sábado, 25 de marzo de 2023

ENTRE MOROS Y CRISTIANOS

                               GUERRAS ÁRABES, MOROS Y CRISTIANOS .


               
                

Mapa de la Península  Ibérica en el año 717, desde la primera expedición árabe en 710 y el inicio de la campaña de conquista en 711 con la derrota de los hispanos godas en Guadalete y posterior invasión islámica que es producida  con increíble celeridad hasta llegar a extenderse casi en toda  la península .

Tras la caída de Toledo en manos musulmanas y  el derrumbamiento del estado godo fue de vital importancia que los ejércitos invasores árabes y bereberes avanzaran de forma imparable bajo la dirección de los generales Tarik, Muza y Abd al-Aziz.


Muza se dirige hacia, Salmantia (Salamanca)  Astorga y fundan Majeriz (Madrid), reuniéndose con las tropas de Tarik, que había  cercado Zaratustra (Zaragoza),  que cae finalmente en el año 714.

Cuando Muza se dispone a dirigirse hacía Lleida , tiene que interrumpir sus proyectos de conquista  por un mensaje del califa  de Damasco  que requiere su presencia.

Antes de partir, Muza asegura la posesión del macizo cantábrico apoderándose de Amaya,  llegando luego hasta Lucus Asturum cerca de la actual Oviedo,  hasta entrar finalmente en la Lusitana portuguesa.

Tarik

Tarik, se dirige hacía Dertosa (Tortosa), pasando posteriormente por el Murviedro levantino,  Valentia, Xàtiva  y Denia, mientras tanto  Abd al Aziz, sofoca una rebelión que había estallado en Hispalis, somete Niebla, Beja y Ossonoba y después de cierto tiempo llega hasta a Pompaelo (Pamplona), Barcino   y Ampurias, finalmente acaba volviendo a al-Andalus.

Muza

Cuando Tarik y Muza marchan a Damasco, Abd al Aziz queda encargado de concluir la conquista y de pacificar aquellas regiones y núcleos de resistencia que permiten al menos afianzar su poder personal.


Abd al-Aziz ibn Musa, nació en Egipto en el año 685, murió en Sevilla en el 716, era hijo de Musa ibn Musair, gobernador musulmán del Magreb que, con la ayuda de su general Tariq ibn Ziyad, conquistó en solamente tres años (711-714) la mayor parte del reino visigodo de Hispania.

Junto a su padre conocido vulgarmente  como el moro Muza en la tradición hispánica, Abd al-Aziz en el 711, tomó parte en la invasión de la península,  y  en el año 713 fue enviado  por orden de su progenitor a sofocar una rebelión en Sevilla que concluyó con el apoderamiento  de las plazas de Niebla, Béjar, y Ossonoba (Algarve).


Cuando en el año 714, Muza y Tarik ibn Ziyad, fueron requeridos por el califa al-Walid, marcharon a Damasco llevándose un cuantioso botín  y gran número de prisioneros, ello permitió a  Abd al-Aziz convertirse  en el nuevo gobernador  o emir de los territorios ibéricos.   


 Abd al-Aziz prosiguió la  campaña  y pronto amplió los territorios de la península Ibérica que cayeron en sus manos, marchó hacía las lusas ciudades de Évora, Santarém  y Coimbra, mientras sus generales completaban la ofensiva del norte ibérico  con la toma de Pamplona, Tarragona, Barcelona, Gerona y Narbona.

Pacificó la Andalucia Oriental, se apoderó de Malaca y Elvira, si bien existen cronistas que atribuyeron la conquista de estas dos ciudades a Tariq ibn Ziyad.


Ab al-Aziz en el 713 también marchó sobre la zona del Levante, venciendo al potentado visigodo Tudmir en la Auriola,  actual Orihuela y Akra Leukra (Alicante), haciendo firmar el tratado de capitulación el día 5 de abril a condición de que sus súbditos no serán muertos, ni hechos prisioneros, ni separados de sus esposas e hijos, que no se les impedirá práctica de su religión y que las iglesias no serán quemadas, ni desposeídas de los objetos de culto, mientras satisfaga las obligaciones que le imponemos y se le concede la paz mediante la entrega de las siguientes ciudades, Uryula (Orihuela), Lacant (Alicante), Mula, Villena, Lurca (Lorca) y Ello, además sus súbditos pagaran anualmente cada persona, un dinar en metálico, cuatro medidas de trigo, cebada, zumo de uva y vinagre, dos de miel y dos de aceite de oliva, para los siervos.  

   


     

En aquella zona levantina  Abderramán II en año  825 mandaría fundar la ciudad de Murcia con el nombre de Medina Mursiya que árabe quería decir la ciudad afortunada.    

Abd al-Aziz adoptó normas tolerantes permitiendo a los cristianos tanto a los que habían opuesto resistencia como a los que habían reconocido la nueva autoridad, el mantenimiento de sus costumbres y su religión, después se instaló en Sevilla, ciudad en la que murió asesinado al parecer a causa de las sospechas que pesaban sobre él, significativamente  de intentar fundar un reino independiente, le sucedió su primo Ayyub ibn Habib al-Lajmi.

           Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica 

  

El califa de Bagdad Sulaymán que considera a Abd al Aziz culpable de abuso de poder, ordena a Ziyad ben Udhra al Balawi que disponga la conveniente  para poner fin a la vida.


Ziyad,  asesina a Abd al Aziz en la iglesia de Santa Rufina, convertida en mezquita en marzo de 716, le sucede  en el mandato como emir  a Ayub, siendo  el elegido por los principales cabecillas y  caudillos musulmanes.


Los invasores árabes para  dar facilidades a los ciudadanos permitieron el libre ejercicio de otras religiones, especialmente del islamismo, ante estas nuevas perspectivas una gran parte de la población no dudó en  abrazar ya que ello suponía grandes mejoras, sobre todo económicas. la que estos  ofrecían.

El fenómeno de la conversión masiva surgió como consecuencia de las  especiales mejoras  tanto económicas como  de orden  social, así como las de poder  tener acceso a los puestos de la administración pública, cuando  los cristianos estaban obligados a pagar costosos impuestos solo por el hecho de  no querer abandonar su religión. 



Por otra parte los frecuentes matrimonios mixtos también contribuyeron a la expansión árabe, aunque los padres podían conservar su religión, pero los hijos estaban obligados a ser musulmanes.

Los hispanos visigodos que adoptaron la nueva religión pertenecían a dos grupos bien definidos; la nobleza goda  Witizana que vio en la conversión un medio de conservar su posición social, mientras que   el sector de pequeños propietarios, siervos y colonos consideraban en esta situación  mejorar sus condiciones sociales.

Socialmente los nobles hispanos no pudieron nunca  igualarse a la aristocracia árabe, si bien hasta una época muy tardía, en cuanto a los otros grupos salieron claramente favorecidos por las ventajas que el islam ofrecía a sus seguidores, tales como  la supresión del impuesto territorial y personal, así como la liberación en el caso de esclavitud, eso ya fue muy importante.

Entre los conversos se hallaba una minoría de mozárabes o cristianos en territorios musulmanes que se concentraron con mayoría en las ciudades donde no existían impuestos territoriales.  Estas medidas  produjeron  constantes inmigraciones de los campesinos que se islamizaron.

                     

 Don  Pelayo caudillo de los astures vino a dar  origen a una nueva dinastía marcada por su tenaz resistencia contra los invasores musulmanes, este reunió a su alrededor a  los astures que no habían sentido la dureza del yugo visigodo, estos  no deseaban someterse a estos nuevos señores que ya tenían . antecedentes de enemistad con el rey Witiza que había herido de muerte a su padre en Tuy, habiendo guerreado con anterioridad  en las filas de Don Rodrigo.


Tras la victoria de  los musulmanes en la batalla de Guadalete o de la Janda, el futuro rey de Asturias había huido a los reductos montañosos del país, donde se ocupó en alzar a sus habitantes contra el gobernador bereber de la zona.

Pelayo en una asamblea fue elegido caudillo y desde entonces arengó a los que estaban bajo sus órdenes para que no pagasen ningún tributo e iniciaran ataques al invasor a mano armada y en escaramuzas.

Los primeros enfrentamientos entre los astures resistentes y musulmanes se convirtió en una guerra encarnizada, sobre todo a partir de las campañas de castigo que organizaron los ejércitos ocupantes musulmanes, en los primeros combates los rebeldes fueron rechazados por Alqama  y sus hombres enviados tras la victoria astur de Covadonga, se produjo  la persecución de los musulmanes hasta Liébana que marcaron el comienzo de un reino en los Picos de Europa a donde ya no tendría acceso ningún invasor.    

Hacía el año 716, la totalidad de la Península se hallaba bajo el dominio musulmán , pero una gran parte de los habitantes abjuraron del cristianismo para convertirse  al islán, a fin de obtener un estatuto más favorable .

 Al mismo tiempo una serie de nobles visigodos  prosiguen la resistencia por cuenta propia, para ello se refugian en las altas montañas y en los Picos de Europa, allí se reunieron con las tribus nativas de los bables escasamente romanizados para combatir a los musulmanes, eligen  un jefe a la manera tradicional que recae en la persona de Pelayo hijo de Fáfila un antiguo visigodo de la corte del rey Egica

El nuevo rey visigodo fija su residencia en la aldea de Cangas de Onís y será esta tradición quien encabece una sublevación contra el nuevo poder islámico.

Para reprimir el levantamiento los musulmanes envían un ejército dirigido por el general Aljama a quien acompaña el Obispo metropolitano de Sevilla llamado Oppas, hermano de Witiza, mientras que Don Pelayo y sus huestes se refugian en el monte Auseba, en la llamada cueva de Santa María conocida más tarde como Covadonga.




El obispo Don Oppa intenta convencer a los sublevados sin resultados positivos, iniciándose la batalla que gracias a la aparición milagrosa de la Virgen, los asturianos vuelven a las armas contra los asaltantes infieles  musulmanes.

Pelayo y sus tropas diezman a su adversarios y el gobernador musulmán de Asturias, al enterarse de tan prodigioso suceso emprende la huida junto a  las fuerzas musulmanas que abandona la región. 


Para los árabes fue muy distinta la versión a la de los cristianos, en realidad  virtualmente allí en Asturias se inicia la Reconquista de Hispania con la batalla de Covadonga.  

Iberia-Hispania-Espan,  por  llamar de esas tres heroicas formas a esta Península  Ibérica, siendo  los  musulmanes quienes  la llamaron al-Andalus y a sus habitantes del sur  andalusíes, en la meseta central fueron  castellanos, los del norte cántabros, vascos y navarros, por el oeste galaicos, por el este hacía arriba francos. 

En  aquellos lejanos tiempos  todavía no había nacido la palabra España, para ello habría que esperar al  siglo XVIII, ya que letra (Ñ)  no había nacido,  para ello habría que esperar  hasta principios  XIX cuando la Real Academia Española incluiría la dichosa letra Ñ en el diccionario de 1803. 





                                ¡¡¡HASTA OTRA OCASIÓN!!! 

                                           


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