miércoles, 18 de marzo de 2020

CUENTO III MIÉRCOLES DÍA 18 DE MARZO DE 2020


                                          CUENTO III

                      LA ESPAÑA MUSULMANA SIGLO VIII
                    

                                                        
                                                             

Bueno primo  te voy hacer un poco de  caso para ir aventando algo de aquello que me has pedido,  ahora estoy  súper aburrido y sin trabajo con esto de la Pandemia del Coronavirus, aquí estamos como todos los españolitos de cierta edad   sometidos por obligación a permanecer poco más o menos que  inactivos en el claustro y  sin pisar  tierra firme, ni el  asfalto de la calle,  dicen que tengamos paciencia y que pronto pasará la epidemia, nos informan   que la  duración  va a ser de   unos  veinte  días y reiteran con mucho énfasis quedarte en casa y en modo alguno no salir a la calle; ya veremos si no van a ser bastantes más días los de la cuarentena, sobretodo si no es mucho pedir que  podamos salvar la pellejera porque ya van siendo muchos y bastantes  los que han sido dados de baja del inventario y no precisamente laboral, sino  baja definitiva para  "in secula seculorum".

                                                                  

Como antes te dije  en el año 711 el rey godo   Don Rodrigo fue derrotado por los musulmanes comandados por  Tarik y Muza en la batalla de  Guadalete, circunstancia que dio  lugar a la invasión musulmana en España, procedente del Emirato de  Damasco.



                                                 


                                

AÑO 713.- Pacto de Tudmir.-El Dux Visigodo Teodomiro, ( La Cora de Tudmir), gobernador de la región murciana durante los reinados de los godos Égica y Vitiza, firmó el 05 de abril del 713 un pacto con el hijo del invasor  Muza, llamado  Ben-Noseir -Abd  Abd al-Aziz, en el que se garantizaba que ni él ni los suyos padecerían muerte  o esclavitud, pudiendo 
conservar la práctica de su religión, que los lugares de culto no serían dañados,  que seguiría gozando de dominio libre  de sus bienes, a cambio de la entrega por capitulación de siete ciudades siendo  las actuales: Orihuela, Villena, Alicante, Mula. Bigastro, Ojós y Lorca,  (la ciudad de Murcia todavía no existía), así como  el  pago de unos tributos en moneda o especie (un dinar anual de oro por habitante, trigo, cebada, vinagre, vino, miel y aceite.




En realidad y según las crónicas Teodomiro disfrutó de una independencia teórica y sometida siempre tanto a él  como a sus súbditos  a la autoridad del emir, de modo que quienes mandaban en esta  y por aquellos tiempos Hispania fueron   los invasores islamistas.

El  visigodo Teodomiro  había participado en la batalla de Guadalete y tras la victoria musulmana, se produjo la rápida propagación de los invasores musulmanes,   el godo se había refugiado en su demarcación desde donde rechazó en diversas ocasiones los ataques de la morisma hasta el momento de producirse la capitulación de  la Ariola del Ravenate (Orihuela).
                                                                    




AÑO 714 - HISPANIA EMIRATO DE DAMASCO
                                               
 Abd al Aziz hijo de Muza, (contrajo matrimonio  con la princesa goda  Egilona, viuda de Don Rodrigo, más bien por cuestiones políticas que por otra cosa. En septiembre de ese año 714, Muza abandona definitivamente España y deja en manos del mando a su hijo Abd al-Aziz quien continúa la conquista de la península, a esta tarea se suma la de pacificar el territorio conquistado que, si bien se había sometido pronto al Islam también  conservaba fuertes núcleos de resistencia que amenazaban poder poner  en  peligro a la dominación de los invasores. 
              
                                                             
Después de hacerse con el gobierno Abd-al-Aziz emprendió una expedición a Portugal conquistando Évora, Sentaren y Coimbra,  más tarde se ocupó de instaurar el orden en el este de Andalucía y en Levante, apoderándose  de Málaga y Elvira (Granada), para dirigirse  desde allí  a la región murciana,(Tudmir)  donde en un pacto  con el gobernador visigodo Teodomiro, consiguió por capitulación las localidades citadas, imponiendo el pago de un tributo anual en especies y dinero a cambio de la seguridad personal de Teodomiro y los suyos, con cierta autonomía del territorio, conservar la religión y  otras prerrogativas pero el hijo de Muza-no habría de prolongar mucho tiempo su gobierno de las tierras  conquistadas.

Abd-al-Aziz se había casado con la viuda  del rey Don Rodrigo estableciendo  su residencia en Sevilla como emir, donde el califa Sulayman- creía al emir que era culpable de abuso de poder –ordenando al súbdito Ziyad-ben-Udhra al-Balawi para que lo asesinara, este hecho se consolidó  en la iglesia de Santa Rufina, convertida en mezquita en marzo de 716, le sucede Ayub, siendo elegido por los principales generales, cuando solo habían pasados dos años de la partida de Muza.

Durante el breve periodo de gobierno de Abd-al-Aziz, se habían conquistado otros territorios  de la Península, pues los generales musulmanes se encargaron de dominar las regiones al sur de los Pirineos, principalmente Pamplona, y al sureste Tarragona, Barcelona y Gerona, incluso llegaron hasta Narbona.  



Mientras tanto el soberano omeya en Siria designaba a un sucesor para su emirato en Hispania, reinó cierta confusión, siendo determinado que el hijo de una hermana de Muza ben-Noseir-Ayub-ben-Habib al-Lajmi, fuese quien se encargaría del gobierno.





No obstante, la muerte de Abd al-Aziz abrió un periodo de cuarenta años, durante este tiempo la Península se convirtió en el escenario de sangrientas luchas entre distintos clanes de musulmanes que afluyeron  a este territorio con la intención de asentarse de  manera definitiva en él mismo.


La dominación omeya estuvo marcada por una rivalidad permanente que procedía de los primeros cuatro califas del Profeta Mahoma e incluso antes de la hégira, entre los representantes de dos importantes grupos étnicos árabes: los qaysies y los kalbíes.


Su activa participación en todas las conquistas árabes les permitió abandonar inhóspitos lugares de donde procedían para instalarse en las zonas fértiles de Siria y Mesopotamia.

                                                              




Los kalbíes, por su parte, descendían de la rama de los Quda´a-Qahtan  que  se hallaban enemistados desde hacía siglos con los anteriores.

   
  
Durante el primer periodo del califato sirio  la rivalidad que oponía a ambos grupos en su país se prolongó en Hispania, no hizo más que acrecentarse y se generalizó a otros grupos yemeníes y mudareis e incluso a los bereberes.

Y aquí te dejo querido primo al menos por hoy ya va siendo hora de tomar le medicina contra la gastroenteritis que todavía no se ha inventado ese  bálsamo de Fierabrás que todo lo sanaba en la época Amadís de Gaula y de los Doce Pares de Francia, en aquellos años quijotescos tampoco  existían las  amenazas de probable  contagio del puto Coronavirus.







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