martes, 4 de abril de 2023

CIUDADANIA PLENA PARA TODOS

 

ROMA AÑO 212


La Constitución del  Imperio Romano concedía la ciudadanía a todos los súbditos del imperio, siendo el emperador Caracalla quien  pusiera punto final al proceso de romanización en el año 212.


Sin embargo en un documento del Egipto romano que contiene el texto  legal constan las normas  que el emperador llamado Marco Aurelio  Caracalla, excluía de este privilegio a quienes provenían de ciudades que se habían rendido sin condiciones, lo que era ya frecuente en esa época,  esta norma se llamó DEDITICIUS.. 

El edicto apenas influyó en la situación de Hispania ya que este país se encontraba romanizado en su totalidad.

Caracalla puso de moda la prenda de vestir de capa corta que usaban  los galos, cuyo empleo impuso a sus soldados. Este emperador nació en Lyon en el 188,  siendo nombrado emperador en el 211 junto con su hermano llamado  Geta al que asesinó al año siguiente.

Fue hijo primogénito de Septimio Severo y de Julia Domna, cuando se proclamó único emperador, distribuyó 2.500  dracmas entre los pretorianos.

Era de mal temple y de peor carácter, valga como ejemplo que   para  acallar su cólera hizo matar  al  Jurisconsulto llamado Papiniano, por negarse a escribir la apología del fratricidio.

Durante su gobierno obligó a las provincias a pagar unos impuestos excesivamente elevados, con independencia de mandar realizar  unos castigos sanguinarios enormes,  cuenta la historia que el número de sus víctimas se elevó 20.000, aunque los soldados de sus legiones siempre  disfrutaron de su simpatía.


De igual modo los cristianos no se vieron afectados por sus crueldades, posiblemente porque el mismo emperador era muy devoto y veneraba a sus dioses como Mitra.

Siempre  se ocupó en asegurar las fronteras consiguiendo que la ciudad de Roma disfrutara  de sus magníficas construcciones y de las termas con su propio nombre, decoradas con gran lujo de mármoles, estatuas y bustos.

Tal y como había predicho un adivino,  Caracalla murió asesinado por orden del prefecto llamado Macrino, quien sobornó a un soldado de su guardia para que cometiera el crimen. 



¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!! 

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