martes, 23 de julio de 2024

LOS BAÑOS NAZARIES DE LA ALHAMBRA DE GRANADA.

 

         

Los árabes españoles extendieron por todo el país, sin distinción de clases sociales, el uso de los baños a fin de mantener limpio y saludable el cuerpo. Las tres religiones, cristiana, islámica y hebrea, usaron los balnearios. Y ya en el Fuero de Sepúlveda de 1076 existían normas sobre el régimen de uso que posteriormente se repetían en distintos fueros tanto castellanos como aragoneses.

Según el sistema galénico un inicial baño en seco, de vapor, tenía como misión calentar y hacer desaparecer las materias nocivas al cuerpo, liberando la piel de desigualdad e impurezas que saldrían con el fuerte sudor provocado.

De ahí la importancia de la correcta transpiración, así como la necesidad de garantizar una adecuada respiración cutánea. También las fricciones y los masajes, ocupaban un papel preponderante.

Tras la primera fase, llamada eliminatoria, llegaba un baño de agua muy caliente con el fin de limpiar adecuadamente la epidermis (la capa más superficial de la piel), penetrando por los poros y devolviendo una humedad pura a las partes sólidas del organismo- huecos y carne, en sustitución de humor sudado.

A continuación venía un baño de agua muy fría para contraer la piel  y cerrar los poros ya limpios, aparte de reavivar las fuerzas algo enervadas con los baños de vapor y el agua caliente.

Los masajes y fricciones con jabones, perfumes, ungüentos y aceites completaban el efecto del agua. Siguiendo las indicaciones de los médicos se aplicaban a las partes del cuerpo prescritas.

En ocasiones, a causa del factor geológico, el agua surgía ya caliente dl suelo, lo que suponía un ahorro de consideración. De esta forma se evitaban hornos, combustibles y calderas.

De ahí, el asentamiento en el medievo de poblaciones junto a surtidores junto a  surtidores termales con propiedades mineromedicinales (carbónicas sulfurosas). Es el caso de Granada, donde los edificios de baños se multiplicaron junto con el de barrios, comunidades o grupos sociales.

En antiguo reino nazarita llegó a tener, a mediados del siglo XIV, fecha que coincide con el apogeo sociocultural del antiguo reino, más de treinta instalaciones balnearias, en la actualidad sólo podemos ver media docena y la mitad en estado ruinoso.

A través de un oscuro pasadizo, junto al patio de la Alberca, viniendo del jardín de Lindaraja, llegamos al Palacio de Comares y de ahí a la sala de Las Camas, nombre del vestíbulo del Baño Real.

Se trata de un patio cubierto con sus columnas, galerías, alcobas y fuente todo constituye el al-bayt-al-maslaj.


La decoración escultórica y gráfica es exuberante: magníficos paramentos, artesonado de lazo y un amplio grafismo en alicatado de azulejos. En los testeros se abren dos alhanias, lugares de reposo después del baño.

Tras la Sala de las Camas, a través de varias dependencias auxiliares y de a

seo (al-bayt al.barid) se llega al gran al-bayt al-Wastani, donde seis amplios arcos de herradura se elevan sobre decorados capiteles que coronan fustes de mármol blanco en dos series paralelas.

En la parte posterior de este regio conjunto se halla el al-bayt as-sajun y a sus extremos grandes arcadas de herradura delimitando compartimentos para tomar las duchas de agua caliente y fría.

Todavía se pueden ver los caños de agua y los conductores subterráneos para la calefacción de las distintas habitaciones. La gran caldera de cobre que medía cuatro varas de diámetro fue vendida en 1779 y todavía se conserva la documentación que lo describe.

El pavimento y las pilas son de mármol, al igual que las columnas. Hay zócalos de azulejos en las paredes y en los techos bóvedas esquifadas con abundantes madwas de cerámica en forma de estrella de ocho puntas que, en su origen, irían posiblemente provistos de cristales de colores.

El Baño Real de la Alhambra pertenece al cenit de la cultura nazarí. Fue obra de Abul-Hachach-Yusuf I (1333-1354), que además de fomentar las artes y las letras y potenciar la agricultura y la industria y el comercio, continuó y amplió la Alhambra entre otras obras.

                                               


 

 

 

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