lunes, 5 de septiembre de 2016

CUENTO II AMANZOR Y SUS PROEZAS-CARTAGENA

      


El Segura.- ¿Oye primo y ese Almanzor que fue contable en su pueblo?, tengo entendido que pidió el traslado de Algeciras a Córdoba en busca de   una colocación y un trabajo, según cuentan viejas leyendas se hizo el dueño y amo de todo, ¿qué tío más listo era no? quisiera yo recordar si no me falla la sesera que el tío mandó que le hicieran un palacio a la otra orilla de tu cauce a costa del erario público y  además  bastante por culo  le dio  a los cristianos; joder con el tío  no cesaba todos los años de guerrear, decía que  era la yihad,  ¡qué barbaridad con el tío! que geta más dura  tenía, dejó al mismísimo Hixem encerrado en su palacio de oro escribiendo poesías y mirando las musarañas, el vulgo callejero contaba   era el amante de su madre la navarra Aurora, también he oído que atendía muy bien  a las hembras del harén,  subió como la mismísima espuma siendo la envidia de  visires y cadíes, en   esa época se puso de moda aquel refrán que dice  “el que buen carajo tiene a buen seguro va, y a buen  seguro viene” ¿no es así primo?.
                             
                        
                  

Responde el Guadalquivir.- Vaya, vaya así fue pero modera y reprime ese vocabulario un tanto soez, lenguaraz, satírico y burlón más propio de gente vulgar que de un río de noble cuna, esas cosas dichas de esa forma molestan; bien diría yo  que era un tiránico, altivo, pérfido, codicioso, cruel y fanático por decir algo.

Pero en esta tierra este hombre  era  tan respetado como los cristianos respetan a su Santiago “Matamoros”, Almanzor fue un genio militar y  un gran guerrero, valiente y muy abnegado en su trabajo, un gran dictador él no quería democracias pueriles que tanto dañan el buen gobierno del Estado, máxime al ver la incapacidad de aquellos que les dieron trono cuando merecían silla, entonces se remangó diciendo hay que levantar este mundo musulmán, de lo contrario se hunde con tanto inepto e incapacitado para mandar y gobernar.

   Despacito y con buena letra se hizo dueño del Califato cordobés atrajo la simpatía de Visires y Cadíes,  con el tiempo se hizo el amo y señor de todo,  se haría respetar por todos los reyes de la Hispania cristiana desperdigada por distintos reinos  a excepción de un pequeño reducto allá en lo alto de las montañas astures y cántabras, de modo que méritos no se le pueden restar al gran Almanzor. 
                       
El Segura.- Bueno ya está bien aquello que no está mal, ya vale por el momento  de tanto hablar del bueno de Almanzor, dejémoslo para otro cuento si bien te paice.

¿Te acuerdas cuando llegó por estas sierras jaeneras  o jienenses para quien lo prefiera aquel Xamsedin el de Damasco?,  parece que mucho entendía de aquello de la cosmografía, que pasiones sentían el tío por la morfología de los terrenos de las montañas y valles, de los ríos y sus nacimientos,  una vez dejó escrito y dicho:

“El río de Córdoba nace el monte Ebla y el río de Murcia sale de la misma fuente” ¿estaría el tío confundido, no sé yo que pensar? esta gente es más lista de lo que parece, nada me extrañaría que algún día cambien de opinión y le den  la razón a Xamsedin.

¿Es que estos tíos que venían del Oriente - oirían nuestras conversaciones por debajo de las montañas cavernosas?, cómo son tan misteriosos, que yo recuerde nosotros nunca dijimos nada de eso.

Cuando vino el Ptolomeo, Avieno y Estrabón se pasaron las vacaciones veraniegas por las sierras de Cazorla y Segura tomando medidas y haciendo mapas con sus correspondientes coordenadas y demás datos geográficos en pellejos de cabras, el Plinio, también tuvo la ocurrencia de decir que nosotros éramos  de idéntica bolsa materna, yo creo que estos tíos se equivocaron, de modo que Samsedín al llegar muchos siglos después no comprobó con exactitud  los datos de los antiguos mapas griegos y romanos,  dejándose caer con aquello de “la misma bolsa materna”.

Nosotros nacemos en las sierras jaeneras, nuestros nacimientos están próximos pero lejanos, eso sí, los dos somos de la tierra del “ronquío,” y serranos de pura cepa.

El Guadalquivir.- Bien sabemos nosotros  que esos griegos y romanos del sipote estaban equivocados, después no se tomarían muchas molestias los árabes, en verificar los datos heredados y hacer averiguaciones,  yo creo que el geógrafo  Sansedín de Damasco se confundió al hacer las traducciones de  los mapas escritos en antiguo latín y griego.

El Segura.- El Plinio y El Avieno ese del capullo confeccionaron sus mapas y todos conformes con sus conclusiones.


Ya basta  de tantas churibiterias de esas modas nuevas y tanta fantasía  que nadie entiende con eso  de masa friática de la surgencia y de la zona kártisca, tú y yo sabemos que eso son zarandajas  y puñeterías que no valen para nada y nadie entiende. 


De modo que estos tíos se confundieron entre mis fuentes nativas y las tuyas, ya sabes que tú eres aprendiz de río en tus comienzos a un extremo de la Sierra de Cazorla, en las inmediaciones del Puente de Las Herrerías y para ser más concretos en  la Cañada de Aguas Frías a 1.400 metros de altitud sobre el nivel del mar, ¿no es así primo? 

Aquí no queda la cosa todavía esclarecida, el día 20 de febrero de 2004 sale la siguiente noticia en el periódico en grandes caracteres, “EL ORIGEN DEL RIO GUADALQUIVIR ESTÁ EN  LA PROVINCIA DE ALMERIA”.-El director del Instituto del Agua de Andalucía, Juan José López Martos, desveló ayer que el origen del río Guadalquivir no está en Cazorla sino en un barranco de la Sierra de María (Armería) y que la creencia del origen en la provincia de Jaén se debe a una confusión histórica que transgrede los principios científicos.

En la rueda de prensa en Almería, López Martos explicó que el río Guadalquivir se une en su margen izquierda a la altura de Úbeda (Jaén) con el Guadiana Menor y que con los criterios científicos tanto geográficos como geológicos e hidrológicos, el río principal es el Guadiana Menor, continuando por este y aplicando las mismas técnicas se puede continuar hasta ver que el barranco más alejado de San Lúcar de Baramaeda es un barranco que nace en el término municipal de María (Almería). ¿Ahora que hay que hacer modificar todos los textos? sigamos.

El Guadalquivir.- Esas son tonterías y pegoletes, nuestros nacimientos y nuestra altura es casi la misma, la tuya es de 1413 metros sobre el nivel del Mediterráneo allá en  Pontones de la Sierra de Segura a medio kilómetro de Fuente Segura de Arriba, y a veintiuno de Santiago la Espada, bien poca es la diferencia,  ¿pero tan ciego estaba el Avieno ese, para no darse cuenta de la separación formada por grandes cadenas montañosas y un mogollón de farallones? 

Espera antes que se me olvide tu me has dicho antes que yo soy aprendiz de río en mis comienzos ¿y tú que me dises compare, tú debes ser recadero no? sigamos,  el otro día oí decir por la radio a  los kársticos modernos de ahora que,  mi acuífero es distinto al tuyo, aunque tengamos parecidos, demostrando que los inventores de aquella época estaban confundidos, yo creo que a esto no hay que darle más vueltas y demos por concluida la discusión.

El Segura.- No te enfades hombre, yo tan solo quería decirte que tu chorrera no es muy grande cuando naces, además  nadie se entera con esas palabrejas, “kárstica” ¿eso qué es? no es mejor decir, “allende en la sierra montañosa donde brota el agua”, allí mismico fuimos parios cuando tronó toda la tierra entera y todo si hiciera yesca, somos serranos de pura cepa, con esto creo que ya  basta.

Que largo eres  primo Grande como se nota te dieron de mamar de la teta gorda  eres más ancho y largo que yo recorres 667 Km regando fanegas de trigos y cereales, extensos bosques de olivos, muchos y grandes pantanos tienes, aunque yo también tenga los míos siempre insuficientes para contenerme cuando me salgo de madre pues ya sabes las calamidades que suelo formar.

Responde el Guadalquivir.- Mira primo no te quejes yo también he pasao  lo mío pero vamos es distinto el problema te voy yo a hablar un poco de mis poblaores antiguos y de las esclusas modernas que tengo allí en Sevilla.


“Cuando llegaron unos gachones llamados los turdetanos entraron por la vesina África crusando el enorme charco que nos separa, se empeñaron en haserme navegable y tu sabes que yo muy hondo no soy en toda mi trayectoria, estos tíos para permitir la navegasión hisieron unas barcasas pa adentrarse río adentro, a toa costa querían dar con el vil metal,  este estaba escondio en las entrañas de la tierra, sí en las minas de Linares,  del Muriano y Almadén, en Belmez, Peñarroya y en Espiel más  otras  por  ahí perdías en lo alto de la sierra, hios puta  los mardita madres si eran listos que dieron con ellas,  estos jodios por culo pronto  dieron con el filón, vaya que dieron con él,  pá disimular un poco iban disiendo a los nativos que buscaban minerales pá fabricar espás y lansas al tener mucho que guerrear, de modo que  así  empesaron los engaños a los nativos peninsulares ibéricos llevándose el oro y plata a cambio de espejuchos y baratijas de ningún valor.

 Río arriba navegando en sus barcasas remontaban remando y dos ríos tenían que pasar hasta llegar a un pueblucho que hay al lao de mi hermanillo apodao  el río “colorao” por sus tierras rojisas, también lo conosen como el Guadalimar, ese pueblo se llamaba Cástulo de allí trasponían a las minas del Centenillo, El Rumblar, La Carolina y  Guarromán, se hartaron de llevarse munchas riquesas, muncha plata, oro, plomo, cobre, bronse, estaño y mil cosas más, siempre desían que era pá fabricar espás; hios putas que forma de robar al prójimo tenían.

 Siglos después Cristóbal Colón y su trupe,  Hernán Cortés  y los suyos, Pizarro y sus huestes, descendientes por distintas parentelas de aquellos antiguos turdetanos sentarían cátedra obteniendo matrícula de honor y diplomaturas en el vil arte de robar al prójimo.

Estos tíos turdetanos decían que este era  el país del plomo, el oro, cobre, estaño y la plata, le  pusieron de nombre  Anaku, por cierto yo no sé lo que quiere decir en su idioma. 

Después vendrían y saldrían por el mismo lugar  fenicios,  griegos, púnicos  y por el opuesto romanos, suevos vándalos y alanos y mucha gente más, bautizando  a esta península  cada uno el nombre que se le antojaba vaya de ejemplo el de Anaku, Ophiousa, Shapan, Mechep,  Hespérides, Hesperia, Iberia, Hispania,  etc.  todos a lo mismo a escarbar las minas, solo hay que ver la que hay formada en Río Tinto, válgame la virgencica de La Cabeza como dicen los de Adujar la que liaron tó el día estrujando las minas y carreta va llena hasta las trancas  en barcazas río abajo hasta el mismísimo mar, de allí a su tierra, vuelta carretas vasias y a volverlas a cargar, así todos los días esto era un sin parar hasta estrujarlo todo, que apremio y agonía tenían estos tíos en llevarse el mineral.

El Segura.-Compare de mi alma si los cartageneros hablaran de esto habría que oírlos, no sabes tu muy bien como defienden a los Púnicos- Cartagineses, ellos están muy  orgullosos de ser de tener esa vena sanguínea de aquellos fundadores púnicos, allí en La Mastia de Tarsis fundada por los turdetanos y en la ciudad de los mastienos fundó el general cartaginés Asdrúbal el Bello, yerno de Amilcar Barca,  tío de Aníbal, la Qart-Hadastat, ello significa la Ciudad Nueva sería por allá del año 227 a. C. según nos contó un cronista griego llamado Polibio, después serían los romanos quienes la rebautizaron con ese nombre tan moderno como de Cartago Nova.

Ahora los cartageneros no recuerdan que los esclavizaron - esquilmaron sus minas y están muy contentos porque les hicieron la Muralla, el  Molinete, el Campo del Almarjal, Los Castillos y El Portus Magnus en Portmán desde donde embarcaban a su pueblo fenicio la plata procedente de las minas de La Unión y el esparto de sus campos. 

Yo recuerdo de refilón o de pasada cuando llegaron estos tíos con el Asdrúbal, Amilcar y el nenico  Aníbal, hay que joerse la que liaron entre esta gente y los romanos,  todos por lo mismo para llevarse la “tela marinera”  de las minas de La Unión,  mi  cauce solo servía para el consumo humano y algún riego de poca monta en  Orihuela.

Los arqueólogos están a la busca y captura  de la Murtia (Murcia) romana-visigoda que al parecer existió, pues claro debió existir me parece a mi que la tienen enterrada en Aljezares, no se cuando se van a enterar o acaso no les interesa por aquello de los gastos que se deriven y  como de todos modos no tendrá gran importancia allí sigue enterrada.

 Cuando trasponían más allá de las montañas hacía el interior abandonando la costa - no tenían más remedio que cruzarme por más de siete sitios, sobre todo por Sangonera, Los Garres y el hoy llamado Puerto de La Cadena y a veces por Alcantarilla donde todavía  queda el resto de un acueducto romano. 

Esta gente púnica molestaba mucho  al personal no les dejaban  descansar  ni tomar el sol en invierno, y mucho menos dormir la siesta en verano, hay que joderse la que armaron entre un bando y el contrario, siempre a garrotazo limpio haber quien podía más.

 Los de Roma al remate ganaron  la guerra después de mil batallas, el zagalico Aníbal y su gente no le iban muy a la zaga, entonces no  tuvieron más remedio que dar para atrás y  escondidos en algún sitio todos estaban esparafruyando algún encontradizo encuentro para formar la tangana, no era naide el zagalico,  tuvo riles para irse desde Cartagena a  Italia remontando los Pirineos y los Alpes Transalpinos con elefantes y todo un gran ejército,  allí bien gorda la armó con aquello de las guerras púnicas.

Reclutó  mucha gente en el país de los galos cuando  iba de marcha de modo que aumentó notablemente la plantilla y para Italia continuó.

Si los romanos se descuidan  una miaja en la mismísima Roma se meten munchos muertos tuvieron que lamentar en Tesino, Trebia, Trasinmeno y Camnas, la  perdición de Aníbal sucedió en la batalla de Zama pero a estos toico les daba igual; paice que en el Senao de Tunicia no estaban muy conformes con estas decisiones del joven general, le llamaron la atención pero ca, este no atendía razonamientos solo quería ganar la guerra y borrar del mapa a la eterna Roma.  

Al hacerse mayorcico le gustaban mucho los dineriquios tu ya me intiendes “la tela marinera,” entonces encautivó a la hija del régulo de  Cástulo y con ella se casó, creo que la zagala se llamaba Himílce.  

Que prisa y que apremio tenía el joven Aníbal por el pozo Baébolo de Cástulo (Linares),  así se llamaba el que más plata daba, no dejaba a los probes obreros ni respirar hasta que diariamente le sacaban de sus entrañas trescientas libras del noble metal de blanca plata, no contento con esto tomó la marcha para las minas de  La Unión de Cartagena o como dicen los murcianos “el pindingue” allí nació su zagal le pusieron de nombre Aspar - probeciquio duró poco pos apareció la peste negra y se cargó la mitad de la plantilla de la Mastia, la Contestania,  la Deitania, y la Bastetania, ya con los currantes diezmados bajó la producción minera, entonces  puso  el careto muy serio y dijo,  aquí quien manda soy yo y todos vosotros a trabajar raudo y veloz,  presto a sacar el hierro blanco (le hacía falta dinero pa contratar tropas mercenarias y continuar la guerra),  le juró a su paire antes de palmar no dejar ni la mismísima  simiente de toicos aquellos romanos, buenas las que  formaba el zagal como alguno rechistara a naide dejaba parar.

            El Guadalquivir.-Bach, esas fueron situaciones comunes y extrapolables en esos mundos de Dios, cosas naturales de los tiempos que se vivía era normal usar la ley del más fuerte, la explotación del hombre y la esclavitud era lo natural, ocurrió en todas partes, ¿para qué  crees tú que siglos después inventaron los Sindicatos?, pues para defenderse ellos los propios sindicalistas, esta era una buena forma para buscar una colocación trepadora, estar bien vistos y cobrar sin trabajar, de vez en cuando alguna parrafá que otra,  montao o subio  el tío en lo alto de una mesa o de una silla, para que lo viera bien la multitud del mundo obrero, buenas palabras en defensa del currelador barrabasando hacía el empresario, ellos los sindicalistas quedaban en buen lugar - de esa manera todo el personal estaba conforme después vendría la puñalá trapera, se ponían de acuerdo en las negosiasiones con el empresario, se iban a tomar cerveza juntos les subían dos perrillas ya todos contentos - hasta dentro de cuatro años; el sindicalista ya tenía asegurao el traje, la corbata y la cartera, ahora  a vivir  del cuento en representación de los trabajadores al más puro estilo burócrata, espacioso despacho bien enmoquetado, ordenador de última generación, teléfono para llamar a su mujer y a la quería, también a sus amiguetes, de vez en cuando de marcha a Madrid o Barcelona a gastos pagaos para informar al empresario,  poniéndolo al corriente de aquellas personas con tendencias a no dar ni puñetero golpe y muy dados a causar baja laboral bajo pretexto de  inexistente  enfermedad.

De manera que así eran las  reuniones de empresa, de paso aprovechaban para  dar un martillaso forastero e ir cambiando el agua a las aceitunas a costa de los gastos de viaje y el destacamento.     
                                       
El Segura.-Bueno sigamos con nuestras antiguallas compare; tengo yo entendio que en los tiempos del Tariq y el Muza - echó abajo las inglesias de tu Córdoba cristiana y mandó hacer unas al estilo de su tierra de esas muy altas, hasta puso encimica de lo alto de la torre - un tío que andaba canturreando por soleáes, para llamar a oración al público de infeligreses, no contento con todo eso también prohibió el consumo del vino cerrando las tabernas, ¡vamos que ocurrencia hacer eso en Córdoba, ciudad  donde siempre se le ha rendido culto al vino y hasta tiene su guía de las tabernas!. ¡¡¡Córdoba, ciudad taurina y bravia que entre antiguas y modernas, tienes más de trescientas tabernas y una sola librería!!!
 
Dicen los que por allí andurrearon en aquellos tiempos que casi todos bebían vino de cortinilla escondidos por temor al chivateo, también me contaron una vez – que  hubo un gachón llamado el Gadafi-ben-Gafiqui - este inventó unas lentes a modo de gafas oscuras para cuando se ponían los ojos vidriosos por la hartaera vinícola poderla disimular, lo malo que no había remedio cuando se pasaban de la raya, entonces  se les trababa la lengua  y   en vez de decir cuatro decían trapo, o daban catorce camballás, también creo que para entrar en las mezquitas había que quitarse las esparteñas o las alpargatas y al tratar recogerlas a la salida ya se las habían cambiado llevándose las nuevas y dejando las viejas, estas eran  cosas de  más de un espabilao  de los muchos que  andan sueltos por la vida, hasta tenían la geta de decir “ojos que no ven alpargatas que me llevo”.

 Responde el Guadalquivir.- Hombre que quieres que te diga muchas verdades dises ellos venían en son de paz prometiendo respetar nuestras iglesias y costumbres, nuestras campanas y procesiones, pero cá, todos los días había reyertas callejeras y porretazos a cascaporro, no dejo de reconocer que trajeron progreso y bienestar se hicieron unos palacios que quitaban el hipo pero los jodios por culo se pasaban tó el día resando, jasiendo una espesie de gimnasia que consistía en arrodillarse para volverse a levantar, así varias veses todos los días, hasta besaban el suelo pero vamos eso no tiene ninguna importansia, esta gente era muy lista trabajaora y emprendeora ya te he contao el peaso de siudad que hisieron todo fue esplendor y bellesa, pero claro eso fue con el transcurrir de algunos siglos, a lo primero ya sabes cuesta la adaptación, eso lo sabes tu por experiencia con los de Orihuelica  porque la Murcia primitiva quedó destruida y todavía la están buscando los del pico y la pala,  de modo que por esa zona tuvisteis que pasar lo vuestro en esos siglos, ya me contarás con algún detalle  el nacimiento de esa ciudad que con tanto cariño riegas, me gusta oírte contar tus cosas, también me contarás lo que pasó con Cartagena para que desapareciera del mapa tantos siglos y que fue aquello de la Ariola del Ravenate (Orihuela) que en la actualidad un poco huele a cieno, pero vamos ahora  tengo posesión de la palabra y quiero seguir contando. 

Aquello de las trifulcas por la compra a los increyentes católicos de la verdadera fe de Alá y Mahoma de una iglesia para hacer la gran Aljama, fue agua pasá sin que tenga importansia alguna, ahí está la gran Mezquita pa orgullo del mundo entero,  siempre  se quejaron los de la cristiandad por la compra a la fuerza de la Iglesia de San Vicente que ellos tenían, cosas más importantes hay en la vida que contar de modo que olvidemos viejas rensillas y sigamos en paz con nuestra conversasión,  miles de aventuras vi yo con mis propios ojos en mi andurrear sin prisa con mucha más trascendencia,  no  dándole  tanta importansia,  de modo que contemos otras cosas compadre, los ánimos se me enardecen al ver que los increyentes de nuestra fe no dejan de remover siempre la misma historia.


Se me alegran las pajarillas -cuando resibo a mis niños tributarios y me entregan sus aguas, allá en Mengibar resibo yo las del “colorao”aunque su verdadero nombre es Guadalimar, joder como  me enturbia  él cause porque el hio puta es rojillo por el barro color rojo que arrastra, pero  me da mucha alegría su encuentro y es muy caudaloso, disen es jaenero, pero ca, su nacimiento es manchego- albaceteño  de la sierra de Alcaraz allá en el pico de la Sarga y estos tíos no se enteran, al  llegar serca de Villa del Río me entran las aguas de un arrollón le llaman él Salado pero  cuando llueve en Porcuna,Martos y Torredomjimeno todas sus aguas bajan espantadas arrasando campos de olivos y trigales,  los de la estación del tren en Villa del Rio se echan a temblar  porque los carriles de la vía los  deja  retorcidos, arrastra el balasto y levanta las traviesas, entonces tienen que tener preparado el tren del balasto, las máquinarias de vías como son las niveladoras, compactoras y perfiladoras, más.../...

  la Décimo Séptima Gémina Pía Félix Legión de trabajadores de la vía ferroviaria, esas avenidas de agua nada respeta, todo lo arrasa a su paso, después pasando la poblasión de Alcolea resibo las aguas serranas del Guadalbarbo este es un bastardillo serrano muy grasioso, baja correteando como si fuera un regatillo- perezosillo de finas aguas serranas,   ya saliendo de Córdoba me entra el Guadajoz le disen cariñosamente el Guadaosillo sus aguas un poco saladas están, este niño si que sabe de Ategua, del Julio Cesar y el Pompeyo en esos años me parese recordar le llamaban el Salsum,  viene  de Iponuba ahora le llaman Baena y Castro del Río, dispués pasado Las Posadas del Rey  se me encausan las aguas del Guadiato estas bajan del valle serrano Pedrochero, bien aprovecharon sus aguas los mineros para hacer los lavaderos del mineral,  un poquito más adelante recibo al Bembézar y ya  pasado Palma del Río se me unen unas aguas  más frías que el mismísimo copin por no decir el copón que parece palabra algo mal sonante pero bueno sobre todo en la época del deshielo l  es el río Genil que baja de la sierra granaina nazarí- alpujarreña,  in después resibo el Retortillo y ya cuando entro en Sevilla voy ancho y hermoso, !!oh gran río, gran rey de Andalucía, de arenas nobles ya que no doradas dijo Góngora y Argote¡¡


Te voy explicar  una cosa que hisieron estos tíos en el río allá en Sevilla, como son tan ocurrentes hisieron las esclusas, mira niño eso es  una espesie de canal al lado de la Torre del Oro que unas veses hace subir o baja el nivel del agua según convenga mediante un artilugio para poder pasar los barcos,  que flamenco voy yo por allí, de una orilla a otra hay muncho trecho, pero muncho, muncho, que hondura madre que tengo desde Sevilla hacía el mar, si tu vieras que peasos de barcos entran y salen, to el día pasando barcos arriba y  abajo unos pescando con redes, otros paseando con las tías tumbás tomando el sol pa ponerse morenas,  esto es un no parar,  cuanta variedad de pájaros, cuantos nidos de cigüeñas  que  bonitos  son sus  verdes sotos y alamedas.

 

Primo, esto es una cosa mu digna de admirar cuando sube la marea del mar en Sanlúcar de Barramea llega el agua hasta la mismísima Sevilla, luego es un primor pasear contemplando ese  panorama tan hermoso en su ribera hay un bosque  presioso  estos tíos le llaman el Parque de Doñana, allí hay aves de todas las espesies, toda clase de alimales es una selva de verdad que gusto me da adentrarme por algunos rincones que hacen para que riegue con mis aguas aquella selva,  ya en mi avanse imparable sin solusión de continuidad  me espera el mar. 
Ya remedio alguno y sin solución de continuidad entrego el correaje, el cinto, las cartucheras y la cuchara en un sitio que se llama el estuario en una sanluqueña playa del Océano Atlántico en Sanlúcar,  ahora habla tú cuéntame las cosas que quieras y  los continuos  trances con tus vecinos y hermanos cartagineses que tengo yo entendio que siempre estáis liaos de puta renegadera y con continuos enfados.
                             
Responde el Segura.-Hay que ver que cosas más bonitas me cuentas primo,  sigamos la sesión te voy  a seguir contando un poco de la historia  de la Cartagena primeriza llamada Qart Hadasht (ciudad nueva), ya hemos  hablado de su fundación y de esos murallones parecidos a los de la Cartago tunecina,  en definitiva hicieron un enorme fortín militar para acogimiento de sus  grandes tropas y hacer la guerra a sus oponentes los romanos.

 Esta península  en aquellos años  no tenía amo fijo, ni tampoco se llamaba España, aquí estábamos como los indios salvajes sería muy complicado hablar algo de ello, los fenicios le llamaban Span al parecer eso quería decir “País de Conejos” de los muchos que abundaban, otros dicen  quería decir (NORTE), los griegos le pusieron de nombre Ophiussa que significa tierra de serpientes, con el transcurso del tiempo le cambiaron el nombre por el de Iberia, los fenicios y cartagineses también le llamaban SPAN (Norte así era para ellos) no preguntes el porque yo no lo se,   los romanos le dieron el nombre de Hispania, aquí me detengo sin entrar en posteriores siglos ahora se que se llama España,  Don Américo Castro escribió bastante y mucho sobre este tema,  no olvidando que los árabes le llamaron Al-Andalus a esta península. 

 Siguiendo con la Mastia de los mastienos después la Qart Hadast de los púnicos y la  Cartago Nova de los romanos, cerca la Deitania, Contestania, Bastitania, Turdetania, Oretania y un largo etc; por las riberas del Duero habían  multitud de tribus como los Vacceos, Arévacos, Lusones y Celtíberos sorianos, en la zona de Cataluña los ilergetes o ilerdenses, cada tribu con su propia idioma de modo que esto era un rompecabezas pero la gente se entendía aunque fuera utilizando el magnífico e infalible sistema de señas con las manos y gestos con la cara y boca, eso nunca falla primo.     

En la Kart Hadast Cartagena actual hicieron un palacio fortaleza para el Asdrúbal y su gente con el nombre de Byrsa dicen que estaba al lado del barrio de  “las leas” que nosotros conocimos con el nombre de  “El Molinete”, tu ya me entiendes de que va el tema, me parece que vosotros le llamabais en Córdoba y otros tiempos “las periquitas”, en la Hispalis sevillana vivían honradamente de su trabajo en la Alameda de Hércules,  para que el personal pudiera  retozar y desfogar las energías, en Málaga los célebres Percheles,  La Cuesta de la Magdalena en Murcia, el Alto de la Villa  en Albacete y Las Cortes en Bilbao.

  Construyeron el Templo de Esculapio con el nombre de Eshmún,  allí oraban a sus dioses,  cuentan que el monumento era  suntuoso al parecer  estaba situado en el monte que hoy se conoce  como la Concepción, en el Cerro de San José estaba el Templo de Aletes, el de Baal o Moloch en una ladera llamada Monte Sacro, de modo que siempre existieron beatos de un modo o de otro máxime con tantos dioses como tenían.

El Foro o Plaza Pública en el centro de la actual ciudad  al lado del Ayuntamiento,  dicen que todo fue un verdadero primor, si bien les duró poco su esplendor y grandeza en el año 209 se encargó el general romano Publio C. Escipión de destruir todo aquello y formar el desastre padre, después los romanos reconstruirían aquello que más  les interesó.

Como es natural siguieron explotando las minas de la Unión sustituyeron  el nombre de la ciudad de Qart Hadast por el de Cartago Nova.

En el siglo I debió ser una hermosa ciudad, el geógrafo griego Estrabón cuenta y no acaba de sus grandezas, mucho pondera  la situación natural  portuaria entre sus dos grandes montañas y también de la riqueza de sus minas.

En época de los romanos siglo I adquirió mucha importancia se vio afectada por la reforma administrativa del Emperador Augusto siendo Conventus Juridicus Carthaginensis, casi nada compadre.

Aquello retomó con los romanos sus antiguos fueros de poderío, pasaron los años ya estábamos en época decadente del Imperio romano dividido entre Occidente y Oriente,  estos eran romanos a la falseta,  llamados bizantinos de Bizancio de Turquía o de Anatolia para ser más claros y exactos, si bien es verdad que procedían de muy diversos países,   a estos   les entró la pereza, la incuria y la indolencia, un buen día del año 425 en tiempos de Valentiniano III llegaron los arrasantes Vándalos destruyéndolo todo, ya nunca jamás Cartagena volvió a ser grande y poderosa.

Cuenta el padre Morales de lo traducido en el Cronicón de Idacio, <<los vándalos no dejaron ni la mismísima simiente de su esplendor>>.

La gran basílica bizantina todavía aguanta sus ruinas con gallardura los envites de los tiempos y de las guerras, los vándalos no respetaron nada de modo que los cartageneros tuvieron que convertirse en pescadores de aladroques y atunes, especializándose en la pesca de bajura y altura así como  en la salazón del pescado.

Los asaltantes vikingos cruzaban el charco con frecuencia y se introducían tierra adentro  haciendo  estragos robando y matando, igual sucedía con la gente del norte de África con la gran diferencia que estos eran gentes de paz cruzaban  al mercadeo al intercambio y trueque, a la compra de salazón,  de paso ver lo que podían  llevarse a bajo precio, sobre todo gente joven para su venta como esclavos, los mozos fuertes para trabajar las tierras y explotar las  minas, de modo que estaban bastante aislados sin tener nadie que les defendiera causa que motivó el traslado de  la silla Episcopal metropolitana a Toledo y el obispado a Orihuela, cosa que no agradó al personal cartagenero, desde entonces están reivindicando muchos derechos sobre todo  a ciudad capitalina de la región.   

Por Gibraltar ya se había producido la invasión árabe del año 711 con Tariq y el Muza a la cabeza.

En la zona de Levante fueron entrando progresivamente y en paz árabes, egipcios, bereberes,  bastantes yemeníes no pertenecientes al Califato de Damasco, estos entraban como por su propia casa ello no era molesto para nadie,  nuestras costas estaban desiertas  solemnemente aburridas,  muchos atracaban en Denia, Valencia, Alicante y Castellón, también por la desguarnecida Cartagena, Águilas y Mazarrón,  se situaron  a gusto propio,  muchos se establecieron en Orihuela, Illice, Alacant en toda esa franja costera que configura el litoral  hoy conocido como Levante español, en convivencia mutua con cristianos se respetaban y convivían cada cual en sus costumbres, el comercio y el intercambio de mercaderías era su preferencia.

 No olvidaron nunca los cartageneros la industria manufacturera del esparto y de la pleita, también  fueron excelentes constructores de traineras, carabos, chalupas, bajeles, escunas y barluengos, pequeñas navegaciones para el remo, bous para la pesca con red, chinchorreras y 8 libras en batería y 4 de 8 libras en cubierta de 420 toneladas, también el llamado “Murciano, San Fulgencio, San Leandro y Santa Florentina”   en definitiva fueron excelentes constructores navales, disponiendo siempre de magníficos astilleros, entretejían trainas para la pesca de bajura a media altura como la sardina, transcurrido algún tiempo y con luz artificial pescaban con  mamparas en horas  nocturnas,  fueron verdaderos maestros en la manufactura artesanal  de toda suerte de jarcias, cabos y aparejos, en resumen todos los conjuntos y artilugios de redes  destinados a la pesca marítima
diminutas embarcaciones como faluchos costaneros con vela latina,   falúas de escaso calado muy marineras dotadas de carroza, rápidos jabeques de tres palos, a los cartageneros les cabe la satisfacción de haber construido en sus astilleros algunos jabeques de importancia como aquel  de nombre “Gitano” tenía un desplazamiento de 200 toneladas, iba dotado de 24 cañones.
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En las orillas de las playas existían astilleros donde a los barcos varados se le practicaban multitud de reparaciones mediante el sistema de calafateo con estopa y otras artes, los cartageneros siempre fueron excelentes carpinteros de ribera.

Al esparto les sacaron buen provecho, ese producto  valía para todo en aquella época hasta para hacer velas navieras y toda suerte de objetos, especialmente esteras, seras y serones, capachos,  atalajes para animales de tiro y carga, todo un mundo  giraba en torno al esparto como materia prima necesaria para toda clase de manufacturas, se negociaba mucho  con el mundo oriental con estas artesanías a través de su incomparable situación portuaria natural entre montañas,
                                                                 
           
Con el transcurrir de los siglos nació un zagal en 1851 en el callejón de Zorrilla, esquina a la calle de San Francisco, este a medida que se iba haciendo mayorcico demostró tener gran aptitud para los estudios de la electricidad y a los barcos, tan desmesurada afición tomó el muchacho a la navegación submarina que, inventó un  submarino, no sabes tu muy bien el éxito que tuvo el muchacho, allí junto al puerto está la estatua del Isaac Peral y su invento, para orgullo del pueblo cartagenero, fue un excelente marino y un personaje ilustre en el campo de la electricidad, el submarino que él inventó era de acero en lo que respecta al casco y mamparas e iba armado con dos torpedos, se sumergía mediante unos acumuladores eléctricos que suministraban corriente a unas dinamos. Estas a su vez por efecto de rotación, hacían girar dos hélices dispuestas en eje vertical del submarino. Las hélices iban hundiendo la nave hasta que su resistencia era inferior a la presión del agua.
Las pruebas tuvieron gran éxito y muy satisfactorias, si bien el Consejo Superior de la Marina no autorizó la construcción de nuevos submarinos al menos por aquellos años.  Ahora demos hacía atrás respecto a la historia y vamos hacia Murcia, no sin antes decirte que los catalanes dicen ser ellos quienes inventaron el submarino, siendo su hijo Narciso Monturiol el inventor, y que Isaac Peral le birló los planos, cosas de los catalanes siempre inconformistas. Vamos ahora con Murcia.   

Un siglo largo transcurrió para que Abderrahmán II, bisnieto de Abderrahmán I e hijo de Al-Hacla Halawa su madre, ordenara la construcción y fundación de una nueva ciudad resultando ser la Murcia actual, ya estábamos en el año 825  fíjate como sería aquello que la gente solía decir “mata al rey y vete a Murcia”, en esa época pocas cuentas tenían  que rendir a los que de nuevo llegaban para repoblar la tierra, era muy necesario la pronta repoblación, poco se sabe de sus orígenes antiguos existen reliquias de los pueblos fenicios, argáricos, ibéricos, griegos y también de los romanos,  ya te iré contando como se produjo esa fundación de la ciudad.


Orihuela en el siglo VIII  fue capital del Dux Tudmir sus hombres tenían mucha afición  a la fabricación de alpargatas, cuerdas, maromas, sogas, esteras y sombreros de ala ancha para protegerse del sol justiciero,  entretejiendo las tiras de cáñamo y esparto que crecía en sus páramos, en definitiva fueron maestros en la manufactura de la pleita, esta se exportaba a través de los puertos de Cartagena, Torrevieja, Santa Pola,  Águilas y Mazarron.

En sus huertas crecían las mejores cebollas y tomates de toda la Vega Baja y como no lechugas frescas, además yo el río Segura  siempre llevaba crecido cauce,  nadie me estrujaba yo regaba a pajera abierta, producía riqueza daba de comer a muchas bocas, mientras en Cartagena si querían regar para la siembra tenían que ir al mar a traerse el agua a cubos, desalándola  después, pero bueno allí hay mucha agua subterránea y sus gentes conocían muy bien el mundo que  tenemos debajo de los pies de manera que sin mucho esfuerzo extraían el agua de los acuíferos, son verdaderos maestros y grandes especialistas en galerías sotorreñas,  saben sacar agua donde hay petróleo, también  hubieron de dedicarse a la pesca de altura mediante la navegación costera de cabotaje, en ese pequeño litoral que lo confluyen desde Urci (Águilas), Cabo Cope, Mazarrón, Portmán, (el Puerto Magno), Cartagena, Cabo de Palos,  Torrevieja, Santa Pola y Alacant, y ese gran lago que hoy se conoce como Mar Menor configurado por las riberas de las poblaciones de Los Nietos, Lopagan, Los Urrutias, Los Narejos, Los Alcázares, Santiago de la Ribera y San Javier, y San Pedro del Pinatar, se daba trabajo a mucha gente en esas poblaciones con la explotación del plomo y de la plata, del alumbre  y azufre o alcrebite  se disponía del Puerto Magno para la expedición, transporte y entrega al cliente a porte pagado claro está, a expensas de los trabajadores deduciendo los gastos  de su estipendio.

Allí en la Orihuelica del Señor un tanto apartaicos del mundanal ruido, nadie creía que iba a pasar nada, pero mira tu  por donde mandaron el relevo al Muza con su hijo Abdelaziz con órdenes muy severas para acabar cuanto antes con el Dux de Tudmir, ambos ejércitos se enfrentaron en Sangonera en dura lucha, no hubo vencedores ni vencidos, no obstante los cristianos de Orihuela tuvieron que firmar un pacto de obediencia al musulmán, al menos si no querían más sangre, la historia hoy lo reconoce como “El Pacto de Tudmir”.  

Al moro Muza le dijeron  que se fuera raudo y veloz a Damasco a rendir cuentas a la dinastía Abasí, ya estábamos en el año 713 su hijo Abdelaziz asumió las funciones, este después lo casarían con la princesa Egilona viuda del rey godo D.Rodrigo, más bien por cuestiones políticas que por otra cosa, este fue un buen modo de suavizar la convivencia  entre cristianos y moros intrusos  dominantes por la fuerza de las armas.  

              

 Después de la batalla de Sangonera hubo  de firmar por ambas partes el  pacto de ausencia de agresión, los de Orihuelica teníanla Cartaginense visigoda ya había sido destruida desde el 625, de modo que para nada contaba por aquella época,  sin duda  estaba sumida en la destrucción y la miseria.
Hubo que pagar todos los años al mandamás  del turbante mucho oro, un dinar los ricos y medio dinar los probes, el dinar tenía que de ser de oro; dicen los que entienden fue el mejor tratado y más favorable de todos los que se habían concertado contra los sarracenos, cuenta el historiador  D. Francisco Javier Simónet en su libro Historia de los Mozárabes de España, << el Duque Teodomiro y los suyos serían recibidos bajo la salvaguardia  de Dios y de su Profeta; que ni a él ni a ninguno de sus magnates se les impondría señor o jefe alguno,  no pudiendo ser destituido  ni despojado jamás de sus bienes y señorío mientras que pagase y cumpliese con lealtad las condiciones estipuladas, ninguno de los suyos sería muerto, ni cautivado, ni separado de sus hijos y mujeres; que Teodomiro no daría asilo a desertores ni a enemigos de los muslimes, ni hostigaría a sus protegidos, ni les ocultarían noticias de sus contrarios que supliese en reconocimiento de vasallaje, él y sus magnates pagarían cada año al Gobierno musulmán un dinar, cuatro almudes de trigo, cuatro de cebada, cuatro cántaros de arrope, otros cuatro de vinagre, dos de miel y dos de aceite, y los siervos la mitad de cada cosa; que este pacto y capitulación comprendería siete ciudades, a saber Aurariola, Valentia, Licant, Mula, Bigastri, Ello y Eliocroca>> la fecha del tratado es del día 05 de Abril año 713,

El Condado llamado Dux Teodomiro o Tudmir desde finales del siglo VII era un extenso territorio de siete ciudades condales correspondientes a otras tantas diócesis, y que se extendía hasta Urci (Almería) y los confines de las actuales provincias de Valencia,  Albacete y Cuenca, los siete obispados visigodos fueron: Acci (Guadix), Basti (Baza), Urci (Almería), Begastri (Cehegín), Carhago Spartaria (Cartagena),  Illice (Elche) y Ello  (Lorca), si bien hay autores que  lo sitúa en Aljezares (Murcia) en cuyo caso Lorca sería Eliocroca, entonces si los de Lorca su gentilicio es lorquino, los de la población de Lorquí ¿Cómo será? Bueno pues son Ilorcitanos.

En el año 743 murió Teodomiro, todavía faltaría casi cien años para que fundaran Murcia.

A mitad del siglo XI era costumbre decir “Elche, Valencia, Alacant y Orihuela de Teodomiro”  después con el transcurrir de los siglos se llamaría el Reino de Murcia.

Nota.- En la crónica del moro Rasis, dice “tratando Abdelaziz ben Catán, se lee”: <<En esto vino al rey con pieca de su gente para Cartagena que aun entonces era de Cristianos, et ganó la, et después de ganada, fue en ella entregado>>. Es verdad que el nombre de Cartagena no suena entre las ciudades o capitales mencionadas en el famoso tratado; más es indudable que se hallaba dentro de aquel territorio y comprendida en el condado o jurisdicción de Orihuela. (Historia de los árabes en España-Historiador Francisco Javier Simonet.

Pasó el tiempo ya estábamos en el año 779 cuando Abderrahman I el Emigrado tomó un tremendo cabreo con el Príncipe visigodo de Orihuela, eran los tiempos de otro conde visigodo Ardabastro le llamaban.

Abderrahman I rompió el pacto y capitulación de Abdalaziz y Teodomiro, declaró la guerra ocupando bastantes fortalezas y castillos se cargó casi todo el reino visigodo desterró al Príncipe godo Ardabastro,  llegando hasta Valencia donde causó verdaderos estragos.

Transcurrido algún tiempo no mucho, Ardabastro marchó a Córdoba a entrevistarse con el Emir, le habló con rabia pero respetuosamente, después de dura dialéctica convenció a Abderramán I para restituir su Condado,  siendo reintegrados parte  de sus Estados, cuentan las crónicas que veinte, retomando el nombramiento de Conde de Tudmir, aquella situación duraría  más de 50 años, después de dicho tiempo las cosas empezaron a ponerse cada vez más tirantes, diariamente había muchas escaramuzas, muchos prisioneros por aquí y por allá,  gresca continúa entre moros y cristianos no era posible vivir tranquilos con tanto sobresalto diario.

 Ya estábamos en tiempos  de Abderraman II,  este se hartó y dijo al general Gadir ibn Malik no me fío de los rebeldes de Orihuela, esos descendientes de Tudmir de los godos y ese yemení Abusamaj Arráez han tratado de engañarme otra vez, disponga lo conveniente para hacer una ciudad nueva de carácter militar próximo al río, aproveche la altura del cerro de  Monteagudo que dista de Orihuela solo nueve leguas  donde construirá dos castillos y dos alcazabas, aproveche las ruinas del castro romano es un lugar estratégico donde allí tendremos la tropa y podremos observar los movimientos del enemigo, será la forma más eficaz de rendir a esos cristianos visigodos de la Ariola  del Ravenate.

 No se entretenga en construir la nueva ciudad en los llanos espartarios, aquí en este lugar,  señalándole con el dedo índice de su mano derecha la exactitud del lugar de construcción de la  futura nueva ciudadela en un mapa topográfico.

Lleve todo el personal necesario,  eche mano  para la construcción a gentes de Cieza, Ricote, Caravaca, Mula y Cehegín, no lleve gente de Jumilla estos son muy aficionados al vino y su consumo en nuestra religión es mortal pecado, enturbia el entendimiento y enaltece los ánimos,  no es mi  deseo contaminen las tropas y adquieran afición a tan nocivos bebedizos, tengo experiencias con la  gente de Montilla y estas dos ciudades riman en sus nombres, por algo será, además las dos poblaciones son cultivadoras de  generosos y buenos caldos vinícolas.

   Puede echar mano en caso de urgente necesidad a gentes de Lorca,  escuche bien, no  olvide decir a los alarifes que quiero una ciudad a la moderna, nada de chapucerías pueriles hay buena tierra el sol calienta pero no achicharra, hace falta captación y buena distribución de las aguas del río,  haced una gran red de acequias, azudes,  azarbes y aceñas de modo que permita el riego de todas esas zonas desérticas y espartarías, nosotros haremos de estos inhóspitos páramos verdaderos vergeles después se repartirá el terreno en régimen de tahullas para su explotación.

En nombre de Alá cambiaremos la faz de esa  de blancuzca tierra que solo produce esparto, habrá riqueza y trabajo obtendremos los mejores árboles frutales de todo el orbe, cosecharemos  verduras en cantidades exorbitantes, eliminaremos  esa insana costumbre en consumir carnaza de cerdo, la ciudad se debe construir próximo al cauce del río allí haremos un murallón y malecón para la contención del agua que impida que las riadas alcancen la ciudad, esta se rodeará con fuertes y altas murallas y en el castillo Monteagudo tendremos la soldadesca.



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