AQUITANIA
AÑO 752
Los musulmanes después de apoderarse de toda la Península Ibérica en el año 711, intentaron proseguir su expansión por Las Galios, logrando instalarse en la zona suroriental de Francia donde permanecieron hasta el año 759.
A partir de
la derrota sufrida en 732 en Poitiers por las tropas de Eudes de Aquitania y
Carlos Martel, el avance musulmán quedó detenido.
Los
francos aprovecharon el estallido de rebelión bereber y la gran hambruna que
azotó al-Ándalus (750-755), para intentar
recuperar sus fronteras naturales.
En 737
Carlos Martel, al frente de las tropas francas y borgoñonas, consiguió expulsar a los
musulmanes de Aviñón y de toda la Provenza, pero murió en el sitio de Narbona que
permaneció por tanto en manos musulmanas.
Narbona constituía
un centinela avanzado del Islam, en
plena región de Septimania, lo que representa un grave peligro para un estado
en proceso de consolidación.
Mientras
tanto Pepino el Breve hijo de Carlos Martel, hubo conseguido concentrar todo el
poder en una única dinastía, llevando a cabo un golpe contra los merovingios y
emprendió de nuevo el avance hacia el sur.
En 751 se
apoderó de toda la Septimania quedando únicamente
Narbona en manos de los musulmanes.
A pesar
de la rápida reacción árabe, esta última plaza cayó al año siguiente, pero los
francios prosiguieron su avance con el
propósito de fijar definitivamente la frontera en los Pirineos.
En 752 sin excesivas dificultades y gracias al apoyo de los habitantes de la región, lograron, su objetivo frenando así una futura invasión.
El triunfo
franco sobre los musulmanes tuvo importantes
consecuencias en ambos bandos. demostrando la necesidad de estar siempre
vigilantes y de organizar una buena defensa
de sus territorios. Para ello adoptaron el sistema de marcas o
territorio intermedio entre el enemigo y el propio país.
Los
musulmanes se dieron cuenta en seguida de que enfrente tenían un poderoso enemigo al otro lado de los Pirineos y eficazmente organizado que contaba además con el apoyo de la población.
Por ello optaron
por replegarse hacia el interior de la Península Ibérica respetando el sistema
de marcas, para situarse en zonas donde entonces tendrían
lugar sus enfrentamientos.
Además los
francos se apresuraron a repoblar las zonas ganadas al enemigo para asegurarse
mayor protección.
El
siguiente paso pertenecería una época posterior ampliando las zonas de marcas y
penetrando ya más allá de los Pirineos.
Lo intentaron
en un principio por zonas de Aragón pero sería definitivamente en Cataluña,
en la Marca Hispánica, donde introducirían una cuña en los dominios musulmanes
peninsulares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario