SINOPSIS DEL ARGUMENTO DE LA TRAVIATA DE VERDI
ACTO 1.
Un salón en la casa de Violeta Valéry
Una
alegre reunión tiene lugar en casa de Violeta Valéry, hermosa parisina del
entonces floreciente ramo de rosas. El Vizconde Letorieres llega acompañado
por su amigo Alfredo Germont, quien
presenta a Violeta diciéndole que Alfredo es desde hace tiempo su más fiel
aunque silencioso admirador y que estuvo acudiendo diariamente durante su
reciente enfermedad para preguntar por
ella.
Al barón
Douphol, otro admirador de Violeta, su actual protector le fastidia la
conversación y renuncia pronunciar un brindis cuando es invitado a hacerlo por
el vizconde.
Alfredo
es quien acepta entonces desempeñar ese cometido, entona elevando su copa el
más apasionado tributo a la belleza y el amor. Más tarde, cuando los demás se
retiran a un salón para danzar, Violeta experimenta un principio de
desvanecimiento, del que a duras penas se sobrepone.
Alfredo,
siempre vigilante, ha permanecido siempre con ella para ayudarla.
Cundo
hablan y él confiesa que efectivamente está enamorado de ella desde hace un
año.
Ella
rechaza su amor con una sonrisa
ofreciéndole en cambio su amistad. Pero cuando le entrega una camelia que lleva
sobre el pecho, invitándola a venir a
devolvérsela tan pronta como se marchite, Alfredo se retira exultante no sin
antes haber aceptado la
invitación.
Sola,
Violeta medita sobre el amor confesado
por el por el joven Germont, hasta que reacciona y recuperando su humor
habitual, declara en su monólogo que deberá permanecer siempre libre, como
hasta ahora, libre para pasar de uno a otro placer sin impedimenta alguna que pueda estorbar el género de vida
que hasta aquí ha llevado.
UNA CASA
DE CAMPO EN LAS AFUERAS DE PARIS.
Violeta
vive ya con Alfredo en el campo, en una casa que ha arrendado y mantiene a sus
expensas, habiendo abandonado su ociosa existencia de lujo y de placeres en la
ciudad Annina la doncella y confidente
de Violeta, sorprendida, se ve forzada a revelar a Alfredo que debe salir hacía Paris llevando
pertenencias de Violeta, para venderlas
por encargo de ésta a fin de poder pagar sus deudas. Alfredo comprende al
momento el sacrificio que Violeta está haciendo para vivir con él, y se marcha
a la próxima capital, decidido a hacer cuanto sea necesario para no tener que
sentirse avergonzado por el sacrificio de su amante.
Un tanto
sorprendida por la ausencia de Alfredo, Violeta recibe a un visitante
inesperado. Es George Germont, el padre
de Alfredo, quien le increpa afirmando que éste se está arruinando por su culpa
para mantenerla.
Cuando
Germon en refuerzo de esa afirmación comenta el lujo que revela ese retiro campesino, Violeta, le hace ver los papeles ya preparados para proceder ya a la venta de
todas sus pertenencias.
Confundido
Germont insiste sin embargo invocando ahora una razón adicional y acaso no
menos poderosa : Debe dejar a Alfredo porque manteniéndose la actual situación
irregular del joven y Violeta,, aquel perjudicará irremisiblemente a su hermana
menor, cuyo matrimonio pendiente podrá romperse por esa causa .
La
insistencia de Germont termina por convencer a Violeta, quien consiente en
salvar el matrimonio de la hermana de Alfredo alejándose de éste para siempre
Violeta está escribiéndole una breve carta de despedida cuando Alfredo se
presenta, ya
de regreso. Prudentemente su padre se ha marchado al jardín, de donde retornará
cuando haga falta.
El joven
ignorante, de que su padre ha llegado, ya explica a su amada que Germont le ha
escrito una severa carta. Pero él conserva
su confianza en que nada irreparable podrá suceder, ya que está seguro
de que tan pronto como conozca a Violeta no podrá menos que quererla y aprobar
su unión.
Tras una
despedida para ella desgarradora, y que al joven turba a pesar suyo, Violeta se
aleja simulando que parte para no hallarse presente durante la entrevista del
padre e hijo. Un mensajero llega poco después con la carta de despedida.
Alfredo se desespera ante la
perspectiva de perder a Violeta, y
cuando su padre trata de persuadirle para que retorne a su hogar y a su familia. Alfredo lo rechaza, y hallando
sobre la mesa la invitación que Flora ha remitido a Violeta para la reunión que
ella ha convocado en su casa, resuelve ir a casa de la Bervoix con la esperanza
de encontrar allí a su amada
ESCENA II
EL SALÓN DE FLORA BERVOIX
La
llegada de Alfredo se produce cuando algunos grupos de invitados se disponen a
jugar por dinero. Luego es Violeta quien hace su entrada, aunque, para
desolación del joven Germont lo hace apoyado en el brazo de Douphol. Alfredo es increíblemente
afortunado en el juego de cartas., lo cual parecería confirmar una vez más
conforme explica desafiantemente el joven
Germont que quien es desdichado en amor hala la compensación en fortuna
en el juego. El barón irritado por la
manifiesta insolencia de Alfredo, lo desafía a jugar un “mano a mano”, que Alfredo acepta, ganando
también al barón , reiteradamente,
fortísimas apuestas.
Cuando
todos los invitados se marchan a cenar, Violeta permanece en el gran salón para explicar a Alfredo a quien hace llamar
un criado que abandone la partida
todavía pendiente con el barón por temor a que lo desafíe a duelo.
Alfredo
le responde que se irá, sí, pero solo si ella lo acompaña, Violeta admite que está
enamorada de Douphol. Alfredo entonces en
un arranque de furor y de celos reclama la presencia en el salón de todos los
invitados para anunciarles que, sin
saberlo estuvo viviendo con Violeta con
gran sacrificio por parte de ella, entonces arroja sobre Violeta y a sus pies
un bolsillo conteniendo todas sus ganancias en el juego reclamando que todos
los presentes sé han testigos de que ha
cancelado así su deuda.
Entre
tanto ha hecho su entrada Germont, a tiempo también de ser testigo dela grosera
balandronada dc su hijo, y une su voz a la de todos los demás para afear a éste
su poca caballeresca conducta.
Alfredo,
advirtiendo hasta qué extremo le han
arrastrado sus celos, se siente
humillado y contrito, pero es demasiado
tarde para enmendar su falta.
El barón
asegura a Alfredo que deberá responder por sus insultos en el campo del honor.
El rápido
progreso de su enfermedad ha llevado a Violeta hasta un paso de la muerte .Su
médico el doctor Gran vil llama a la puerta la examina y anuncia a Annina en un aparte que a la pobre joven sólo
le restan unas pocas horas de vida.
Violeta
lee una vez más la reconfortante carta que acaba de recibir de Germont padre
por la cual se ha enterado de que Alfredo tuvo que viajar al exterior después
de haber herido en duelo al barón. Todo lo sabe ahora el joven informado por su
propio padre acerca del inmenso sacrificio de Violeta y regresará muy pronto a
pedirle perdón.
Llega efectivamente Alfredo unos momentos después y ambos se reúnen por fin Violeta, trata inútilmente de incorporarse en el lecho .conmovido también el padre de Alfredo relama de ella su perdón.
Violetta algo más confortada por la presencia del hombre a quien ama con tan trágicas consecuencias, logra abandonar por un momento su lecho, aunque solo será para caer desvanecida en un vecino canapé, sostenida dulcemente por el desolado joven, unos instantes posteriores ya está muerta.
EL MITO TRAVIATA DE GIUSEPPE VERDI
Recientemente
se ha efectuado una encuesta en Italia sobre la opera de repertorio más popular.
La ganadora por amplio margen fue la Traviata. No hay duda que es la más
popular. La ganadora por amplio margen fue La Traviata. No hay duda de que es
ejecutada con mayor frecuencia en los escenarios de todo el mundo. Hay varias
razones para ello; desde el punto de vista práctico, necesita menores recursos que la mayoría, y a
nivel de lo ideal, tiene la cualidad de un moderno mito presentada al arquetipo
de esas que aman y salvan sus almas en los modernos libros franceses
parafraseando al obispo mundo Browning. Y el mito, como puntualidad Warner es el campo por excelencia del drama musical,
Por encima de todo esto, La Traviata es una
obra maestra poco común resultado final de alto cenit creativo que siguió al
retiro de Verdi de la competitiva carrera operística ya en 1850 había llegado a ser un hombre de cierta fortuna sin necesidad de aceptar tantos encargos como
que no hubiera podido cumplir. Él podía como hizo Rossini a la misma edad haber
dejado la ópera por completo ¡quien hubiera dicho que en los próximos tres años
saldría a la luz la trilogía Rigoletto-Il Trovatore y la Traviata , trilogía en
sentido inverso por ser tres obras que brillan por ser gloriosamente aparte, que
incursionan cada una en un mundo que les completamente propio. Este fue en sí
mismo un nuevo fenómeno en la ópera italiana, aunque ya en los comienzos de su
carrera Verdi había señalado el camino.
Sus
predecesores habían indiscriminado
curiosamente preferencia por un argumento más que por otro.
Verdi
parece haber sido el primer italiano que extrajo su inspiración de fuentes literarias.
Para él
la versión operística de una obra maestra de teatro debía preservar
la calidad prístina del original.
Le gustaba emplear la palabra “tinta” (color) a este respecto en su obra Due Foscari tenía una delicada y
patética tinta color, y de Rigoletto decía tener la tinta in mente y puede
decirse que el trata de una liberación de una principal ya ha sido
efectuado. Tampoco le gustaba hacer alteraciones a los argumentos aunque veces
tenía que someterse a ellos.
Mantenerse
fiel a Byron, Shakespeare…. a Hugo era
la frase imperante en muchas de sus cartas al dócil, libretista Piave.
Por los
años 1850 se volcó totalmente en contra
de los temas estereotipados.
La
experiencia de Rigoletto demostró el
efecto de una trama completamente no ortodoxa en la estructura no
política y musical dela ópera contemporánea.
El día de
Año Nuevo de 1853 escribió a su amigo napolitano Cesare de Santis: “Me
gustarían temas nuevos, importantes bien escogidos, plenos de variedad e
intrépidos hasta el límite extremo de la
valentía con formas poéticas que sean nuevas etc. y que al mismo tiempo vayan solos hacía la música.
Para
Venecia haré la Damas de las Camelias, posiblemente bajo el título de LA TRAVIATA.
Un tema
para ésta época cualquier otro quizá no
lo hubiera hecho a causa de los trajes
de época, el periodo y otros mil tantos
escrúpulos en escena
Estoy
trabajando con el mayor placer. Todo el mundo protestó cuando sugería poner un jorobado con el mayor placer. Bien
me sentí bastante feliz al escribir Rigoletto lástima que la están haciendo en
Nápoles, la harán mal y no la endentaran en absoluto.
Es la
primera mención en la correspondencia de Verdi al título de la nueva ópera que
iba a escribir para Venecia y el estreno
estaba previsto para nada menos que para dentro de tres meses.
Pero el
momento exacto en que entró en su mente es difícil de determinar, la
escandalosa novela de Alejandro Dumas
había aparecido por vez primera en 1847 cuando el mismo Verdi estaba en Paris.
La pieza
teatral la siguió dos años después pero
dificultades de la censura la demoraron hasta 1852.
Muy
probablemente Verdi la haya visto cuando viajó a Paris, ese año para negociar
el contrato para Las Vísperas Sicilianas.
El mito
de la Traviata, es la historia de una hermosa criatura condenada, que se
enamora de un joven idealista de medios limitados, desprecia su vida de lujo
para pertenecerle y luego sacrifica su mutuo amor a causa de él , es como Verdi
lo señaló un tema de los tiempos modernos, y ése es el porqué, contrariamente a
los mitos del antiguo drama griego puede
atapa por etapa desde su origen en la realidad hasta su sublimación en una gran
obra de arte . Pero permanece como un mito , un compendio arquetípico de experiencia
humana capaz de reproducirse así misma con diferentes variaciones pero que
permanece en forma reconocible.
El héroe
narrador de la Dama de Las Camelias, aquí como en muchas novelas francesas
donde la historia se narra una vez ocurrida
el hecho donde se encuentra con el mismo
Dumas como remate de los efectos de la heroína en él cual el autor ha comprado
una copia de Manón Lescaut inscrita en las palabras de Margarita a Manon
humildemente en un momento crítico de la obra, el héroe Armando recoge un libro
que Margarita ha dejado a un lado Mnon Lescaut rara vez sus ojos recorren el
pasaje que dice te juro mi amado
caballero que eres el ídolo de mi corazón y que no hay nadie en el mundo entero
a quien pueda amar como a ti te amo pero ¿no ves mi pobre y querida alma que en
las condiciones a que estamos reducidos, la fidelidad sería una tonta virtud’?.
El hambre me va a causar algún accidente fatal, y un día articularé mi último
aliento pensando que fue un suspiro de amor. Armando cierra el libro apenas sabiendo
lo que le espera, y agrega tenía razón,
pero no la amaba.
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