lunes, 20 de marzo de 2017

EL RIO SEGURA PASA POR MURCIA Y SIGUE SU DESCENSO HACIA LA DESEMBOCADURA EN GUARDAMAR



  1. EL RÍO SEGURA PASA POR MURCIA Y SIGUE SU DESCENSO HACIA LA   DESEMBOCADURA EN GUARDARMAR



 


Una vez más te recuerdo  ser río y no persona  teniendo que   proseguir mi imparable avance,  lento y parsimonioso,  sin prisa pero  sin pausa, más adelante no mucho vuelvo a retomar un acento bastante fino al convertirme en alicantino, estos también pertenecieron a mi reino en otra época,  estamos a tiro de honda, no es  necesario recorrer muchos kilómetros para  notar la influencia en el habla alicantina, a mí mismo se me escapan las finas eses  sin darme ni cuenta, tenemos la ventaja los murcianos  de ser bilingües de acuerdo con la persona  con que se  esté dialogando,  aprendí a decir las primeras palabras con  acento castellano-valenciano en Alicante donde pasé muchos años en edad infantil, de modo que nadie se extrañe de mis pronunciaciones sin tratar de ser finolis o fisno.


Te diré bien cierto es que en época de lluvias bajan  las aguas enturbiadas de aquellos enormes  serrijones, (esta palabra, serrijón, se me ha pegao por contagio de mi segunda tierra cordobesa o mejor dicho de adopción, donde se pronuncia entre hombres aficionados a las monterías de caza mayor), es correcta en el Diccionario RAE, no es costumbre su aplicación en la región de Murcia donde a las montañas algo aisladas se les llama “Cabezos”,  de modo que esas aguas me las van entregando al cauce cuando alguna vez por fortuna y suerte llueve en abundancia, de hacerlo en exceso en Octubre y ese Abril de las aguas mil miedo me da tan gentil y graciable dádiva porque las más de las veces  hacen que me salga de madre y forme la calamitosa inundación de vergeles,  huertas  y verdes campos,  allá por donde paso voy arrasando todo aquello que entorpece mi libre discurrir, me gustaría tener compasión y evitar la desolación y espanto – pero yo soy río y no persona y nada puedo hacer por evitarlo,  después los limos enriquecerán la tierra y hará más fértil y favorable la cosecha, el desastre no hay quien lo impida, al menos en aquellos tiempos antiguos, hoy ya metidos en tiempos modernos y a consecuencia de las nuevas infraestructuras y superestructuras resulta bastante más difícil causar tanto desastre.

Ahora existen  muchas obras hidráulicas y pantanos y  ni aún así  es posible evitar las anuales riadas por acá y por allá, te hablaré algo de ellas y de los desastres que suelo causar justo sería hacerlo ahora mismo no obstante continuemos contando mi discurrir como río y de las riadas lo dejamos  para otra  ocasión.

Ya voy entrando en Murcia, ahora me han canalizao y tanto me han desangrao y diezmao que entro en la capital murciana echando espumarajos blancuzcos procedentes de los vertidos de la industria conservera que sin piedad tiran a mi cauce, de modo que al paso por la ciudad voy más  bien hecho un asco que otra cosa   parezco  un canalillo.
No obstante para disimular un tantico  de tanta impiedad ecológica  al paso por la ciudad me presento a los capitalinos bien majo y  apañao de cara a la galería de visitantes, de vez en cuando represan el agua para que parezca que el cauce es mayor, sigo avanzando casi agotado, ya estoy próximo a Beniaján abandoné la ciudad y ahora  me entra por el lao derecho un río que el jodio por culo  siempre está seco, este baja de Lorca y se llama Guadalentín, después se llamará  Sangonera,   verterá el agua en un canal llamado  Reguerón y de aquí a mi cauce por el lado derecho, este se construyó para remediar los  multiseculares desastres producidos por las fuertes avenidas de agua del Valle de Guadalentín, estas  comprenden la zona de Los Vélez, Lorca, La Hoya, Totana, Alhama, Librilla y Alcantarilla, en consecuencia  toda aquella extensa comarca lorquina. 

 Cuando llueve en exceso por esa zona que  recen  los de Orihuela hubo quien   solía decir nene pasa telegrama a los de Oriolica del Señor, que preparen las barcazas  y abran las compuertas, por un tiempo les va a sobrar agua para regar toda la Vega Baja y también  se les va  acabar  por algún tiempo el mal hedor de mi cauce que suele ir un tanto cenagoso en la época del estiaje, la vía   del tren solía  quedar desguarnecida de balasto y era necesario imponer limitaciones de velocidad a los trenes señalizando los puntos afectados.
Y sigo en mi avance, dejé  atrás Sangonera y Beniel y ya entro en Orihuela de  la que ya hablamos, ahora  soy alicantino de chamba o casualidad, pues esta tierra siempre fue  murciana, los hombres hicieron  la desafortunada distribución de los límites el 30 de Noviembre de 1833 cosas de los intereses de los hombres,  ciento cuarenta y nueve años después  harían lo que yo de forma guasona les llamo “Las Taifas Escamoteas”, estas tuvieron lugar en el año 1.982,  fecha que se crean las Comunidades Autónomas,  se perdería Albacete y su provincia, en realidad son manchegos y están donde les corresponde estar,  pero vosotros aunque no lo queráis sois más bien murcianos que otra cosa.

Prosigo por Callosa de Segura, aquí en otros tiempos fueron grandes maestros en la industria alpargatera y de la pleita, yo  continuo mi lento avance ya que  me espera Formentera, Benéjuzar, Rojales, Almoradí, Dolores, que no LOS DOLORES que esa es cartagenera etc. pueblos estos eminentemente agrícolas y huertanos y ya un tantico  cansao de tanto estrujaero entrego el cinto, las cartucheras y el correaje,  está esperando el  mar Mediterráneo en Guardamar de Segura  donde me entrego sin solución alguna de poder continuar, cerca  está Santapola donde también acaba el “che” Vinalopó,  es el río de los ilicitanos, dicen los alicantinos con mucho orgullo que riega  su huertas con las mejores uvas de la España nuestra, “las del Valle del Vinalopó”, en otros tiempos entre los dos formábamos un hermoso estuario en estas desembocaduras, lo cierto que hoy en día llegamos secos, no obstante todavía hay  personas muy aficionadas a la pesca, los muy osados echan la caña y pacientemente esperan por si pica algún cenagoso barbo o alguna saltarina carpa.
                  
                     Desembocadura del río Segura en Guardamar
              

De modo que aquí se acaba mi discurrir como río lo mismo que el tuyo acaba en San Lúcar de Barrameda, prosigo con las riadas que eso ya huele a milenario, ahora con tantas  obras de contención,  retención y embalses resulta más  difícil que ocurra el desastre y de haberlo será más benigno que antaño,  antes era la calamidad  anual, ya irás leyendo en esta larga conversación tanta desolación y cuanto horror han pasado estas humildes gentes de la huerta por yo salirme de madre, inundando todas las poblaciones de la comarca, lamento primo que lo que fue un diálogo se este convirtiendo en un monólogo, pero así son las cosas de la vida, ahora  soy yo quien tiene la palabra pero aquí acabo por hoy, en otra ocasión continuaré con las riadas y con la construcción de las presas de contención y pantanos si es que me diera tiempo para ello.
                

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