jueves, 16 de marzo de 2023

RETAZOS DE LA BATALLA DE SIMANCAS

 

          


             

       
 

 El Califa omeya Abderramán III  tenía mucho empeño en  proclamar la Guerra Santa contra Ramiro II rey de León,  estaba  convencido de poder ganar la YIHAD,  deponía de  un gran ejército superior a los 100.000 guerreros profesionales, albergaba la ilusión que después de rendir al reino de León,  tomaría Zamora  y extendería los dominios del Islán  por toda   Galicia y Asturias. 

Desde los minaretes de  Córdoba y de Damasco se llamaba a la YIHAD, el califa estaba  orgulloso de disponer de un gran ejercito de  fieles leales árabes  y bereberes, así como otras muchas personas que acudieron para alistarse  en calidad de  voluntarios  en el ejercito, otras aportaban para la guerra víveres, armas y caballos con los que combatir a los infieles a la causa del Islam.

No fue esta una más de las muchas aceifas veraniegas, ahora se trataba de una campaña plenamente definida hasta el extremo que desde el  minarete de la Mezquita Mayor se cantaba la oración de gracias para tan importante campaña, adelantándose a lo que ya se consideraba como una importante victoria andalusí.       


Tras varios días de largo viaje acamparon en Toledo  el 14 de julio de 939, allí se fueron incorporando varias levas mercenarias y prosiguieron para cruzar  las  montañas del sistema Central por Tablada en Guadarrama, cruzaron la Sierra de  Gredos y prosiguieron a través  de la llamada Sierra de Francia en la provincia de Salamanca y por fin en la ribera del río Cega se detuvo aquel numeroso ejército para reponer  las fuerzas y los ánimos después de muchísimos kilómetros acumulados. 


Las tropas califales ya iban dando  muestras de agotamiento cuando inesperadamente el cielo se eclipsó totalmente y oscureció,  produciendo  el pánico colectivo,  entendiendo que aquello era una señal de mal augurio, máxime al ser totalmente supersticiosos estando  convencidos que se aproximaba el fin  de sus días. 



El primer enfrentamiento con las tropas del rey Ramiro se produjo el día 6 de agosto de 939,  en la margen derecha del río Pisuerga, próximo a la población de Simancas, allí estaba el rey Ramiro  de León, luciendo sus galas guerreras  y sus huestes de Riaño, Astorga, Bembibre, Orbigo, Maraña, Ponferrada y Pajares, así como los bables y maragatos.

Hicimos sonar atabales formando estruendoso ruido para meterles el miedo,  después  marcha “allegro non tropo” al Abderrahman se le escapó un suspiro y un “hay” al observar el enorme contingente del enemigo, se le hizo un nudo en la garganta que le impedía hablar con normalidad, después pidió le sirvieran un chambi, al hombre se le quedó la lengua seca y la garganta atragantada,  tragó el helado y  quedó pensativo y cabizbajo a continuación miró al cielo y se encomendó a Alá,  después se sacudió el polvo acumulado en el pecho con la mano diestra, sacó el pañuelo se limpió el sudor frío de sus mejillas e hizo la señal previa de al ataque, tocamos arrebato y zafarrancho de combate dando comienzo la confrontación, ambos contingentes se apresuraron en enorme carrera finalizando en tremendo choque, hubo empujones, apretones y revolcones, pisotones y  agarrones, estruendoso crujir de escudos al chocar contra las espadas,  el trote de los caballos galopando  hacía que temblase la tierra, los equinos asustados relinchaban con denuedo, daban brincos, patadas y coces, evidentemente  estaban desbocados ante el fuerte y ronco vocerío de ambos ejércitos.


La inicial embestida estuvo a cargo de Abderraman obligando a retroceder a las fuerzas cristianas, nosotros llevábamos el auxilio de las tropas del  gobernador de Zaragoza, Abu-Yahia, no olvidando que resultó un traidor y culpable del principal desastre de Osma, tres años antes de esta confrontación, no obstante llevaba sus gentes de Calatorao, Ricla, La Almunia y Sansueña, de saeteros iban los saqalibas muy diestros en este oficio y la caballería bereber y andalusí bien dotada de lanzas y alfanjes, la infantería de los Banu Hudayir y las tropas auxiliares para  llevarse los primeros envites de la contienda. 

Desde nuestra tribuna en el puesto de observación y mando  era imposible dirigir palabras de aliento a nuestros guerreros, no obstante  se  aplaudía con entusiasmo   al objeto de enaltecer los ánimos en esa dura  y sin par noble pelea.

Hubo de todo, lamentos de heridos en el umbral de la muerte, regueros de sangre y cuerpos llenos de mutilaciones, sollozos y llantos, hombres agonizantes pidiendo auxilio,  fue un duro y cruento combate, todo un horror que jamás se borrará en el recuerdo, el resultado de aquella confrontación no fue del todo concluyente pero si quedando plenamente demostrado la superioridad de la caballería leonesa.        

Cinco días duró aquella pelea de amargos sudores, eso sí cuando sacábamos la bandera blanca era de obligado cumplimiento  descansar un rato de tanta refriega, por la noche sonaban  trompetas dando la señal de  silencio,  era necesario  dormir para reponer las fuerzas respetando por ambos bandos tan deseada señal. 

 Al quinto día y antes del alba  tocaron ellos una marcha muy alegre con chirimías y trompetas y un entusiasta redoblar de tambores, afinamos la oreja y oímos que estaban eufóricos, tocaban los mardita madre la marcha de allegro triunfanti,  estos hicieron el recuento y les resultó favorable,  de momento  salieron árbitros de ambos bandos y cotejaron el recuento  efectivamente ellos habían vencido,  pusieron el cartelón como ganadores de la pelea en el quinto round.


Cuando observamos el resultado de aquella batalla nos vimos obligados a tocar la marcha huida con motto, se formó la desbandada y el rey Ramiro II, aún con sus incuestionables pérdidas al contemplar la retirada del ejército,  decidió salir en su persecución originando tal hostigamiento que duró varios días en los barrancos de Alhandega, muchas vidas costó aquel trance; al Abu-Yahia de Zaragoza nuestro aliado lo hicieron  prisionero, de modo que los omeya perdimos la batalla pero no la guerra.



¡¡¡HASTA OTRO DÍA!!! 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 


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