superior a 200º metros cúbicos por segundo, arrasó media población hubo 85 muertos al menos que se sepa, y otras muchas desaparecidas para siempre, incluido el vehículo que viajaban, poco puedo abundar de estos desastres sin datos, no obstante es suficiente para poder hacerse una idea.
                                                                 



Las fuertes avenidas de agua en enero de 1.974 motivaron  cerrar las compuertas del Cenajo el que empezó a embalsar las aportaciones que llegaban del Fuensanta y de su propia cuenca, pudiendo retener un inmenso aluvión evitando desastres en las Vegas Alta, Media y Baja del Segura, aunque no se pudieran impedir las ya clásicas inundaciones. (Gracias a estas obras, los desastres adquirieron menores proporciones).
              
                                               




En Octubre de 1986  debido las fuertes lluvias en la zona de los campos de Cartagena, las ramblas crecieron tanto que arrasaron todo cuanto encontraban al paso, puentes, plantaciones, viviendas, las conducciones del pos-trasvase todo.
                                                            
Un fuerte temporal de lluvia afectó a la totalidad de la cuenca de los ríos Pliego, Mula y Segura, en la vega media ocurrieron inundaciones en las pedanías de La Albatalía, Rincón de Beniscornía, Raal y Alquerías. 
                                                                           
Las poblaciones de Los Baños de Mula y Albudeite sufrieron las clásicas y tradicionales inundaciones con enormes destrozos.

Resumiendo en el siglo XX las riadas de 1946, 1948, 1973, 1987 y 1989 pasaron a la historia de las grandes riadas, donde se superó los 1000 metros cúbicos por segundo, de modo que llevaba mucha razón quien dijo “Segura” que nombre más incierto, normalmente el caudal es humilde y pobre, pero cuando llueve torrencialmente hace temblar.
                                                               
Las riadas originadas los días 4 y 5 de Noviembre de 1987 causaron sonrojo a los Gobiernos tanto de la propia comunidad como al nacional, fue necesario como siempre ese aluvión de desastres para acometer el Plan de Defensa aprobado por Decreto Ley 4/1.987 de fecha  13 de Noviembre, esto es un horror, hace cincuenta años subieron a la luna,  mientras tanto en esta región permanecemos anclados en el pasado,  todavía  no se ha conseguido erradicar ese endémico mal que nos aqueja, desde tantos siglos ¿cuántos muertos serán necesarios para que alguien diga basta?.   

  En el año 1992 se da un avance de gigante acometiendo con veintitrés actuaciones  ese Plan de Defensa de la cuenca del río Segura.

De este  modo se le dio a todo un repaso bastante justo y necesario a todas las infraestructuras y superestructuras   vaya de ejemplo la Presa del Romeral, el encauzamiento del Reguerón, la presa de la rambla de Algeciras, El Paretón de Totana, La Nueva presa de Puentes, recrecimiento de la presa del embalse de La Cierva, la presa de Los Rodeos, encauzamiento de la rambla de Minateda, presa del Bayco, encauzamiento del río Segura desde la contraparada hasta la desembocadura en Guardamar, la presa de Los Charcos, la célebre presa del Judío y la del Moro, al canal aliviadero Argos-Quipar, la presa del Cárcavo, la del Boquerón y  de momento toquemos madera, pero siempre se ha visto que contra las crecidas del río cuando este se enfada nunca se puede con él al menos por unos pocos de días.  
                                             
Resúmenes de riadas.-Desde el año 1651 a 1879 hubo 230 riadas, la media es una riada anual, de 1879-1989, 64 riadas,  aquí se reduce de forma ostensible, aproximadamente en un 60%.

Se deduce  las lluvias fueron ciertamente muy intensas pero que  mucho se habría mejorado de haber existido infraestructuras adecuadas.    

Una vez más te reitero  que yo soy  río y no persona  teniendo que   proseguir mi imparable avance,  lento y parsimonioso,  sin prisa pero  sin pausa, más adelante no mucho entro en Orihuela y vuelvo a retomar un acento bastante fino al convertirme en alicantino, estos también pertenecieron a mi reino en otra época,  estamos a tiro de honda no es  necesario recorrer muchos kilómetros para  notar la influencia en el habla, a mí mismo se me escapan las finas eses  sin darme ni cuenta, tenemos la ventaja de ser bilingües de acuerdo con la persona que se  esté dialogando,  aprendí a decir las primeras palabras en tierras alicantinas donde pasé muchos años en edad infantil, de modo que nadie se extrañe de mis pronunciaciones porque allí aprendí a hablar y sin tratar de ser finolis o fisno.

Te diré bien cierto es que en época de lluvias bajan  las aguas enturbiadas de aquellos enormes  serrijones, (esta palabra, serrijón, se me ha pegado por contagio, de mi segunda tierra cordobesa o mejor dicho de adopción, donde se pronuncia entre hombres aficionados a las monterías de caza mayor), es correcta en el Diccionario RAE, no es costumbre su aplicación en la región de Murcia, donde a las montañas algo aisladas se les llama “Cabezos”,  de modo que esas aguas me las van entregando al cauce cuando alguna vez por fortuna y suerte llueve abundancia, de hacerlo en exceso en septiembre, octubre y ese abril de las aguas mil, miedo me da su gentil y graciable dádiva porque las más de las veces,  hacen que me salga de madre y forme la calamitosa inundación de vergeles,  huertas  y verdes campos,  allá por donde voy pasando todo lo  voy arrasando, me gustaría tener compasión y evitar la desolación y espanto – pero yo soy río y no persona y nada puedo hacer por evitarlo.

Después los limos enriquecerán la tierra y hará más fértil y favorable las cosechas pero  el desastre no hay quien lo impida, al menos en aquellos tiempos antiguos, ya metidos en tiempos modernos y a consecuencia de las modernas  infraestructuras y superestructuras resultará  bastante difícil causar tanto desastre.

En la actualidad existen bastantes  obras hidráulicas y pantanos,  ni aún así  es posible evitar las anuales riadas por acá y por allá, te hablaré algo de ello y de los desastres causados, justo sería hacerlo ahora, no obstante continuemos con mi discurrir para ello habrá sin duda ocasión.

                                                           
El Río Segura a su paso por Murcia.
Ya voy entrando en Murcia, ahora me han canalizado y tanto me han desangrado y diezmado que paso por  la capital murciana echando espumarajos blancuzcos procedentes de los vertidos de la industria conservera, que sin piedad tiran a mi cauce, de modo que al paso por la ciudad voy hecho un asco, parezco más bien un canalillo que un río lleno de contaminaciones y plásticos.
                                                         
Paso por Murcia.
                                     



Para disimular un poco de tanta impiedad ecológica algunas veces  me presento a los capitalinos bien majo y  apañado pero eso es de cara a la galería de visitantes, de vez en cuando represan el agua para que parezca que el cauce sea mayor, sigo avanzando casi agotado, ya estoy próximo a Beniaján abandoné la ciudad y ahora  me entra por el lado derecho un río que el jodio por culo siempre está seco, baja de Lorca y se llama Guadalentín, después se llamará  Sangonera,   verterá el agua en un canal llamado  Reguerón y de aquí a mi cauce por el lado derecho.
                                                     
Este se construyó para remediar los  multiseculares desastres producidos por las fuertes avenidas de agua del Valle de Guadalentín que comprenden la zona de Los Vélez, Lorca, La Hoya, Totana, Alhama, Librilla y Alcantarilla, en consecuencia  toda aquella extensa comarca lorquina. 
                                                                 
 Cuando llueve en exceso por esa zona que  recen  los de Orihuela, hay quien   solía decir “nene pasa telegrama a los de Orihuelica del Señor, que preparen las barcazas  y abran las compuertas” que por un tiempo les va a sobrar agua para regar toda la Vega Baja y se les va  acabar el mal hedor de mi cauce que suele ir un tanto cenagoso en la época del estiaje.

                                                             
Sigo en mi avance, dejé  atrás Sangonera y Beniel y ya  en Orihuela de  la que ya hablamos ahora soy alicantino de chamba o casualidad, pues esta tierra siempre fue  murciana, los hombres hicieron  la desafortunada distribución de los límites el 30 de Noviembre de 1833 cosas de los intereses de los hombres,  ciento cuarenta y nueve años después  harían lo que yo de forma guasona les llamo “Las Taifas Escamoteas” que tuvieron lugar en el año 1.982,  fecha que se crean las Comunidades Autónomas,  se perdería Albacete y su provincia, en realidad estos son manchegos estando  donde les pertenece, no a los chicos y chicas de Orihuela que son murcianos aunque a algunos no les parezca bien.                                           
 Vivienda anegada.

                                                           
Prosigo por Callosa de Segura en otros tiempos fueron grandes maestros en la industria alpargatera,  continuo mi avance ya me espera Formentera, Benéjuzar, Rojales, Almoradí, Dolores, etc. pueblos estos eminentemente agrícolas y huertanos, ya un tanto cansado de tanto estruja- ero me está esperando el  mar donde me entrego sin solución alguna de poder continuar,  llego a ese pueblo llamado Guardamar del Segura, cerca  está Santapola donde también acaba el “che” Vinalopó, el río de los ilicitanos, dicen los alicantinos con mucho orgullo que riega huertas con las mejores uvas de la España nuestra, “las del Valle del Vinalopó”, en otros tiempos entre los dos formábamos un hermoso estuario en estas desembocaduras, lo cierto que hoy en día llegamos secos, excepto cuando del cielo nos caen tantos hectómetros de agua, no obstante todavía hay  personas tan aficionadas a la pesca que  los muy osados echan la caña y pacientemente esperan por si pica algún cenagoso barbo o alguna saltarina carpa 
                                      
Al Paso por Murcia.
De modo que aquí se acaba mi discurrir como río lo mismo que el tuyo acaba en San Lucar de Barrameda y prosigo con las riadas que eso ya huele a milenario, ahora con tantas  obras de contención,  retención y embalses resulta más  difícil que ocurra el desastre, de haberlo será más benigno que antaño,  antes era la calamidad  anual, ya irás leyendo en esta larga conversación tanta desolación y cuanto horror han pasado estas humildes gentes de la huerta causadas por el río Segura al salirse de madre, inundando todas las poblaciones de la comarca, lamento primo que lo que fue un diálogo se haya convirtiendo en un súper largo - monólogo, pero así son las cosas de la vida, ahora yo soy quien tiene la palabra.
           
El periódico la Verdad de Murcia informa a sus lectores que durante el periodo de las torrenciales lluvias por gota fría  dias 12 y 13   de septiembre de 2019  se ha formado  una lengua de barro y sedimentos arrastrada por el torrente de agua  siendo  uno de los temporales más intensos que han azotado el sureste español en toda su historia.
Los vecinos de Guardamar del Segura denuncian que esta salida de sedimentos encuentra un obstáculo que agrava las inundaciones al «ralentizar la evacuación de las lluvias torrenciales».
Se trata del espigón que encauza la salida del agua al mar. Manuel López, secretario de la Asociación de Vecinos Guardamar Playa, alerta de que «tal y como está hecho, no protege del levante y del noreste, que son los vientos predominantes y que más olas y más daño provocan en la costa».
De esta manera, advierte López, «hemos podido ver cómo, al soplar viento de levante este pasado viernes, a pesar del aluvión que está tirando el río Segura, toda la capa superficial de agua se metía hacia adentro empujada por las olas, dificultando la salida de todos los materiales que trae el río..
Los vecinos de Guardamar aseguran que los sedimentos se acumulan así en la desembocadura por culpa de este efecto y disminuye la capacidad de evacuación del Segura, lo que eleva las posibilidades de desborde y de inundaciones en todo el cauce.

La asociación interpuso este pasado viernes un recurso ante el Tribunal Supremo en el que reclaman «la investigación, anulación y la corrección del espigón».   
El Espigón.
Consideran que «gracias a su forma de cuchara y a que lo hicieron sobre lo que era el delta natural del río, se retiene todo el sedimento, lo que ha dejado a la desembocadura sin calado, con un metro y medio de profundidad frente a los tres que había antes de construir el espigón.
Muchos barcos llevan dos años sin salir del puerto. Hay un dragado de emergencia que no termina de llegar y la situación es muy grave», denuncian.
Este espigón, señala López, «se hizo sin estudio de impacto ambiental y está construido al revés que todos los del Mediterráneo, con una longitud descomunal y absolutamente innecesaria».
Esta forma inversa es la que según los vecinos deja desguarnecida la salida de agua ante los vientos de levante y noreste.
«Es inaudito que un espigón no proteja, precisamente, del viento y oleaje de esa dirección», asevera.
«El flujo de sedimentos y mate
riales aportados por el río están forzados a salir, además, por un canal muy estrecho», apunta Manuel López. A la izquierda queda el espigón antiguo, construido en los años 70, y a la derecha, el espigón nuevo, de mucho mayor tamaño, y que se hizo en los 90.
Desde la Confederación Hidrográfica del Segura señalan que están abiertos a estudiar todas las acciones que puedan mejorar la evacuación de sedimentos, aunque recuerdan que las actuaciones dependen de Costas y tendrían que ser adoptadas de forma conjunta.
Murcia que hermosa eres tus huertas no tienen igual. 
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2 comentarios:

  1. Buenas Aurelyus,Mui bonito tu Reportaje Saludos 👍 👣

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  2. Muchas gracias y un afectuoso saludo pues nada cerrar sesión muchas gracias y un afectuoso saludo.

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