jueves, 22 de septiembre de 2016

CUENTO IV OMAR BEN HAFFSUN

   CUENTO IV

                       OMAR BEN HAFFSUN-



 Omar nació en el año 840 en Casarabonela según unos historiadores, otros dicen fue en un pueblo llamado Parauta en la serranía de Ronda, esto último parece que está algo  más confirmado, con seguridad certera se sabe que era muladí, es decir descendiente de cristiano, pero en aquella época era de  obligado cumplimiento abrazar el Islamismo, de lo contrario te cortaban el pescuezo, su bisabuelo fue un  conde visigodo de la alta nobleza, de modo que la islamización fue abrazada por  la fuerza de aquellos invasores islamistas, en consecuencia que el niño  era mitad moro y mitad cristiano pero  no olvidando nunca sus ancestros visigodos y cristianos, su infancia discurrió en aquellas agrestes sierras, presumiblemente   se sabe que pudo vivir  en Carratraca, Ardales, Parauta  o  Casarabonela.



Desde bien jovencito demostró el niño tener espíritu inquieto y beligerante, jugaba a las espadas y a las guerras formando bandas contra otros niños de Alóra, Cártama y Antequera, casi siempre salían vencedores los de la banda del jovenzuelo Omar, no obstante  fue educado en el respeto hacia la fe cristiana y algo de la musulmana para disimular un poco, cuentan viejas crónicas y leyendas que era de un carácter indomable, no había quien pudiera con él, llegó a gustarle hasta con verdadera pasión el juego del Alquerque de doce, al paciente padre le solía causar diarios disgustos por su comportamiento excéntrico, extravagante y anormal.

A medida que el muchacho iba creciendo le fueron gustando cada vez más las pendencias y las aventuras, cabe la posibilidad de ser influenciada esta pasión por la diaria y cotidiana lectura   de aquellos antiguos tebeos o cómic del Guerrero del Antifaz que su padre le traía cuando venía  de  Málaga cargado con la compra del economato y suministro.

Pronto aprendió a galopar a caballo gustaba de recorrer rincones intricados y recónditos perdidos en aquella serranía, fue siempre el líder y jefe de todas las bandas de la comarca, maestro en el manejo de la onda del arco y de la flecha, de la espada y la lanza, tenía buenas dotes de mando, gran estratega a la hora de organizar a los demás jóvenes en disposición de lucha, con el tiempo se convirtió en líder indiscutible de la comarca del valle de Abdalají.

El padre al no poder  sacar provecho del muchacho un día se le fue el “traque” y le abrió las puertas diciéndole el mundo es tuyo muchacho, este no lo pensó dos veces y se embarcó a Berbería donde permaneció algunos años, si bien nada  se  sabe como transcurrió su  permanencia por aquellas tierras, dicen algunos cronistas que fue aprendiz de sastre, allí llegó a enterarse que en su pueblo había una sublevación contra el gobierno, no lo pensó mucho y decididamente  regresó  presto a  su tierra natal.

Para comenzar se reunió con sus antiguos compañeros formando varias bandas y se dedicó al pillaje, asaltando caravanas y transeúntes, no estaba de acuerdo con los mandatos del Sultán de Málaga, ni del Emirato cordobés, tuvo  valor para salir al encuentro de contingentes militares atacándoles y causándoles innumerables bajas, siempre actuaba por sorpresa desapareciendo después como por encanto, pronto se convirtió en la pesadilla del centro de operaciones del emirato de Córdoba y Málaga.


 Ya de bastante mayor próximo a los cuarenta años de edad estableció  de forma oficial  su cuartel general en un intrincado lugar protegido por las altas montañas hoy se le conoce a este lugar con el nombre de Bobastro; en el  lugar  donde  anidaban las águilas edificaron en una roca excavada una iglesia para el culto cristiano-mozárabe.

Al gobernador de Málaga lo traía por la calle de la amargura, siglos después emularían sus hazañas aquello hombres dedicados al pillaje  conocidos con el apodo de Pasos Largos,  Diego Corrientes, El Pernales,  Miguelito Caparrota, Juan de Serrallonga, Claudio El Molinero, Juan Caballero, El Lero,  El Tempranillo, Los Siete Niños de Ecija, Jaime El Barbudo  y otros muchos que  omito al  no ser de mi agrado la excesiva  prolijidad pero he reconocer que me encanta.
 

El emir Muhammad I emprendió un ataque contra  el y sus gentes en el año 883 aproximadamente consiguiendo hacerlo prisionero, lo llevó a Córdoba y fue encarcelado.

El Consejo se reunió  para deliberar cual sería su castigo, después de muchas y diversas deliberaciones llegaron a la conclusión que era un hombre de enorme valía, conocedor de todos los caminos serranos, gran estratega para el combate y de la guerra de guerrillas, valiente y abnegado,  el Consejo tomó la decisión de incorporarlo al ejército del Emirato con el mando de Valí de la comarca comprendida entre Valchillón  y Aljaima, por otro lado desde Guadalcazar hasta  Estepa, se  estimó podría aportar mejores resultados mantenerlo vivo y a disposición del emirato.    

 

  En sus primeros inicios todo fue transcurriendo con normalidad, algún tiempo después  tuvo
un  atranque con un personaje de la milicia cordobesa y de la noche a la mañana se produjo su deserción sin facilitar explicación alguna, pronto se tuvo conocimiento que retornó a Bobastro donde  creó una especie de principado libre del yugo árabe, apoderándose de las localidades malagueñas de Auta, Mijas, Comares y Archidona, tuvo la osadía de mantener a raya   a los Emires de Córdoba, fue un verdadero adalid y símbolo de la insurrección contra  el invasor conllevando el contagio a toda la serranía limítrofe de Ronda de la que era dueño y señor, teniendo muy buenas relaciones con los bereberes del Zagreb.

Ya estábamos bajo el mandato del emir Al-Munhir quien le dirigió operaciones militares en su contra, le cercó en Bobastro y durante el asedio el emir enferma y muere en el año 891, le sucedió en el emirato su hermano Abd Allah, quien mandó sofocar algunas revueltas producidas en su territorio, mientras tanto Omar ante el acoso del emir acuerda un pacto de sumisión a cambio de respetar sus dominios en Istiba, Astigi y Urso a lo que el emir accedió a fin de lograr la paz.



Tras el pacto   le nombró gobernador de Málaga, aceptó el cargo pero ante la debilidad de Córdoba y la situación de anarquía generalizada en al-Andalus, Omar optó nuevamente por rechazar la obediencia y amplió los territorios bajo su dominio.


El 16 de mayo del 891 en una escaramuza guerrillera resultó  derrotado en Poley hoy conocida como Aguilar de la Frontera, también se la llamó por ese tiempo Bulay, con los romanos sería  Ipagro y con los visigodos Ipagrun, perdiendo varios de los territorios, no obstante una vez más el bravo Omar volvió a salvar la vida refugiándose primeramente en Antequera y después en su castillo de Bobastro.                                 


Más tarde pudo recuperar buena parte de sus territorios perdidos pero su declive se hizo cada vez más evidente, en el año 899 se le conocía como el anciano andaluz y  decidió convertirse al cristianismo, haciéndose bautizar con el nombre de Samuel contaba con 59 años de edad, por aquellos tiempos la ancianidad llegaba bastante  antes que en el siglo XXI.

El abandono de la religión musulmana no agradó a sus más fieles compañeros y seguidores, restándole de inmediato su adhesión,  eran musulmanes y no querían servir a un jefe renegado de la fe de Alá.

Los últimos años de su vida coincidieron con el acceso al poder de Abd al-Rahman III el gran Califa,  este  sometió a un asedio implacable a Bobastro cuando Omar ya había fallecido pero mandó desenterrar el cadáver,  Bobastro se encuentra a la distancia de media legua  de la estación ferroviaria del Chorro, allí  estaba su tumba el odio hacia esta persona hizo que sacaran de la tierra sus restos para comprobar que estaba muerto y allí mismo les dieron martirio como si estuviese vivo, fueron cosas de los tiempos y de los odios.  (APROVECHA EL DÍA NO CONFÍES EN EL MAÑANA)







                          


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