viernes, 14 de abril de 2023

LAS CORRERIAS DE UN DESTERRADO

              




El rey de Castilla Alfonso VI en 1089 concede a Rodrigo Díaz de Vivar, a título hereditario los territorios que este conquista en la zona de Levante. 

La primera noticia de Rodrigo Díaz de Vivar, conocido por su apelativo árabe de Cid (1043-Valencia 1099), fue  que, estando al servicio de Sancho de Castilla acude en socorro de al-Mutamir de Zaragoza y que participa en la batalla de Graus (1063) contra los aragoneses.

Al acceder al trono Sancho II de Castilla, Rodrigo es nombrado Alférez del rey, y como tal vence al navarro Jimeno Garcés, lo que supone la integración en Castilla de Pazuengos y los castillos de la región de los montes de Oca. Estas victorias hacen que se le conozca con el sobrenombre de Campeador, vencedor de combates.


Toma parte en la batalla de Llantada el 19 de junio de 1068 y en Golpereja contra el rey de León, Alfonso VI, así como el sitio de Zamora  que finaliza con el asesinato de Sancho II de Castilla (17 de febrero de 1072).

Esta muerte supuso la entronización de Alfonso VI en Castilla, a los castellanos les pareció un asunto muy sospechoso. Por ello exigen a Alfonso VI que jure no haber tenido arte, ni parte en la muerte de su hermano, siendo el Cid Campeador el encargado de tomarle juramento en la iglesia de Santa Gadea (Burgos).

Algunos dicen que este hecho hizo que al Cid le tomara ojeriza el  nuevo monarca.


El Cid Campeador contrae matrimonio con Jimena Díaz, de sangre real, y acompaña  al rey en varias ocasiones.

En 1079  cuando Rodrigo va cobrar las parias a al-Mutamid de Sevilla, por orden de Alfonso, el musulmán es atacado por García  Ordoño conde de Nájera y Rodrigo defiende al sevillano, vasallo de Alfonso, después vuelve a entregar el tributo al rey.


Este hecho y una afortunada expedición de Rodrigo en Toledo (abril de 1081) hacen que Alfonso se disguste, y destierre de Castilla  a Rodrigo, entonces este ofrece sus servicios al rey de Zaragoza, siendo el musulmán al-Mutamid, bajo cuya autoridad desempeña la función de jefe de las tropas encargadas de defender el reino.


Desde aquella época viene a ser  cuando Rodrigo es llamado Sid o Cid <<señor>>. Durante el tiempo que pasa con al-Mutamid  se enfrenta con los reyes cristianos menos con Alfonso VI, a quien sigue considerando su señor y con él y sus tropas no quiere enfrentarse.

Interviene en la lucha contra al-Munndir y sus aliados cristianos, a los que vence en Almenar, también toma parte en la restauración del castillo de Olocau donde se enfrenta con éxito a al-Mundir y Sancho Ramírez de Aragón (14 de agosto de 1084).


Tras la derrota de las tropas cristianas por los soberanos andaluces y los almorávides en Sagrajas  (23 de octubre de 1086), tiene lugar la primera reconciliación entre el rey Alfonso y el Cid.
           
                                              

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