viernes, 4 de marzo de 2022

EL BOSQUE DEL PATRIARCA

 

                                     

Nervio ciático

Ya van  mejorando los fatídicos  dolores producidos por el nervio ciático que discurre por el lado izquierdo de la cadera, hasta impedir caminar con la normalidad que es debido, este me ha tenido una larga semana  sin poder practicar la actividad deportiva, es decir sin poder dar ni un paso y lo que también  me queda todavía.   



No obstante  el pasado jueves día 3 a pesar que las molestias no del todo han desaparecido,  me atreví a subir andando a través de   toda la Avenida del Brillante arriba, dejando atrás la Iglesia de Cristo Rey,    el Hospital de San Juan de Dios y el bar de siempre llamado el Granito de Oro,  ahora aparece también por otro lado  con el nombre de  "El Enreo", de modo que son dos nombres los que tiene.



Al llegar a  la Huerta de Los Arcos doblé el  oportuno desvío hacia  la izquierda y  continué  andando entre bonitos chalets  a través  calle Poeta Paredes, recorrí esta  agradable calle en toda su longitud hasta salir a la carretera de Las Ermitas, allí  fui subiendo hasta  llegar al final de aquella  zona asfaltada de la Cuesta del Reventón, lugar este donde  vine a dar media vuelta  para  ir bajando, luego no mucho más abajo  me desvié hasta entrar en la zona del Bosque del Patriarca.  




Ya caminando entre encinas y jarales para  ir  alejándome de las zonas rocosas    me   encontré  con la primera flor de la jara pringosa de esta   temporada, se nota y es evidente que estamos viviendo una adelantada  y falsa primavera.



Más adelante y en aquella agradable y solitaria soledad, ya comencé a oír extraños y desagradables ruidos mecánicos, estos se fueron intensificando   a medida que iba  avanzando por aquel terreno.

Llegó el momento  que pude ver a varias  maquinarias en plena actividad haciendo  removidos de tierras, así como a  varios operarios de la construcción trabajando con dinamismo elevando una obra de albañilería  formada por ladrillos; horrible fue lo que estaba viendo y oyendo  sin poder dar crédito  a lo que veía en aquel bosque de paz y tranquilidad, tanto que hice alguna que otra foto que aquí adjunto, ya me arrepiento de no haber hecho más y todavía más cercanas a la obra.  



Al llegar a casa me enteré que el Ayuntamiento ha puesto en marcha el proyecto de la puesta en valor de este bosque para  aprovechar 60 hectáreas de encinar y convertirlas en Parque Periurbano  para uso  y disfrute de la ciudadanía, vamos como si acaso  estuviese prohibido el paso  por allí a practicar el deporte  y otras actividades lúdicas,  también abunda la información  que servirá para hacer  peroles dentro del marco comprendido en un espacio  destinado  y habilitado  a base de  mesas y bancos.

Asimismo indica la información  que  se impedirá el acceso desordenado de vehículos de motor a fin de proteger el medio-ambiente; eso ya existe en este paraje mediante señales informativas, abunda que  contará con accesos peatonales, uno por la calle  llamada  el Lentisco y otro por la zona sur con la plantación de 400 árboles y 350 arbustos. 

Lo que está ocurriendo va muy rápido y menos mal que  ya hay  muchos metros  cuadrados protegidos por alambreras para impedir la entrada de alimañas,  así como   largas tiras de   plásticos color rojo para mejorar la visibilidad de estos enrejados, en su interior ya se observan las recientes plantaciones  arbóreas, es de  suponer que  puedan ser  de las  especies autóctonas.  

Ahora lo que es menester que no sigan  proliferando  como según se puede ver las construcciones de cementos y ladrillos a través de  este olvidado pulmón de Córdoba, y que  en un futuro  no  les de por construir un campo de golf en estos terrenos.    

              

                                  

                                  


                         ¡¡¡HASTA OTRO DÍA!!!

                                          




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