Año 1250. Con el descubrimiento de la pólvora y la
consiguiente invención de las armas de fuego se escribe una nueva página de la
historia de los progresos técnicos de la humanidad.
Se desconoce el nombre del inventor de este nuevo producto,
cuyo hallazgo se ha producido al agregar salitre a las sustancias incendiarias
tradicionales.
La mortífera arma ha
hecho su aparición casi simultáneamente en China en 1232 y en Europa.
De momento la pólvora, mezcla de salitre y carbón vegetal en
proporciones variables, se usa sólo como carga explosiva, que estalla al entrar
en contacto con una mecha encendida.
Al parecer, han sido los árabes quienes han aplicado la
pólvora en armas de fuego.
"En 1257 con motivo del sitio de Niebla, se usan cañones en la
península ibérica por primera vez, pero son tan rudimentarios que su alcance no
supera los mil pasos".
Con posterioridad, un cronista describe el uso de cañones
durante una batalla en estos términos:
<<Y los moros de la ciudad lanzaban muchos truenos contra la hueste, en que lanzaban pellas de fierro muy grandes; y las lanzaban tan lejos de la ciudad que pasaban allende de la hueste algunas de ellas ferian en la hueste.>>.
La pólvora explosiva fue inventada por alquimistas chinos alrededor del siglo IX mientras experimentaban crear un elixir de inmortalidad.
Inicialmente fue utilizada para fuegos artificiales y otras aplicaciones. China
lideró la tecnología de la pólvora durante siglos adaptándola para su uso en
cohetes, granadas y cañones.
La tecnología de la pólvora se extendió a Europa, donde los
europeos la llevaron a un nivel de letalidad sin precedentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario