𝕊𝔼 C𝕀𝔼ℝℝ𝔸 𝔼𝕃 𝔹𝕃𝕆𝔾 H𝔸𝕊𝕋𝔸 𝔼𝕃 𝔻𝕀𝔸 𝟛𝟙 𝔻𝔼 𝔸𝔾𝕆𝕊𝕋𝕆 P𝕆R 𝕍𝔸C𝔸C𝕀𝕆N𝔼𝕊 EN ÁGUILAS
CERVANTES
El autor
del inmortal Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra maestra de la
literatura universal, modelo de bien decir, de expresivo vocabulario y honda
filosofía, era oriundo de Alcalá de Henares, se llamaba Miguel de Cervantes
Saavedra y nació el 7 de octubre de 1547.
Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas fueron sus progenitores, tuvieron los hijos siguientes por el orden que se citan, Andrea, Luisa (monja), Miguel, Rodrigo Magdalena y Juan.
Fue
Miguel de Cervantes superviviente de la batalla de Lepanto, donde difundió
siempre el honor de la Patria, sin sucumbir, a bordo de la embarcación llamada
La Marquesa, esbelta galera de la flota pontificia.
Las balas
agujerearon su enjuta carne en la bizarra lucha; de un arcabuzazo perdió en
combate, la mano izquierda y recibió una herida en el pecho. Era soldado a
quien distinguía el propio don Juan de Austria.
Cuando en
septiembre de 1575 regresaba de Nápoles a España en 1575 en la galera Sol, y ya
en las costas de Francia, fue aprehendida
en unión de su hermano Rodrigo por el osado pirata Arnaute Mamí. Cinco años duró el cautiverio
en Argel, durante los cuales se expuso a ser ejecutado por los moros al
confesarse autor de su plan de evasión.
El Padre
Fray Juan Gi, de la orden trinitaria, fue el encargado de rescatar a Cervantes
y así lo realizó el 19 de septiembre de 1580, previo el abono de 500 ducados de
oro.
Cuatro
años después o sea el 12 de diciembre de 1584 se casó Cervantes con Catalina de
Salazar y Palacios, natural de Esquivas
(Toledo). Él rayaba en los treinta y
siete años, ella en los diecinueve.
Su
habilidosa pluma escribió además notabilísimas
producciones como los Pensiles y Segismundo, La Galatea, La Gitanilla, las novelas ejemplares etc. etc.
Ocioso es
decir que el benemérito Manco de Lepanto, cuyas obras tanto dinero produjeron y
producen todavía, murió en Madrid en el mayor abandono e indigencia ¡iranias de
la vida! A los 79 años de edad, el sábado 23 de abril de 1616, en la casa calle de Cervantes que hace esquina a la del
León, en la misma calle en que Lope de Vega vivía en la opulencia.
Al convento de las Trinitarias de la próxima calle de Lope de Vega, le cupo la gloria de conservar los restos que encerrados en humilde féretro fueron llevados a hombros de cuatro hermanaos de la venerable Orden Tercera de San Francisc
El rey Salomón vivió en el 1011 antes de Cristo, a pesar de su proverbial sabiduría, se entregó a livianos placeres y cometió abusos vergonzosos. Se conoce por el <<Juicio de Salomón>>, el que este Soberano emitió con evidente habilidad para ventilar una cuestión habida entre dos mujeres que aseveraban ser madre de la misma criatura.
Ordenó el
rey dividirla en dos partes. A tan salvaje determinación, una de ellas,
dibujando pavor cerval en su lívido semblante, se opuso sin titubeos,
consintiendo antes privarse de su derecho.
Salomón desvaneció
la duda de quien pudiera ser la verdadera madre, pues a ésta le entregó el
vástago, que abrazó con arrobador embeleso.
Al conquistar Túnez, en 1573, se encontró Don Juan de Austria en la Alcazaba con un enorme, garboso y bonito león domesticado, que perteneció al vencido Rey Muley Hamida, era cuidado por un buen esclavo nubiense. Le puso por nombre su nobiliario apellido de Austria, y, correspondiendo el animal a los obsequios de que le hacía objeto el nuevo amo, le llegó a tomar tal devoción y cariño que, cual fiel cancerbero, dormía en la misma alcoba de Don Juan.
Murió de pena cuando hubo de partir el Principie
para Flandes. En muchos cuadros y museos se ve a Don Juan con el león.
DON FRANCISCO
DE QUEVEDO Y VILLEGAS
Francisco
de Quevedo y Villegas, coetáneo de Cervantes y de Lope de Vega, vino al mundo
en la villa del Oso y del Madroño, en 1580, recibió las aguas bautismales en la parroquia
de Sam Ginés. Fue cortesano de abolengo,
hizo gentil alarde de su precoz y desenvuelto ingenio, sabía griego, hebreo,
árabe, francés e italiano. En él proverbial dominio del léxico, la facilidad de
concepción y el donoso desembarazo de su privilegiada pluma. Murió el 8 de septiembre de 1645.
En 1470 y
quizá en Oporto (Portugal), nació este
insigne nauta, explorador y bibliófilo, que concibió la idea de buscar una ruta distinta para ir a la India Occidental, a través
de una ruta naviera opuesta a la que normalmente seguían haciendo por Oriente, los navegantes hispanos y portugueses.
La entrevista con el Emperador Carlos V tuvo lugar en 1517 y los verosímiles planes de Magallanes y
sus hipótesis sujetas a sus expertos conocimientos y exornadas con detalladas explicaciones, tras presentar al Soberano el mapa de su globo y en él que figuraban dibujadas las
tierras y océanos conocidas, así como la posibilidad de
alcanzar otras lugares muy ricos e interesantes, más bien con arreglo al objeto que se proponía.
En
septiembre de 1519 al frente de cinco bajeles bien abastecidos, navegaba
Magallanes en busca de las costas sudamericanas en dirección a la soñada India y las Islas de la Especería.
Ya explorando Magallanes las costas, entró el 1º de noviembre de 1520, en el estrecho que inmortalizaría con su nombre.
A Magallanes le fallaron las previsiones del largo viaje, a su parecer tan solo le faltarían unas semanas aproximadamente para llegar a las islas de la Especería, pero el infausto viaje se alargó bastante más de lo previsto.
Las pavorosas penalidades que entonces ocurrieron son indescriptibles, hasta el extremo que aquella expedición llegó a agotar los víveres alimenticios, teniendo que ir navegando carentes de viandas y comestibles, tan solo les quedaban galletas y para no morir de hambre, no les quedó otro remedio que alimentarse a base de pedazos de cuero de buey del que estaba forrada la verga del palo mayor de aquella embarcación.
En tan lamentable estado fueron atacados por el infeccioso y
espectral escorbuto, que hinchaba las mandíbulas, las encías y los labios haciendo desprender dientes y muelas.
Durante los
cien horripilantes días que duró la expedición naviera entre el océano Atlántico y el Pacifico, tan sólo encontró dos islas
inhospitalarias a las que les dio el nombre de
<<DESVENTURADAS>>
El 16 de
mayo de 1521 descubrió las Islas Filipinas en las que mando izar y ondear la bandera española.
Al poco
de haber desembarcado en este archipiélago en la isla que le llamaron de Martán, tuvieron que enfrentarse a una imponente tribu de indios salvajes guerreros, cuyo
jefe según nos cuenta la historia se
llamaba LAPU-LAPU; durante la refriega,
Fernando de Magallanes tuvo la desgracia de ser alcanzado por una
flecha que acabó con su vida.
La
embarcación continuó hasta las Islas Moluscos siendo el objetivo fundamental de
este su viaje; luego surgió el dilema para hacer el de regreso y los componentes de
la embarcación eligieron como Jefe a Juan
Sebastián Elcano, llegando a San Lucar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522.
Córdoba, sábado día 27 de julio 2024.
La escuadra más numerosa que se vio en aquellos tiempos partió de Laredo, conduciendo a la princesa toledana doña Juana la Loca, con rumbo a Flandes, donde casó con don Felipe el Hermoso, recibiendo la bendición nupcial en Lila, de manos del Arzobispo de Cambray.
Integraban
la expedición 130 bajeles, pertrechados con toda clase de bastimentos y con una
dotación de diez mil hombres.
Su madre
la Reina Isabel y el Cardenal Cisneros acudieron a despedirla a Laredo, en cuya
histórica bahía desembarcaron Carlos V en 1556, cuando después de haber
abdicado, se dirigía a Yuste.
Felipe
II, en 1559 al volver a España, y en 1577, la dama alemana Bárbara de Blomberg,
madre de don Juan de Austria. Un
horrible temporal hinchó las velas de los barcos y echó a pique varias de las
naves en su furibundo embate.
A punto
estuvo de zozobrar aquella en que realizaba la travesía doña Juana
Fue un
matrimonio desgraciado pues el veleidoso y liviano Felipe hizo objeto a Juana
de constantes desvíos y visible desamor y olvido. Ella locamente enamorada de su bigardo
esposo, se sumió en un hondo abatimiento que algunos juzgaron como perturbación
o locura desde que en tierra de Flandes, descubriera la primera infelicidad.
Una
ligera imprudencia dio fin súbitamente en 1506 a la existencia del Soberano. A los
veintiocho años, fue arrebatado por la muerte el gentil y mujeriego Felipe.
Doña Juana
no se apartó un momento del paciente en los seis días con sus noches
contemplando el cadáver.
Cuando se
trasladaron los restos embalsamados de Burgos a Granada, la atribulada Reina quiso
volverlos a ver, besando aquella helada y boquihundida faz.
Envuelta ella en su hopalanda, recorrió espontáneamente el largo itinerario, tras el fúnebre vehículo que transportaba el cadáver. Marchaban de noche, sin heraldos ni bullicio, atravesando las más insignificantes aldehuelas. De día, se rezaban funerales donde se hacía alto, sin que la celosa Reina consintiera que entrase en la iglesia mujer alguna.
Cerca de
Torquemada, mandó llevar las andas con la urna funeraria al patio de un
convento, que creía de monjes, más al saber que era de religiosas, al punto ordenó
que lo trasladaran a una aislada dehesa.
Doña Juana
vivió hasta 555
Los árabes españoles extendieron por todo el país,
sin distinción de clases sociales, el uso de los baños a fin de mantener limpio
y saludable el cuerpo. Las tres religiones, cristiana, islámica y hebrea,
usaron los balnearios. Y ya en el Fuero de Sepúlveda de 1076 existían normas
sobre el régimen de uso que posteriormente se repetían en distintos fueros
tanto castellanos como aragoneses.
Según el sistema galénico un inicial baño en
seco, de vapor, tenía como misión calentar y hacer desaparecer las materias
nocivas al cuerpo, liberando la piel de desigualdad e impurezas que saldrían
con el fuerte sudor provocado.
De ahí la importancia de la correcta
transpiración, así como la necesidad de garantizar una adecuada respiración cutánea.
También las fricciones y los masajes, ocupaban un papel preponderante.
Tras la primera fase, llamada eliminatoria,
llegaba un baño de agua muy caliente con el fin de limpiar adecuadamente la epidermis
(la
capa más superficial de la piel), penetrando por
los poros y devolviendo una humedad pura a las partes sólidas del organismo-
huecos y carne, en sustitución de humor sudado.
A continuación venía un baño de agua muy fría para contraer la piel y cerrar los poros ya limpios, aparte de reavivar las fuerzas algo enervadas con los baños de vapor y el agua caliente.
Los masajes y fricciones con jabones, perfumes, ungüentos y aceites completaban el efecto del agua. Siguiendo las indicaciones de los médicos se aplicaban a las partes del cuerpo prescritas.
En ocasiones, a causa del factor geológico, el
agua surgía ya caliente dl suelo, lo que suponía un ahorro de consideración. De
esta forma se evitaban hornos, combustibles y calderas.
De ahí, el asentamiento en el medievo de
poblaciones junto a surtidores junto a
surtidores termales con propiedades mineromedicinales (carbónicas
sulfurosas). Es el caso de Granada, donde los edificios de baños se
multiplicaron junto con el de barrios, comunidades o grupos sociales.
En antiguo reino nazarita llegó a tener, a mediados del siglo XIV, fecha que coincide con el apogeo sociocultural del antiguo reino, más de treinta instalaciones balnearias, en la actualidad sólo podemos ver media docena y la mitad en estado ruinoso.
A
través de un oscuro pasadizo, junto al patio de la Alberca, viniendo del jardín
de Lindaraja, llegamos al Palacio de Comares y de ahí a la sala de Las Camas,
nombre del vestíbulo del Baño Real.
Se trata de un patio cubierto con sus columnas, galerías,
alcobas y fuente todo constituye el al-bayt-al-maslaj.
La
decoración escultórica y gráfica es exuberante: magníficos paramentos,
artesonado de lazo y un amplio grafismo en alicatado de azulejos. En los
testeros se abren dos alhanias, lugares de reposo después del baño.
Tras la Sala de las Camas, a través de varias dependencias auxiliares y de a
seo (al-bayt al.barid) se llega al gran al-bayt al-Wastani, donde seis amplios
arcos de herradura se elevan sobre decorados capiteles que coronan fustes de
mármol blanco en dos series paralelas.
En
la parte posterior de este regio conjunto se halla el al-bayt as-sajun y a sus extremos grandes arcadas de herradura
delimitando compartimentos para tomar las duchas de agua caliente y fría.
Todavía
se pueden ver los caños de agua y los conductores subterráneos para la calefacción
de las distintas habitaciones. La gran caldera de cobre que medía cuatro varas
de diámetro fue vendida en 1779 y todavía se conserva la documentación que lo
describe.
El
pavimento y las pilas son de mármol, al igual que las columnas. Hay zócalos de
azulejos en las paredes y en los techos bóvedas esquifadas con abundantes madwas de cerámica en forma de estrella
de ocho puntas que, en su origen, irían posiblemente provistos de cristales de
colores.
El
Baño Real de la Alhambra pertenece al cenit de la cultura nazarí. Fue obra de
Abul-Hachach-Yusuf I (1333-1354), que además de fomentar las artes y las letras
y potenciar la agricultura y la industria y el comercio, continuó y amplió la
Alhambra entre otras obras.