CUENTO VI
OMAR BEN HAFSUN
Omar nació en el año 840 según unos historiadores en
un pueblo llamado Parauta de la serranía malagueña era muladí,
es decir descendiente de cristianos, pero en aquella época
era casi obligado abrazar el Islamismo, de lo contrario
poco más o menos te podías exponer a que te cortasen el pescuezo; su
bisabuelo fue un conde visigodo de modo que la islamización fue
abrazada a la fuerza de los invasores, en consecuencia, su padre era
un terrateniente y persona de cierta influencia local, el niño era mitad
moro, mitad cristiano, no olvidando nunca sus ancestros visigodos, su
infancia discurrió en aquellas agrestes sierras de Carratraca, Ardales, Alora,
Parauta, Antequera y Casarabonela
Desde bien jovencito demostró el niño tener espíritu inquieto y
beligerante, jugaba a las espadas y a las guerras formando bandas contra otros
niños de Álora, Cártama y Antequera, casi siempre salían vencedores los de
la banda del jovenzuelo Omar, no obstante fue educado en el respeto
hacia la fe cristiana y algo de la musulmana para disimular un poco, cuentan
viejas crónicas y leyendas que era de un carácter indomable no había quien
pudiera con él, al paciente padre le solía causar diarios disgustos por su
comportamiento excéntrico, extravagante y anormal.
A medida que el muchacho iba creciendo le fueron gustando cada vez
más las pendencias y las aventuras, pronto aprendió a galopar a caballo,
gustaba de recorrer rincones intrincados y recónditos perdidos en
aquella serranía, fue siempre el líder y jefe de todas las bandas de la
comarca, maestro en el manejo de la onda del arco y de la flecha, de la espada
y de la lanza, tenía buenas dotes de mando, gran estratega a la hora de organizar
a los demás jóvenes en disposición de lucha, con el tiempo se convirtió en el líder indiscutible de la comarca del valle de Abdalají, de más mayor
tuvo un altercado y llegó a matar a un hombre, entonces huyó y se embarcó a Berbería donde
permaneció algunos años, si bien nada se sabe el transcurrir de su vida por esas tierras, dicen algunos cronistas que
fue aprendiz de sastre, allí llegó a enterarse que en su pueblo había una
sublevación contra el gobierno, no lo pensó mucho y decididamente regresó presto
a su tierra natal.
Para comenzar se reunió con sus antiguos compañeros formando
varias bandas dedicándose al pillaje, asaltando caravanas y transeúntes, no
estaba de acuerdo con los mandatos del sultán de Málaga, ni del emirato cordobés, tuvo valor para salir al encuentro de los contingentes
militares para atacarlos y causarles innumerables bajas, siempre actuaba por
sorpresa desapareciendo después como por encanto, pronto se convirtió en la
pesadilla del Centro de Operaciones del emirato de Córdoba.
Cuando tenía casi cuarenta años de edad estableció de forma oficial su
cuartel general en un intrincado lugar protegido por las altas montañas que, hoy
se le conoce con el nombre de Bobastro, disponía de tropa propia, mandó
construir un castillo sobre las altas montañas donde anidaban las
águilas y sobre una roca edificaron una iglesia excavada
en la roca para el culto cristiano-mozárabe, al gobernador de Málaga lo traía
por la calle de la amargura, siglos después emularon sus hazañas aquello
hombres dedicados al pillaje conocidos con el apodo de Pasos Largos, Diego
Corrientes, El Pernales, Miguelito Caparrota, Juan de Serrallonga,
Claudio El Molinero, Juan Caballero, El Tempranillo, Los Siete Niños
de Ecija, Jaime El Barbudo, y otros muchos que omito al no
ser de mi agrado la excesiva prolijidad.
El emir Muhammad I emprendió un ataque contra él y sus gentes en el año 883 aproximadamente consiguiendo hacerlo su
prisionero, lo llevó a Córdoba y fue encarcelado
El Consejo se reunió para deliberar cuál sería su castigo tras
muchas deliberaciones llegaron a la conclusión que era un hombre de enorme
valía, conocedor de todos los caminos serranos, gran estratega para el combate
y la guerra de guerrillas, valiente y abnegado - igualmente
sus secuaces, ante ello el Consejo tomó la decisión de incorporarlo
al ejército del emirato con el mando de Valí, estimando que de ese modo podría
aportar mejores resultados mantenerlo vivo y a disposición que
muerto.
En sus
primeros inicios todo fue transcurriendo con normalidad algún tiempo después tuvo
un enfrentamiento con un personaje de la milicia cordobesa y de la noche a la
mañana se produjo su deserción sin facilitar explicación alguna, pronto se tuvo
conocimiento que retornó a Bobastro donde creó una especie de
principado libre del yugo árabe, apoderándose de las localidades malagueñas de
Auta, Mijas, Comares y Archidona, tuvo la osadía de mantener a raya durante
más de cincuenta años a los emires de Córdoba y a los gobernadores de Málaga, fue
un verdadero adalid y símbolo de la insurrección contra el invasor,
conllevando el contagio a toda la serranía limítrofe de Ronda de la que era
dueño y señor, llegando a tener muy buenas relaciones con los bereberes del
Zagreb, estas acciones le valieron a Omar ben Haffsun reputación de audaz y valeroso
Desde Bobastro realizaron todo tipo de pillajes, asaltos a los viajeros y a los recaudadores de impuestos, Omar aprovechó que, en ese momento el gobierno de Córdoba tenía toda su atención centrada en prevenirse contra Ben Meruan al-Chilliki que había regresado a Al-Andalus desde las tierras asturianas para actuar con toda impunidad
De esta manera la pequeña cuadrilla de Bobastro engrosaban sus filas con aventureros y veteranos desertores, así fortalecido el jefe Muladí conducía a sus hombres en incursiones cada vez más arriesgadas dirigidas contra las opulentas poblaciones situadas entre Córdoba, Campillos y Ronda, estas acciones le valieron a Omar Ben Haffsun la reputación de audaz aventurero y valeroso.
Llega a federar a todos los renegados del Islam que eran
tanto a los trabajadores de los campos como los jefes de los pueblos,
ciudades y fortalezas estaban descontentos por los numerosos impuestos que recaian sobre ellos, fue la rebelión llamada de los cristianos que habían abrazado el
islamismo a la fuerza.
Cada vez más se ensalza la figura de Omar en romances
de ciegos de láminas y cordel con cantos de sus hazañas que le hacen más
popular para equipararse en fama al emir, como liberador de los oprimidos y sometidos,
circunstancia que continúa durante el mandato del emir Al-Mundir
(886-888), cuyo breve emirato es una constante lucha contra Omar, a la que
después dedicaría el sucesor del emirato Abd-Allach (888-912), este llega a ver
en peligro su propia seguridad en Córdoba, la rebelión se extiende y a ella se
suman los renegados de Elvira (Granada) y Ecija.
En Sevilla pese a ser muy fuertes los rebeldes, llegan a ser dominados siendo mandados a degollar por la nobleza, en gran parte los de origen godo.
En el año 889 Omar es el jefe de una facción casi victoriosa que le hace pensar en una política de mayor relevancia, su lucha es contra los omeyas españoles, se pone en contacto con los abasies norteafricanos solicitando la bandera negra para combatir contra el emirato cordobés.
Bajo el breve mandato de Al
Mundir (886-888) fue una constante lucha la que dedicaría también su sucesor Abd -Allach
(888-912), que llega a ver en peligro su
seguridad en Córdoba.
El 16 de mayo del 891 en una escaramuza guerrillera resultó derrotado
en Poley hoy conocida como Aguilar de la Frontera, también se la llamó por ese
tiempo Bulay, con los romanos sería Ipagro y con los visigodos
Ipagrun, perdiendo varios de los territorios, no obstante una vez más el bravo
Omar volvió a salvar la vida.
Más tarde pudo
recuperar buena parte de sus territorios pero su declive se hizo cada vez más
evidente, en el año 899 se le conocía como el anciano andaluz y decidió
convertirse al cristianismo, haciéndose bautizar con el nombre de Samuel,
contaba 59 años de edad, por aquellos tiempos la ancianidad llegaba bastante antes
que en el siglo XXI.
El abandono de la religión musulmana no agradó a sus más fieles
compañeros y seguidores, restándole de inmediato su adhesión, eran
musulmanes y no querían servir a un jefe renegado de la fe de Alá.
Los últimos años de su vida coincidieron con el acceso al poder de
Abd al-Abderramán III el gran Califa, nieto de Abd Allach e hijo de una hija de Iñigo Arista, casada con Muhammad, hijo de Abd-Allach, este sometió un asedio implacable a Bobastro, cuando Omar ya había fallecido en el año 917. Sus hijos no pudieron mantener la rebeldía paterna, unos murieron, otro se rindió, y la hija Argentea sufrió martirio por confesar su fe.
Bobastro se encuentra a la distancia de media legua de
la estación ferroviaria del Chorro, allí estaba su tumba; el
odio hacia esta persona hizo que sacaran de la tierra sus restos para comprobar
que estaba muerto, fue desenterrado y crucificado en una de las puertas de Córdoba como castigo a su larga rebelión y su apostasía del Islam.
¡¡¡Qué cosas tan raras pasaban antes!!!.
Notas (El Gran historiador Reinart
DOZY), en la Historia de los musulmanes de España, de este modo
narra al personaje: Omar Ben Haffsun de antigua estirpe gótica, semicristiano, semi
musulmán, audaz, aventurero, soñador, proscrito, justiciero, y sobre todo,
astuto, levanta el pendón de la rebeldía en las ruinas de Bobastro, y bajo él
se agrupan todos los enemigos del califato, todos los que quieren sacudir el
yugo, lo mismo los cristianos que los renegados y los árabes, lo mismo los
oprimidos que los aristócratas; dominador del país, sus algaras
tocan ya en las puertas de Córdoba; para aquellos elementos no se
han reunido para aceptar un nuevo señor, sino para mantenerse cada cual
independiente; estalló la discordia y un nuevo Abderramán, no menos poético, no
menos hermoso, no menos desgraciado e interesante que el primero, arranca en un
instante el imperio del borde de su ruina. En la lucha ha perecido la
aristocracia, y la unión y la costumbre han moderado los odios religiosos: la
monarquía ahora será un hecho; ahora es cuando verdaderamente va a nacer el
califato
Los faquíes, que
miraban todas las calamidades públicas como castigo de dios y que le llamaban a
Ibn Hassum el azote de la cólera celeste, alborotaban la ciudad con sus
predicciones lamentables ¡Desgraciada de ti, och Córdoba- decían,-
desgraciada de ti, vil cortesana, cloaca de impureza y disolución, morada de
calamidades y de angustias: desgraciada de ti, que no tienes ni amigos, ni
aliados!
Cuando el
capitán de la gran nariz y de la fisonomía siniestra, cuya vanguardia se
compone de musulmanes y la retaguardia de politeístas, llegue delante de tus
puertas, se cumplirá tu fatal destino. Tus habitantes irán a buscar asilo en
Carmona, pero será un asilo maldito.
Los faquíes, que
miraban todas las calamidades públicas como castigo de dios y que le llamaban a
Ibn Hassum el azote de la cólera celeste, alborotaban la ciudad con sus
predicciones lamentables ¡Desgraciada de ti, och Córdoba- decían,-
desgraciada de ti, vil cortesana, cloaca de impureza y disolución, morada de
calamidades y de angustias: desgraciada de ti, que no tienes ni amigos, ni
aliados!
Cuando el
capitán de la gran nariz y de la fisonomía siniestra, cuya vanguardia se
compone de musulmanes y la retaguardia de politeístas, llegue delante de tus
puertas, se cumplirá tu fatal destino. Tus habitantes irán a buscar asilo en
Carmona, pero será un asilo maldito.
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