EL
PERIODISTA MURCIANO JAIME CAMPMANY Y LA ORTOGRAFÍA
El
domingo día 03 de octubre del año 1.999 a las 8 h. me encontraba en
la estación de ferrocarril de Murcia del Carmen para realizar el viaje de regreso a Córdoba, tras un par de días de estancia y visita a los familiares en aquella ciudad de mi nacimiento, para ello fue necesario hacer el correspondiente transbordo en Albacete al tren expreso llamado
por aquellos años el catalán, cuyo número era el 508/408 que hacía el recorrido Barcelona Sevilla.
Realizar
este viaje por aquellos años siempre resultó casi una aventura, las esperas para la continuidad en la estaciones de empalme como Chinchilla y Albacete, llegaron a ser hasta más de cuatro horas, una pesadilla resultaba aquello, ahora en estas tiempos modernos que vivimos nos parecerán increíbles estas desesperantes tardanzas pero eso es lo que había y no mejor cosa.
En
la Librería estación Murcia del Carmen, compré dos
periódicos, uno fue el Diario llamado La Verdad de Murcia y el
madrileño ABC, en este último escribió el periodista JAIME
CAMPMANI el artículo que literalmente más abajo transcribo, posteriormente lo recorté y lo guardé en un libro; ahora aquel recorte de prensa ha comenzado a tomar
ese color amarillento que toman las cosas guardadas, pues ya han transcurrido 33 años de su publicación y su contenido está a punto de ser ilegible, antes que se pierda yo aquí en este mi blog lo transcribo para su conservación y lectura.
Jaime Campmany
Comenzaba de este modo el articulo del Sr. Campmany. SIC:
" Está muy bien ese librito que ha editado la Academia para enseñarnos ortografía, incluso a los que conocemos bastantes reglas e incluso algunas excepciones.
La
ortografía ya no se enseña o no se aprenden en las escuelas, y los licenciados
abandonan la Universidad bailando las bes y las uves, utilizando las jotas como
Juan Ramón Jiménez, deglutiendo las haches, desterrando los acentos y sembrando las
comas a voleo.
Hay
signos ortográficos que han sido abandonados por cursis o petulantes, como por
ejemplo la diéresis, y hay bachilleres que se avergüenzan de escribir vergüenza
y escriben <<verguenza>> además del descuido casi general, llega
Gabriel García Márquez, y nos alienta a ponernos la ortografía en el trasero, y
jaspe.
A
mí, de pequeño, me hacían estudiar el Miranda Podadera teniendo que aprender
aquellas frases llenas de emboscadas ortográficas.
<<Ahí hay un viejo que dice ay>>, <<El caballo bayo saltó la valla>>, vaya, vaya con el caballo bayo, y otros alardes de ingenio.
Nos dictaba el maestro trozos del Quijote y cuando cometíamos una falta de ortografía, teníamos que copiarla cincuenta veces la palabra mal escrita en su ortografía correcta.
Recuerdo que yo tuve que copiar <<vizcaino>> porque había
escrito <<bizcaino>>, y seguramente por eso ahora siempre estoy a
punto de escribir <<vizcaitarra>.
Lo
que no me enseñaba en mi escuela de Murcia eran la prosodia y la
ortoepía (arte de pronunciar correctamente), porque allí los primeros
que pronuncian mal son los maestros de escuela y los locutores.
El murciano se nutre mucho de la ese final y hasta intermedia, y mantiene un intercambio cultural entre la elle y la <<y>> griega.
En la huerta
se dice por ejemplo <<voy a matar un gallo>>, y en cambio el churubito de la ciudad anuncia que me voy a Valladolí , porque la d
final también es alimento, y decimos <<ir a la ciudá de
Madrí>> <<tener mucha sé, y <<llevar el
ataú>>.
En algunas comarcas murcianas cambian la <<r>> en la <<l>> y viceversa.
Cierta amiga mía, maestra de escuela dirigió en Cieza una representación infantil del cuento de <<Blancanieves>>. Pasó varias semanas a vuelta con la ortofonía, intentando corregir aquel defecto.
El día de la representación, el primer Enanito que
ve a Blancanieves en su lecho y la cree muerta, exclama ¡¡Brancanieves muelta!!>> y todos los enanitos repiten y corean
<<¡¡Muelta, muelta, muelta, muelta!!>>.
No
sé lo que enseñaran ahora en las Facultades de Ciencias de la Información a los alevines de periodista. Pero sé que muchos de ellos salen de esa facultad sin
saber escribir correctamente el idioma castellano, sin saber sintaxis, ni
ortografía.
A
una redactora de <<época>> que me llenaba los originales de faltas
garrafales de ortografía le aconsejé un día... <<Hija
mía cuando tenga una duda consulte el diccionario>> y me respondió:
Director, si lo que pasa es que no lo dudo>>.
Con la invasión de los ordenadores han desaparecido de los periódicos los correctores de pruebas, que se tomaban muy en serio el idioma.
En mi antiguo
periódico, un corrector le administró un tortazo a otro por insistir en que lo
correcto era escribir <<parisiense>> y no <<parisino>>.
En las redacciones hay que mantener una lucha encarnizada contra los depredadores de comas y de acentos.
El vicio de escribir sin acentos anda muy extendido,
incluso entre buenos escritores o que por buenos pasan, y luego ciertos
locutores de buena voz, figurín y escasos conocimientos pronuncian
<<sútil>> y a renglón seguido dicen <<futil>>, y hace
poco oí a uno decir que el camaleón tiene la cola <<prénsil>>.
De
los políticos ni se habla. No sólo se inventan la realidad, sino la gramática, en este párrafo finaliza su articulo de prensa".
oooOOOooo
Jaime Campmany, trabajó como redactor Jefe del Ateneo de Madrid, Hora de Madrid, y de Radio Nacional de España donde permaneció hasta 1977, fue uno de los más ilustres columnistas españoles, publicó su última obra en verso en el año 2004, titulada Romancero de la Historia de España, de Atapuerca a los Reyes Católicos, fue Académico de Honor de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca, recibió la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y la Encomienda de la Orden de Cisneros, falleció en Madrid el día 12 de junio de 2005.
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