El Guadalquivir.- Almanzor era la cara opuesta de la moneda esto a veces nos mata, sucede más veces de lo que nos parece, suele decirse que, la historia se repite, siglos después llegó un joven general revelándose contra la II República votada por el pueblo soberano, después ante los disturbios producidos formó la marimorena y estalló la guerra incivil que duró tres años, la que ganó, después ya no se acordó de restaurar la República, ni la Monarquía dinástica ni nada.
Impuso la dictadura de este modo él solo mandaba en esta España nuestra, hasta que por razón de edad entregó el cinto y las cartucheras, ach que me olvidaba, durante su dictadura mandó construir con presos de guerra un mausoleo al estilo faraónico, allá en la sierra de Madrid, en Cuelgamuros, también conocido en aquella época como Valle de los Caídos cerca de la población de El Escorial donde fue enterrado.
El Segura.-Bueno compadre lo de Almanzor fue distinto, yo me acuerdo cuando estuvo en aquella Murcia quince días descansando, iba de paso a territorios de la Marca Hispánica en Barcelona, para ajustarle las cuentas al Conde Borrell, aquí estuvo él y sus tropas, te cuento siquiera un poco de lo bien que lo pasó.
Ante esta inminente y
anunciada visita se prepararon grandes fiestas en los Alcázares de Kibi-Nasir
para la gente de armas y en los palacios del Príncipe Darás-Xarife para
Almanzor, visires, alcaides y gente importante , esta visita llegó a ser
memorable, fíjate como sería aquello que
las crónicas de aquella época cuentan que Almanzor quedó maravillado tanto del trato recibido así como por la variedad y diversidad de los deliciosos manjares con que fue agasajado, resaltando la belleza de los platos y vajillas, igualmente de su contenido en carnes y pescados y de otros variados manjares.
Los baños eran en agua de rosas, el lecho o cama para quien lo prefiera estaba perfumado con suaves olores que incitaban a la sexualidad del caudillo, así como la de sus caballeros y visires, tengo entendido que para acompañar la dormida vinieron jóvenes zagalas de toda la comarca, este último dispendio no alcanzó a la tropa.
Había que mantenerla fuerte, no se la debía debilitar en tales menesteres, pero como no hay regla sin excepción fue necesario atender algunas reclamaciones de la soldadesca quienes deseaban desfogar sus apetencias sexuales, entonces mandaron traer a Palacio algunas zagalotas del arrabal de la Arrixaca, cincuenta selectas jamponas de lo más preciado de la huerta, pasadas un poco en edad y en carnes, pero a la soldadesca les gustaban hermosotas, ahora bien tan solo fue una excepción para calmar los ánimos de la tropa ya que estaba en campaña y alejados de sus mujeres, encontrándose un tanto mohínos, esto les aumentó los ánimos y los revitalizó.
El Valí murciano de aquella época se llamaba Abu Omar ben-Kateb según algunos arabistas-traductores, mientras otros sostienen el criterio que era Ahmed Abu-Amir Ibn Jathách, motejado con el sobrenombre de Aljazen (este mote quiere decir el tesorero, el opulento), el tío era el amo de los dineros.
Cuando Almanzor se despidió para continuar viaje le echó la regañina al momento de darle las gracias por su hospitalidad, diciéndole había gastado con excesiva largueza su hacienda, cuando debiera haberla gastado más meritoriamente en obras piadosas, no obstante reconoció su agradecimiento eximiéndole de pagar tributos para toda la vida, cuentan las crónicas que desde ese memorable momento se puso de moda aquello de el que regala bien vende, si el que recibe lo comprende.
Antes de salir arengó a sus gentes desde el caballo diciendo <<A fe mía que tan magnífico hospedero no sabe alojar gentes de guerra,>> así tendré buen cuidado de no enviar por esta ciudad caballeros, ni personas, que vayan de gazua, cuyas galas deben ser las armas y su regalo el pelear..
El gobernador murciano quedó un poco mohino pero pronto se le pasó la chamusquina al ser invitado a visitar Córdoba por Almanzor, incluso al regreso de la razzia en Barcelona, le regaló una de sus más bellas esclavas, según cuentan algunas viejas crónicas y leyendas y en Murcia se quedó..
Ya ves primo, en la vida
no puede ser uno bueno encima te echan la bronca, sigue contando que pasó con el Hisam II ya
que parece no consolidaba el cargo de Califa, ni mandaba, ni gobernaba, ni nada, pero vamos a tomarnos un descanso y en otra ocasión se proseguirá.
¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario