jueves, 30 de octubre de 2025

TIPO DE NAVÍOS UTILIZADOS EN LA ANTIGUEDAD

 

            


En España los astilleros más conocidos eran los de Vizcaya y los de Barcelona, la Corona siempre pretendió el desarrollo de una industria naval propia y la creación de una gran marina mercante  y de hecho, aunque algunos de los barcos utilizados en la navegación indiana en los primeros años fueron de fabricación extranjera, lo cierto es que los Reyes Católicos pusieron un gran empeño para que se cargase preferentemente en navíos nacionales


En la decimosexta centuria se utilizaron una gran variedad de buques, unos mejor preparados  que otros, de fondo plano que se usaban en las apacibles aguas del Mediterráneo, y otros redondos y de más calado que servían en aguas del Atlántico.

Muchas de las galeras que surcaban el Mediterráneo se construyeron en los astilleros catalanes pese a la decadencia que experimentaron en el siglo XVI.

En cuanto a los buques atlánticos los principales astilleros fueron siempre los Vizcaínos pese a que los flujos comerciales confluían siempre en Sevilla.

Los astilleros catalanes se abastecían de robles pirenaicos, mientras los vizcaínos lo hacían de los robledales del Cantábrico, que ofrecían al parecer una madera recia para construir las quillas y las armazones de los buques.

Había otras muchas especies de árboles cuya madera era aprovechada para la construcción naval; el cedro, el álamo, el pino, el laurel y hasta el espino. 

Incluso se usaban tipos de maderas distintos dependiendo de la parte del barco, por ejemplo para los remos se prefería utilizar maderas de laurel, mientras que para la tablazón se prefería el roble.

En el último tercio del siglo XVI, estos astilleros experimentaron cierta decadencia; consta que entre 1584 y 1586, se construyeron nada menos que un centenar de navíos.

En todas las armadas y flotas solía ir una capitana que en ocasiones aparecía bellamente ornamentada del resto.

Precisamente, Francisco López de Gómara nos dejó una descripción minuciosa de la galera real en la que fue Carlos V a la toma de Túnez en 1535.

Tenía la galera veinticuatro banderas de damasco amarillo con las armas imperiales por toda ella, y un pendón a media popa, de tafetán carmesí que llevaba ocho piernas y treinta palmos en largo, con un crucifijo de oro, y otros dos de casi de aquel tamaño a su lado con sendos escudos de las armas de Emperador, y así junto a una gran bandera blanca de damasco, sembrada de llamas y cálices y aspas de San Andrés  coloradas, con un letrero en latín al medio que quería decir <<Gastará y quebrará el arco, quemará con fuego las armas y saetas>> Y otras de damasco colorado del mismo grandor con Plus Ultra, escrito alrededor de las columnas que son la divisa del Emperador.

Tenía también otra bandera de dos ramales en el antena con una espada y una celada y un escudo y una letra latina que decía <<Toma las armas y escudo y ven a ayudar>> y otra en la gata,  que llegaba al agua, con un gran ángel y un mote que decía <<Envió Dios su Ángel que te guarde en todos tus caminos>> y tres gallardetes  que llaman, en los tres mástiles, de damasco colorado y demás de cinco varas en largo.

El de medio con un estrella de oro y muchas de fuego y un mote tal <<Señor muéstranos tus caminos>>.

Y los otros dos que llamaban eslabones y pedernal con muchas centellas de fuego que decían <<El fuego irá delante de él>> Asimismo, estaba la sala  y cámara de popa cubierta de tela de plata y oro y brocado de tres altos, sin otros parámetros de raso y damasco de diversos colores que todo era rico y vistoso.


No menos impresionante debía ser la Galera que don Juan de Austria tripuló en la batalla de Lepanto. Fue construida en los astilleros de Barcelona, mientras que el programa iconográfico y decorativo lo desarrollaron en Sevilla, participando el humanista Juan de Mal Lara, el escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo y el pintor Cristóbal de las Casas.

Los navíos más utilizados en el Atlántico fueron inicialmente la Nao y la Carabela. De hecho ya Cristóbal Colón en su primera aventura descubridora llevó una Nao llamada la Santa María, y dos Carabelas llamadas la Pinta y la Niña, la Nao fue un navío muy utilizado durante la Baja Edad Media, especialmente en el Cantábrico, tanto para la pesca de atunes en el norte como para el transporte de lana hasta las costas de Flandes.

En la aventura indiana también jugará un papel fundamental sobre todo en las primeras décadas, siendo superada después por el gran Buque de la navegación indiana que fue el Galeón, era un navío de bastante calado, que empleaba como tracción la fuerza del viento y que tenía bastante capacidad de carga.

Tenía tres palos, en el mayor y el trinquete llevaba el aparejo redondo mientras que en la mesana, a popa, utilizaba la vela latina.

Disponía de una o dos cubiertas y dos castillos, uno a proa y otro a popa. La Santa María que llevó a Cristóbal Colón en su primer viaje, pese a que tan solo pesaba cien toneladas, fue considerada por él mismo como muy pesada y no apta para el oficio de descubrir.

La carabela era de origen portugués y jugó un papel notabilísimo en la época de los descubrimientos. De hecho en las primeras décadas dominó la navegación atlántica hasta que desde mediados del siglo XVI, fue desplazada paulatinamente por el Galeón.

Era más pequeña que la Nao, contaba sólo con una cubierta, espolón en la  proa y una pequeña cámara para el capitán en la popa. Al igual que la Nao disponía por lo general de tres palos, equipados corrientemente con velas latinas, aunque a veces colocaban en el palo mayor y en el trinquete sendas velas cuadradas.

Era un navío muy versátil y muy marinero, como reconocía el propio Cristóbal Colón, comparándola con la Nao Santa María, sin embargo, como los corsarios acechaban cada vez más, se vio la necesidad de crear un Buque de mayor porte concebido especialmente para resolver las necesidades bélicas. Se trataba del Galeón que era un barco redondo cuya quilla era el doble que su manga.


Desde mediados del siglo XVI, se convertirá en Buque por antonomasia de la navegación atlántica. Éste guardaba ciertas similitudes con la Nao pero era de mayor porte, la arboladura estaba más desarrollada y alcanzaba una mayor velocidad.

Se decía que lo que distinguía a los Galeones era sus elevados castillos de proa y en su alcázar. En realidad era una Nao a la que se le había reforzado el casco y la jareta, se le habían elevado el castillo y el alcázar y se había amado a conciencia. En este sentido se conoce un documento harto elocuente que decía “El Galeote San Sebastián se hizo Nao para la India, y se puede tornar a hacer Galeón, aunque será con alguna costa.  

Al parecer, el término Galeón aludía en la época a un navío armado y pertrechado para la guerra. A veces se construyeron con cuatro palos para colocar un mayor número de velas y aprovechar la fuerza del viento, las porciones fueron más o menos homogéneas durante el siglo XVI, la quilla medía dos veces y media más, y ésta última era el doble de calado, aunque también se podía utilizar como navío comercial, desde mediados de la centuria se fabricaron galeones específicamente pensados para el combate.

Durante siglos se convirtió en el barco español por excelencia ya que combinaba su capacidad para cargar mercancías con su alta capacidad de fuego. Por su parte la Urca era un navío redondo y de escaso calado de origen holandés, fue concebido como buque de carga y por su lentitud era de difícil defensa ante un eventual ataque corsario. Las había de un tonelaje medio o bajo, de entre sesenta y doscientas toneladas, pero algunas superaban las quinientas toneladas.




             

                                            

                      

                                                                 

  

             

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