RECUERDOS DE OTROS TIEMPOS GLORIOSOS PASADOS.
ASCENSIÓN AL PICO DE LA TIÑOSA 1.568 MTS. EN LA SUBBÉTICA CORDOBESA
SENDERISTAS DE AQUEL JUEVES DÍA 06 DE ABRIL DEL AÑO 2017
Avrelivs Martínez Navarro, Antonio Espejo López, Antonio Rodríguez Jimenez, Félix García Carrasco, José Fernández Caballero, Juan Gañán Bejarano, Juan Pastor Ayllón, Juan Ruiz Lopera, Juan Serna Jiménez, Julián Leal y Rafael Ábalos de la Haba.
Salida de Córdoba a las 6,30 h. desde las puertas del Hotel Center con parada prevista en la población de Rute para tomar el desayuno, pronto reanudamos la marcha hasta llegar a la aldea de Las Lagunillas a las 8,40, seguidamente se inicia la marcha andariega y continuamos subiendo en dirección hacia el Puerto de Mahina, ahora lo hacemos caminando por un estrecho sendero que progresa hasta una amplia zona despejada.
A través de un verde olivar dimos vista a las desnudas piedras de un antiguo y ruinoso cortijo, más adelante existe otro de la misma naturaleza llamado Petronilo, poco después una línea divisoria de carriles optando por el de la derecha, este nos conduciría hacía el Cortijo de Alto Torres, en una zona de amplias praderas de encinas y quejigos donde en sus inmediaciones baja el arroyo Cañatienda.
En una de aquellas verdes praderas y ante una monumental encina ésta y ante su majestuosidad nos hizo detenernos, se trata de un Quercus monumental que tiene cerca de quinientos años, recibe el nombre de LAS VACAS, fue declarada árbol singular de Andalucia por su belleza y sus extraordinarias dimensiones, sostiene un enorme tronco de 400 m2 del que parten tres enormes ramas principales, estas originan una amplia y densa copa aparasolada que proyecta una enorme sombra, siendo tanto para los animales como para personas el alivio de los rayos solares.
Allí en aquel lugar nos hicimos un par de fotos tanto para el Blog como para el recuerdo y proseguimos con la ruta adelante.
El arroyo Cañatienda queda a nuestra izquierda y poco a poco nos alejamos más del barranco principal, para ir caminando paralelos a otro pequeño barranco que diverge del anterior y por la derecha, este nos vino a llevar hasta un collado cercano al Puerto de Mahina.
Una vez en este puerto podemos gozar de las amplías y bellas panorámicas que se nos abren desde aquí, luego y tras un breve descanso para reponer fuerzas, giramos a la derecha en sentido contario al que habíamos traído, desde aquí el sendero atraviesa una pedriza y en poco tiempo llegamos a unos farallones que rodeamos por su base, para después pasar junto a unas covachas, a continuación alcanzamos el barranco que baja desde la Cueva del Morrión.
Subimos por este agreste y empinado valle mediante un sendero estrecho, que en ocasiones se difumina; pero no tiene pérdida, ya que siempre transcurre a pocos metros del lecho y a nuestro paso encontramos romero, encinas, aulagas, enebros y sabinas etc.
Tras una prolongada y acusada subida por fin llegamos a una famosa cueva; ésta presenta una amplia boca de entrada,donde vuelan infinidad de pájaros llamados coloquialmente roqueros, aquí en esta cueva tienen sus aposentos. Desde este alto y hermoso lugar se nos brinda a los ojos unas esplendidas vistas nada menos que de las Sierras de Alhucemas y Rute, así como del embalse de Iznájar.
.Proseguimos junto a la cueva que huele a diablos, ella es el refugio de mamíferos carniceros donde además se desparasitan, desde este lugar cambiamos la dirección de la marcha en sentido oeste que vino a requerir y remontar una pequeña elevación.
Ya algo jadeantes y sudando a la gota gorda por el esfuerzo realizado íbamos dando vista al pico de la famosa TIÑOSA del que nos separaba algo más de un cuarto de hora, ahora se nos presentaba un estrecho paso natural donde el aire arreciaba con fuerza y con un perfil no muy recomendable, allí existe una intensa vegetación espinosa carente de hojas pero que sus raíces son fuertes siendo hasta posible asirse a ellas para no perder el equilibrio, ya algo más adelante se culminó la subida a las 11,45 h. en el vértice geodésico con sus 1.568 metros de altura, invirtiendo tres horas justas y cabales.
Pronto miramos al frente apreciando con admiración todo aquel bellísimo paisaje que nos rodeaba a través de la Sierras de Zuheros, Luque, y Cabra, las vegas de Carcabuey, Zagrilla y Genilla, Sierra Mágina en la provincia de Jaén y la casi totalidad del Parque Natural de esta Sierra Subbética cordobesa y la granadina Sierra Nevada.
A la velocidad de la rapidez sacamos de las mochilas y macutos algo para comer y también fuimos en busca de la caja metálica existente allí arriba, en su interior se halla el Libro donde se deja constancia de la Visita del Grupo de Senderismo Railes, con la firma de todos aquellos que allí subimos y disfrutamos de esta especie de hechos dignos de ser recordados a través de los tiempos tal y como es este caso.
Restituidos los ánimos realizamos el camino de regreso, en zig, zag, debido a lo quebradizo del terreno, nos resultó más difícil bajar que subir, algunos bastantes tuvimos que recurrir en este descenso para ir arrastrando el culo por el suelo al ser más fácil en algunos puntuales lugares, aquí el calzado, las piernas, los bastoncillos y bordones jugarían un papel preponderante pero fue imposible evitar algún que otro inevitable resbalón y consiguiente culetazo en el suelo.
Una vez abajo tomamos el camino de regreso a través del seco lecho del arroyo Cañatienda, este nos vino a llevar a la Aldea de Las Lagunillas donde dimos por finalizada la excursión del día a las 13,45 h.
Aquí nos fuimos a comer al restaurante que recibe el nombre de EL PATIO, con posterioridad volvimos a los coches con salida hacia Córdoba a las 16,50 para finalizar a las 18,30 h.
¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!!
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