Granada 16 de enero de 1492, El sultán de Granada Abu Abdalá,
llamado Boabdil, sale al encuentro de los castellanos y, según la leyenda,
entrega las llaves de Granada a los reyes Fernando e Isabel, sin poder reprimir
las lágrimas. Tras la derrota de la Ajarquia (1483), los reyes Católicos se
plantean la toma de Málaga, Almería y Granada
en este orden.
En 1484 y 1485 acuden a Andalucía las principales familias
nobles ya que el reino entero comienza a considerar la guerra como cosa propia
y definitiva.
Tras la caída de Ronda (21-5-1485) y de Marbella (15-6-1485),
sucumbe toda la parte occidental del reino de Granada. Estas reconquistas o
triunfos merman el prestigio de Mohammed apodado el Zagal, que aspira a suceder
a su hermano Muley Hacén en el trono, y acaban con sus posibilidades de ser
reconocido como único emir.
La falta de fuentes musulmanas impide reconstruir con exactitud
los sucesos internos de Granada. Parece ser que Boabdil logra rehacer su
partido, con ayuda de los Reyes Católicos, de quienes se declara vasallo cuando
cae prisionero de los castellanos en 1483,
al mismo tiempo que promete unir sus fuerzas al ejército cristiano.
Mientras Muley Hacén, que está muy enfermo, se refugia
sucesivamente Íllora, Almuñécar y Monduijar, falleciendo (1485) en esta última.
En ésta situación tío y sobrino se reparten el reino, instalándose el Zagal en
la Alhambra, mientras que Boabdil domina Almería y Málaga.
Fernando interpreta este acuerdo como una traición por parte de Boabdil.
Ataca Loja, en 1486 y captura a Boabdil que se compromete a abdicar y a hacer la guerra al Zagal, a cambio de unas plazas situadas alejadas de la costa.
Se reinicia entonces la guerra
civil, que en mayo de 1487 con la victoria de Boabdil, poco después que los
castellanos tomen Málaga, cuya capitulación se firma el 4-9-1487.
El Zagal se refugia en Almería, pero los castellanos prosiguen su ataque y Fernando e Isabel entran el 22 de diciembre de 1489 en la plaza.
Considerando
inútil toda resistencia, el Zagal y sus seguidores se rinden, firmando con los
Reyes Católicos un favorable acuerdo de paz.
Cuando parece que la guerra está a punto de finalizar Boabdil
se niega a entregar Granada tal como ha
pactado con los reyes.
Comienza entonces un largo asedio que finaliza el 25-11-1491,
fecha en que se firma el acuerdo para la
entrega de Granada, aunque su ejecución
se retrasa más de un mes.
Las Capitulaciones de Santa Fe, firmadas en 1491, garantizaban el derecho de los musulmanes a practicar su religión, mantener sus costumbres, lengua y ser juzgados por sus propios jueces. A cambio Boabdil renunció a la soberanía de Granada.
Las condiciones estipuladas en ambas capitulaciones de Granada fueron muy generosas y Boabdil se instala en Loujar hasta 1493.
Según la leyenda, cuando Boabdil se marcha hacía La Alpujarras, se detuvo en el “Puerto del Suspiro del Moro” y lloró al ver su ciudad por última vez. Su madre la sultana Aixa le reprochó “Llora como una mujer, lo que no supiste defender como hombre”.
Tras la entrega, a Boabdil se le permitió vivir en el señorío de las Alpujarras, pero finalmente fue convencido de exiliarse al norte de África, Fez Marruecos en octubre de 1493
vo en el “Puerto del Suspiro del Moro” y lloró al ver la ciudad por
última vez. Su madre la sultana Aixa le reprochó “Llora como una mujer, lo que
no supiste defender como hombre”.











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