LA RIOJA QUEDA PARA CASTILLA.
Abril de 1179. El rey navarro Sancho VI el Sabio cede el territorio de la Rioja a Castilla, en la paz que firman estos dos reinos entre las localidades de Nájera y Logroño. Precisamente, La Rioja constituye el punto de arranque de los enfrentamientos entre Castilla y Navarra, que sustrae este territorio a la primera en 1.160, dos años después de que acabe el vasallaje que Navarra debía a Castilla.
La paz
firmada entre Nájera y Logroño constituye el punto de arranque de los enfrentamientos
entre Castilla y Navarra, que sustrae este territorio a la primera en 1.160,
dos años después de que acabe el vasallaje que Navarra debía a Castilla.
La paz
firmada entre Nájera y Logroño constituye el último intento por lograr un
acuerdo definitivo, tras la conciliación acordada por el rey inglés Enrique II,
en Westminster.
Después de
numerosos enfrentamientos, se decide que el monarca inglés, suegro del rey
castellano, se constituya en juez de las diferencias. Para ello recibe en
Westminster a representantes de Alfonso VIII y de Sancho, y ante una asamblea
de barones, condes y obispos, convocada al efecto, hace conocer su sentencia.
Enrique
II de Inglaterra establece que cada
reino restituya al otro las tierras que ha ocupado en estos años de
luchas, y que Castilla entregue además a Navarra, durante diez años, la
cantidad de tres mil maravedíes.
En la
reunión celebrada entre Nájera y Logroño no hay participación extranjera, pero
se llega a similares resoluciones. Sancho reconoce el dominio de Castilla,
sobre Logroño. Entre Navarrete y otros lugares de La Rioja, aunque durante diez
años, estos territorios estarán bajo el gobierno de una persona designada por
el rey navarro. Asimismo, se fija una tregua entre los dos reinos, por igual
espacio de tiempo.