martes, 7 de octubre de 2025

JAIME I SOMETE MURCIA PARA CASTILLA

 

                 JAIME I SOMETE A MURCIA PARA CASTILLA

 

El reino de Murcia sublevado contra el dominio castellano, se somete a las armas de Jaime 1 de Aragón, este reino había rendido acto de vasallaje a Fernando III de Castilla tras la capitulación de Alcaraz del año 1243.

Basándose en estas condiciones, las tropas castellanas, al mando del infante Alfonso logran ocupar la ciudad de Murcia, pero no todos los jefes musulmanes se mostraron de acuerdo con las condiciones pactadas por su régulo por lo que el infante Alfonso, el futuro Alfonso X el Sabio  tuvo que llevar a cabo distintas campañas hasta 1245, con las que se consiguió la rendición de diversas plazas importantes como Aledo, Lorca y Cartagena.

Sin embargo, a los primeros amagos de repoblación, y tras el intento de restauración  de la sede episcopal cartaginense, en esta primera etapa siguió gobernando como soberano   de facto el rey moro Ben Hud, llamado el rey Lobo de Murcia, aunque sometido a vasallaje de Castilla.

En 1264, en plena sublevación de los musulmanes del sur hispánico tuvo que enfrentarse con los rebeldes murcianos y el nuevo rey Alfonso no pudo hacer frente al mismo tiempo a los problemas que presentaba el reino murciano.

Asimismo esta revuelta estaba apoyada por los meriníes africanos, como quiera que las complicaciones se volvían mucho más graves, Alfonso X tuvo que pedir  la ayuda de su suegro Jaime I que aceptó y que sugirió al rey castellano que sometiese las revueltas de Andalucía mientras él se ocuparía de combatir a los sarracenos de Murcia.

En la primavera de 1265 el infante Pedro que se encontraba en la ciudad de Valencia, se dirigió a Murcia con una numerosa hueste llevando a cabo  en el reino numerosas talas y devastaciones.

En el otoño el monarca convocó a los principales barones para que se presentasen en Valencia equipados para la guerra y desde allí se dirigió a Murcia, aunque no acudieron muchos de ellos, en particular los aragoneses.

El mismo Jaime I llegó también al reino de Valencia a finales de 1265 realizando en la frontera los últimos preparativos. El 21 de diciembre se presentó ante Elche y ya desde Alicante llamó a sus hijos Pedro y Jaime para que le secundaran. Desde el mismo principio de la campaña el Conquistador logró una serie de éxitos y las ciudades situadas entre Villena y Alicante pidieron negociaciones y fueron tomadas.

Poco antes de presentarse ante Murcia, Jaime I tuvo en Alcaraz una entrevista con Alfonso X en diciembre de 1265 y a primeros de enero siguiente, la ciudad de Murcia quedó sitiada y los asediados pidieron pronto conversaciones y la plaza capituló a primeros de febrero.

Una vez sometido el reino Jaime I lo cedería a Castilla, según los términos del acuerdo pactado, de todos modos, y en nombre de Alfonso X , el rey aragonés favoreció la concesión de grandes señoríos a los nobles que habían participado en la campaña sobre todo en los heredamientos de la huerta murciana.

En esta forma de actuar, Jaime I se apartó de la política que había llevado a cabo en las conquistas de Valencia y Mallorca, en donde los repartos de tierra se habían realizado en parcelas más pequeñas y más distribuidas entre la masa de los conquistadores.

Por debajo de la capa de la nobleza acudieron algunos menestrales y la mayoría de la población islámica se quedó a cultivar unos campos que ya no eran suyos.


En Murcia se constituyó un poderoso concejo, que tras serle concedido el fuero de Sevilla, en realidad fue el Fuero Juzgo, tomó amplias atribuciones y privilegios. Se diferenciaron aquí cuatro partes distintas; la huerta, la montaña, el campo y la zona ribereña del mar Menor y el Mediterráneo .











































Se diferenciaron aquí cuatro partes distintas: la huerta, la montaña, el campo y la zona de ribereña del mar Menor 


y el Mediterráneo.                                                

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