lunes, 12 de diciembre de 2022

DESPLAZAMIENTO A LA CANTABRA POBLACIÓN E POTES.

 

                                              POTES

Escudo de Potes.

Llegamos a Potes (Cantabria),  en el autocar que nos condujo hasta esta población, el conductor algunas vueltas tuvo que dar  para poder aparcar el vehículo y la verdad que no había mucho sitio donde poder hacerlo,  fueron muchos  los autocares que habían  aparcados para poder visitar a  esta  reducida población.


El río Deva  “El de los tres brazos” por aquí ya baja   alimentado por muchos arroyos  que anteriormente le entregan sus aguas,   luego  llega exactamente en la  Villa  que   en otra época se le bautizó con el nombre de  “Pontes“(Puentes), debido a los muchos que hubieron de existir,  ante tantas bajadas de acuíferas aguas procedentes de la alta montaña y de los deshielos.



En esta población  y  para protegerse de las habituales lluvias existen soportarles para poder guarecerse de las lluvias, existen muchas tiendas con toda clase de productos de la tierra, la plaza queda abierta al río encarada con el puente, como se aprecia en  las fotos de más arriba.       

La Villa queda  casi en lo más hondo de la pequeña población a una altura de unos 300 mts. sobre el nivel del mar, teniendo en cuenta las alturas de  los montes que la rodean se  piensa  interiormente que podría tratarse de un lugar  bastante sombrío,  pero nada más lejos de la realidad, al contrario   resultó  esplendoroso y ameno  tanto por su diversos valles que lo rodean  sobre todo por la riqueza de su verde vegetación. 


Esta villa está asentada en la confluencia de cuatro valles en el centro de la comarca de Liébana, confluyen los dos ríos llamados Liébana y Deva, así como su afluente el Quiviesa.

                                      Torre del Infantado

En la Edad Media siglo XV  POTES fue la capital por llamarlo de algún modo de aquella comarca,  allí fue erigida una gran torre llamado del Infantado, en 1822 tuvo Ayuntamiento, siendo cabeza de partido judicial abarcando las poblaciones de Tresviso, Castro y Cóbrigo, Cabeza de Liébana y Caneño.

La población es poco modernizada y las construcciones son de sólida piedra canterana algunas de sus calles son sumamente pintorescas, sin duda la entrada de  aquellos ríos aumenta su belleza  luego   junto a la plaza se ven restos de un antiguo convento, una iglesi  y un mercado que alegra la vista del  visitante



 

 

   En uno de aquellos bares hicimos la comida en torno a las 14 h.  pero que en algunos lugares de  nuestra geografía le llaman  el almuerzo, mientras en otras zonas,  el almuerzo consiste en un tente en pie llamado bocadillo,   nos llamó mucho la atención la cantidad tan numerosa de cazadores que por allí había con escopeta en ristre, al parecer en aquella zona existe abundancia de caza  il, sobre todo  del ciervo, gamo y jabalí, el  oso,  cabra montés y el rebeco, también el urogallo y la avutarda en la temporada hábil para ello. 




Abundaban por aquellos lugares los  esquiadores de alta montaña,  ya que en Áliva tienen excelentes pistas  y un refugio para los excursionistas montañeros.

Durante la guerra civil esta pequeña población se vio afectada por un incendio que al parecer fue provocado por el bando republicano, destruyendo el casco antiguo histórico el 31 de agosto de 1937, argumentando que aquello se  trataba de un vil baluarte del carlismo, fue reconstruido con los criterios del franquismo en  1963.



El casco antiguo está reconocido desde 1983   como bien de interés Cultural con la categoría de Conjunto histórico. 


Las Minas de Áliva en la actualidad cerradas y con el entorno restaurado se explotaba el cinc, se llamaban minas  de LAS MANFORAS, como  corrupción de la palabra Almanzora, lo que me extraña es este nombre porque es de  origen árabe, ellos no estuvieron nunca por allí,  estas minas fueron mundialmente conocidas por la abundancia de ESFALERITA, conocida como Blenda acaramelada, muy apreciada para el tallado de gemas.

   



Buena comida en los bares, mesones y tabernas, siendo estos muy abundantes, allí  nos esperaba una copioso  cocido de  explosivos garbanzos de la tierra con  morcilla de arroz y exquisitos  callos,  de postre  un yogur y rápidamente al autobús  que nos conduciría a la capital santanderina y  al Hotel Bemon Playa  fuimos a parar donde estábamos instalados. 

Hotel Bemon Playa.


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