jueves, 26 de marzo de 2020

CUENTO Nº 10 JUEVES DÍA 26 DE MARZO DE 2020



                           CUENTO Nº 10
        

             LA MUERTE OCULTA DE ABDERRAMÁN II




Año 852. Fallece el emir de Córdoba Abderramán II hijo y sucesor de Alhaquen I, que tras haber ocupado el trono el 17 de mayo de 822 consiguió convertir al-Andalus en una potencia mediterránea,  gracias a la reorganización del aparato estatal aplicando los moldes iraníes adoptados por los abasíes.

Tras  potenciar la urbanización del territorio tanto con la ampliación de antiguas ciudades como con la creación de otras nuevas, Madrid (Majeriz), Murcia (Medina Mursiya) y Úbeda (Ubbdza) etc. repercutiendo  en la paz interior, aunque aumentó la presión fiscal sobre la población mozárabe.

Durante su reinado  resulta significativa  la ausencia de importantes movimientos de revuelta salvo en territorios de las Marcas que por su carácter fronterizo siempre fueron propicios a escapar a la autoridad central.

El reinado de Abderramán II significó  también la apertura de Al-Andalus hacia el exterior, el mismo emperador bizantino llegó a pedirle ayuda para luchar contra los abasíes.



Con todo, lo más importante de su reinado fue el levantamiento de los mozárabes cordobeses hacia mediados de siglo al  tratarse   de una protesta contra la fuerte imposición fiscal y   al tiempo que se produjo una rebelión de carácter religioso ante la islamización creciente que Abderramán impuso.

Los cristianos no encuentran mejor respuesta  que ofrecer su martirio voluntario.



El problema alcanza tales dimensiones que el propio emir  tiene que convocar incluso un concilio metropolitano a cargo del obispo de Sevilla para condenar las incomprensibles  actitudes.



La muerte de Abderramán  aparece envuelta en misterios, en principio se desconocen las causas exactas de su muerte, algunos la atribuyen a un veneno administrado por algunos de sus propios alquimistas. 

La  muerte  de Abderraman II según las crónicas se mantuvo oculta al pueblo cordobés hasta que se clarificó con  la sucesión al trono recayendo  en su hijo Mohammed quien contaba con el apoyo del ejército.
             
                AL MARTIRIO POR PROVOCACIÓN

Córdoba año 852.-Un interminable sinfín de diferencias litúrgicas doctrinales  se imponen entre las dos comunidades religiosas que conviven en la Córdoba de mediados del siglo IX: la mozárabe o cristiana y la musulmana. 



Nada les aleja tanto a una de otra como el hecho de que el Islam es la religión de los conquistadores y gobernantes del país, mientras que el cristianismo es  la religión de los sometidos y como tal, un culto meramente tolerado y sujeto a ciertas restricciones: no se permiten, por ejemplo, las ceremonias litúrgicas que tienen por escenario la calle, como las procesiones, estando  también prohibido tocar las campanas de los templos.

En este contexto surge un grupo formado por sacerdotes y laicos que se oponen apasionadamente a la supremacía del  islam y a que el credo mahometano siga ganando terreno al cristianismo, pues cada vez resultan más frecuentes los matrimonios de musulmanes con cristianas previamente convertidas al islam. Encabezan este fogoso grupo anti conformistas como  el párroco de San Zoilo, llamado Eulogio, y su íntimo amigo y colaborador, Álvaro.



El ambiente está ya al rojo vivo cuando el cura Perfecto, párroco de San Asciclo, disputa en  un día con varios musulmanes cordobeses, se atreve a insultar a Mahoma, con ello  el  párroco Perfecto incurre en el grave delito de blasfemia pública contra la religión islámica, delito que las leyes castigan con la muerte, de ahí que durante la gran fiesta de la Ruptura del Ayuno, Perfecto sea decapitado.


La ejecución de Perfecto exacerba aún más los ánimos de Eulogio y sus adictos, los cuales, presos de una especie de fervor místico estos  se animan unos a otros a buscar la muerte en bien de su religión y en este ambiente de exaltación comienzan a surgir individuos que se dedican a desafiar las leyes y la religión mahometana, mediante insultos al islam o a Mahoma o la negación de la divinidad de Alá.



El monje Isaac de la localidad de Tábanos, es el primero en salir voluntariamente al encuentro del martirio, al insultar al Profeta en presencia del mismísimo cadí quien condena a Isaac a morir crucificado. 

Durante los meses siguientes son conducidos al cadalso el diácono Paulo, el monje Teodomiro de Carmona, el sacerdote Sisnando, el soldado Sancho, las vírgenes Flora y María etc. 


Las blasfemias contra el islam y las ejecuciones se suceden  a un ritmo cada vez mayor, pese que a la mayoría de los cristianos cordobeses no vean con buenos ojos la provocadora actitud de sus correligionarios.


Para salir al paso de estos acontecimientos se celebra un concilio en Córdoba  bajo la presidencia de Recafredo, arzobispo de Sevilla y animado por el emir.





En defensa de los mártires se alza en solitario la voz del obispo de Córdoba. Los demás padres conciliares deciden prohibir a los cristianos la búsqueda voluntaria del martirio, siete años más tarde tendrá lugar el martirio de Eulogio 11-03-859.

LOS EUNUCOS UNOS ESCLAVOS DE LUJO



El eunuquismo surgió en Mesopotamia siendo instituido por la legendaria Semíramis, aparecen eunucos en las antiguas civilizaciones de Asiria, Persia, Israel, La India, China, Etiopía, Grecia y Egipto, entre otras, a pesar de que Mahoma criticara el eunuquismo en la sociedad musulmana los eunucos estaban bien considerados en comparación con otras civilizaciones.

El precio que se conseguía por los esclavos sometidos a emasculación solía ser muy superior al de los demás a consecuencia que solo uno de cada tres sobrevivía a la operación, siendo utilizados para custodiar y guardar harenes y lugares sagrados

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Fue costumbre entre poderosos señores musulmanes enviar eunucos como regalos a las mezquitas de las ciudades santas de la Meca y Medina. 



La reliquia de la camisa de Mahoma que se conservaba en el Cairo, era custodiada por un eunuco traído especialmente desde Constantinopla.



Para custodiar los harenes de los musulmanes poderosos se utilizaban exclusivamente esclavos negros, que eran comprados a orillas del mar Rojo a mercaderes abisinios, otra fuente eran los esclavos traídos de centroeuropa  y emasculados en Toledo, centro que abastecía a todo el mundo árabe.



Los esclavos eunucos nunca eran dedicados a realizar servicios bajos, con frecuencia eran tratados con los títulos de maestro y señor. 

Se Sabe de eunucos muy apreciados en las cortes musulmanas y a su muerte les llegaron a hacer oraciones incluso en La Meca.

EL PESO POLÍTICO DE LOS MULADÍES




Ya en la época de la conquista musulmana de la Península hubo cierto número de cristianos que se convirtieron al islamismo - posiblemente por la intención de conservar su posición privilegiada y el deseo de eludir los impuestos personales posibles   motivos que les  impulsaron  a abandonar el cristianismo.


El  número fue  creciendo  durante el siglo IX a causa de las persecuciones contra  los cristianos  donde los conversos musulmanes y sus descendientes los muladíes vinieron a ser mayoría en al-Andalus,  su  situación de inferioridad con respecto a las familias originarias de Oriente hizo de ellos  los muladíes un grupo propenso a aprovechar la debilidad del poder de Córdoba donde el emir Mohammed tuvo que enfrentarse a muchas revueltas. 

Toledo fue  con mayoría  la población muladí que  se alió con los astur-leoneses  y la Marca Superior, esta estaba en poder de Muza ibn Fortún, de la familia muladí  de los Banu Qasi.

En Mérida estalló en 868 un levantamiento encabezado por el muladí Abderramán ben Marwan al Chilliqui.



En 880 el muladí Omar ben Haffsun amplió la revuelta hasta convertirse en cristiano  en el reinado de Abdalá siendo  una verdadera fitna, (guerra civil), hasta que en 899 Ben Haffsun se convirtió al cristianismo, haciéndose bautizar con el nombre de Samuel pero  sus hijos se sometieron a Abderramán II.

                                                                         

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