miércoles, 19 de noviembre de 2025

JUDIOS CONTRA JUDAIZANTES

 

Toledo 1486.- Los inquisidores de Castilla convocan a los rabinos de la ciudad, para instarlos a denunciar a los falsos conversos, so pena de ser acusados de complicidad y en aras de la pureza de ambas religiones.


Con esta medida, la Inquisición pretende crear un clima de inseguridad para los falsos conversos, paso previo antes de proceder contra los judíos.

Dado que la actuación inquisitorial se basa en denuncias anónimas, resulta fácil dividir a los enemigos de la Inquisición.

A partir de la petición a  los rabinos abundan las denuncias contra conversos, supuestos judaizantes que en su mayoría son personas ricas y bien situadas. Esta situación concluye un largo periodo de tolerancia, que había tenido en Toledo un ejemplo de convivencia entre cristianos, judíos y musulmanes.

En un primer momento, los judíos participan activamente en la represión contra los conversos, con el fin de salvar su honor y riquezas, así como sus vidas. Sin embargo poco a poco aumentan los bulos sobre los presuntos crímenes judíos contra los cristianos, preámbulo dela persecución de que van a ser objeto.

El enfrentamiento entre judíos y conversos viene de lejos. Algunos conversos son los primeros en atacar a los judíos en una maniobra propia de todo neófito.

En primer lugar, se considera que esta actitud es la más adecuada para asentar su situación en la sociedad cristiana, al tiempo que evita cualquier  recelo sobre su conversión y aleja las posibles sospechas de ser judaizantes. Otros, sin embargo, convertidos a la fuerza o con poco convencimiento, procuran mantener secretamente la fe de sus padres poniendo en peligro a los judíos que les ayudan.

Las medidas contra los judaizantes asustan a los verdaderos conversos que optan por emigrar.










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