domingo, 13 de julio de 2025

LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

 

                     LA BATALLA DE LAS  NAVAS DE TOLOSA

 


Navas de Tolosa, 16 de julio de 1212. Las tropas cristianas vencen a los almohades cerca de la población jienense de las Navas de Tolosa, gracias a la unión de las fuerzas de Castilla, Aragón y Navarra.

El 21 de junio parte de Toledo un gran ejército formado por castellanos, aragoneses y ultramontanos, con dirección a las Navas de Tolosa. Tras apoderarse de Malagón y Calatrava la mayor parte de los extranjeros regresan a sus lugares de procedencia quedándose únicamente el pequeño contingente del obispo de Narbona.

Poco después de la toma de Caracuel y Almodóvar, se une al ejército el rey Sancho VII el Fuerte de Navarra con sus huestes, ajeno hasta ahora por sus diferencias con Alfonso VIII de Castilla.

Las noticias sobre su participación de cruzados extranjeros y la formación de un ejército cristiano tan numeroso, hacen que el califa al-Nasir el Miramamolín, intente desgastar al enemigo, antes de enfrentarse directamente. Escoge el farragoso paso del Muradal como el lugar más adecuado para llevar a cabo su plan y reserva el grueso de sus fuerzas para el golpe final.

Conociendo la detención de los caballeros ultramontanos y la escasez de víveres  de los cristianos, Al-Nasir piensa que el combate se les presenta favorable y acampa cerca del paso de la Losa dispuesto a la lucha.

El 12 de julio los cristianos avistan a los musulmanes que cortan su paso por el único lugar conocido de  la Losa, reunidos los tres monarcas deciden no hacerles frente y pasar por el desfiladero del Rey, que los almohades no conocen y  han olvidado cerrar. Al ver que el enemigo parece o da la sensación que se retira, la sorpresa de estos es enorme.

Los musulmanes siguen a los cristianos,y van  pasando por  la sierra, acampan frente a ellos. Viendo que han fracasado en su plan de cortarles el paso, el día 14 al-Nasir se dirige al campo de batalla y dispone a sus hombres para el ataque. Los musulmanes pasan toda la jornada y la siguiente esperando que los cristianos presente batalla, pero estos no se mueven ya que han decidido esperar el momento más adecuado.

Por fin la noche del 15 los soldados cristianos salieron ordenadamente del campamento disponiéndose en tres cuerpos; en el centro el de Alfonso VIII, a la izquierda Pedro II  y a la derecha Sancho VII,

Repartidos entre ellos, se mezclan las milicias concejiles de Segovia, Ávila y Medina. Por su parte los musulmanes se colocan en vanguardia las tropas ligeras, en lo alto del cerro los arqueros y la élite almohade y a ambos lados, los contingentes árabes.

El combate empieza por el avance castellano y lo que parece un desastre cristiano, pronto se convierte en una victoria gracias a la caballería. 

Seguidamente una desbandada de la vanguardia almohade, empieza la lucha con el grueso del ejército de al-Nasir el Miramamolín, mientras se lucha éste permanece en su tienda leyendo el Corán, rodeado de infinidad de esclavos encadenados y armados con lanzas. 



Cuando el ataque cristiano arrolla a los musulmanes que huyen perseguidos por el enemigo al-.Nasir ya ha escapado camino de Sevilla.

Tras el combate de los cristianos que han producido numerosísimas bajas  a los musulmanes, reconquistan Úbeda, Baeza, Tolosa, Baños de la Encina y Vilches.

La victoria de las Navas de Tolosa constituye un hito, no sólo entre los cristianos, sino también para los musulmanes. Para los primeros especialmente para Castilla significa dejar expedito el camino hacía al-handalus. Para los musulmanes, es el fin de la hegemonía almohade, que tiene en esta derrota el principio de su decadencia.


 

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