sábado, 18 de marzo de 2023

LOS VIKINGOS Y SUS INCURSIONES MARÍTIMAS

 




En el siglo IX año 844, los normandos que ocupaban Escandinavia iniciaron su expansión hacia el sur de Europa en el curso de una de sus expediciones arribaron en la costa atlántica de la Península.

El primer aviso de la presencia vikinga fue dado a Abderramán III por el gobernador de al-Usbuna (Lisboa), llamado Wahb-Allah-Ben Hazm, en el sentido que cincuenta y cuatro naves y otras tantas barcas habían arribado en sus costas así como en  la ciudad  de Lisboa  el 20 de agosto, entablando combate  contra los musulmanes durante tres días, al cabo de los cuales fueron obligados a zarpar y huir.

Abderramán envió inmediatamente mensajeros a los gobernadores de los ciudades andalusíes para que estuvieran alertas ante la eventualidad de ser atacados por los normandos vikingos, lo musulmanes  les llamaban  mochús.

Desde Lisboa, los vikingos se dirigieron hacia el sur, desembarcaron el 19 de septiembre en el litoral de  Sidonia y se adueñaron del puerto de Cádiz.


El grueso de la flota remontó el río Guadalquivir permaneciendo anclado tres días en Yazirat Quibil (Isla Menor), luego en su avance hacia el norte  cuatro naves vikingas  se destacaron  el 30 de septiembre hasta Qwara (Coria del Río) que fue totalmente destruida y su población asesinada.

A continuación se dirigieron a Tablada y en el lugar llamado al-Fajarin, (los alfareros), los normandos vencieron fácilmente a los musulmanes.

El 3 de octubre cayeron sobre Sevilla, cuando ya había sido abandonada por gran número de sus habitantes que huyeron hacia Carmona y los montes de Sevilla, sin encontrar ninguna oposición, los vikingos saquearon la ciudad durante una semana, muchos ciudadanos  que no pudieron escapar fueron víctimas del violentísimo ataque y otros tantas fueron hechos cautivos.

El día 10  de octubre los vikingos regresaron a Yazirat Qibtil para poner a buen recaudo su botín, volviendo a continuación a Sevilla, mientras que Abderramán se había esforzado en reunir un ejército para hacerle frente, el día que estos volvieron a Sevilla les salieron al encuentro pero no lograron detener su avance.

El día 1ºde noviembre Abderramán entró en Sevilla llevando alimento a los supervivientes. En su camino los normandos se hicieron fuertes en Tablada, aquí los persiguió el ejército del emir esta vez  reforzado por las tropas llegadas de la Marca Superior, dirigidas por Muza-Ben-Qasi y los procedentes de Córdoba, al mando de Ben-Rustum. 

El 2 de noviembre los musulmanes los rodearon con almajaneques, venciendo por primera vez a los vikingos. Sin embargo la derrota de los normandos no fue total.

Se quedaron unos días entre Tablada e Isla Menor esperando refuerzos procedentes de Niebla y juntos se dirigieron a Aljarafe, que fue saqueada hasta que la caballería musulmana les hizo poner en fuga.

Los vikingos se replegaron hacía Quanh Qawria donde fueron atacados de nuevo por las tropas de emir, cuando procedían a repartirse el botín capturado.

Al mismo tiempo la flota andalusí formada por quince naves se dispuso a atacar a los barcos normandos. Ante la noticia estos volvieron a Niebla, después a la isla de Saltés y por último a Beja y Afmada con dirección a Lisboa. 

En diciembre ante la desastrosa experiencia del ataque normando, Abderramán I ordenó levantar una atarazana en Sevilla para la construcción de nuevos barcos. Reclutaron a hombres de la mar en la costa de al-Ándalus, ofreciéndoles buenas recompensas. Dichas naves les protegieron del segundo ataque en 858-859.  


FUENTES CRONICA DE ESPAÑA DIARIO 16

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